YuQi estaba ligeramente arrepentida, ahora, en el vestidor de las animadoras.
¿Cómo terminó aceptando ser novia de Lucas?
La respuesta era simple: apariencias.
Él era un buen jugador de fútbol, lo había demostrado hace dos semanas al entrar al equipo. También era popular, todas querían salir con él. Además, YuQi era una animadora, era casi por un equilibrio social colocarse de novia con él. Era lo normal, lo correcto.
Pero se negaba a aceptar la razón más probable, quiso salir con él para sentirse bien consigo misma, que era como cualquier otra chica linda y popular.
Que no era aquella Song YuQi que le incomodaba esa extraña chica con mariposas en el estómago y tontos pensamientos sobre Jeon SoYeon. Esa YuQi era anormal, no tenía sentido, nunca pensaba con claridad alrededor de la pelinegra y sentía extraños impulsos de agarrarla de la mano y entrelazar sus dedos, al verla en el pasillo.
La castaña prefería a la otra YuQi, la normal, con preocupaciones tales como si recibiría un vestido para navidad o si los chicos la invitarían a salir, la cual era ella misma hace un año atrás, antes de conocer a aquella chica coreana del demonio. Lucas era lo únicos que la mantenía cuerda, o la hacía sentirse así, que le gustaban los chicos.
YuQi se repetía a sí misma que lo que sentía por SoYeon, si es que se podía definir como un sentimiento, era extraño e incorrecto y sobre todo seguramente un encaprichamiento juvenil.
Nada más. YuQi estaba segura, creía, de que era heterosexual. Claro. Song YuQi aseguraba ser completamente heterosexual.
¿Lo que sucedía? Posiblemente un lapsus... una incoherencia en su crecimiento adolescente.
Respiró profundo, se sentía más segura al anotar sus inseguridades en su diario. Y desde que SoYeon apareció en su vida, vaya que había escrito... varias páginas en el.
—¡Por supuesto, chicas! —escuchó la voz de la amiga de la coreana, aquella que le caía tan mal, Lisa.
Frunció el ceño, aún sin verla, irritándole su voz, aunque no encontraba una razón exacta por la cual detestaba a la rubia.
La chica entró a los vestidores, despidiéndose de unas amigas suyas antes de ir a su casillero. Hace pocas semanas que eran nuevas en el equipo, pero llevaban una pequeña rivalidad, quien hacía mejores giros o quien dirigía los entrenamientos.
YuQi casi siempre ganaba, debería de sentirse victoriosa al ver la mirada resentida que le daba la chica durante aquellos momentos. Pero cualquier felicidad desaparecía al recordar que Lisa era amiga de Soyeon, tenía derecho a sus sonrisas, a abrazarle, a pertenecer a la vida de la pelinegra.
YuQi sentía envidia, y se enojaba muchísimo con ella misma por aquellos pensamientos absurdos. Por ello detestaba a esa versión de Song YuQi, la verdadera no sentiría celos por semejante tontería.
La castaña sonrió con sorna, mientras terminaba de hacerse una cola de cabello.
—¿Lista para comer el polvo hoy, rubia? —cerró la puerta de su casillero, colocando las manos en su cadera con intención de intimidar.
Lisa sonrió, pero con diversión, hizo lo mismo que la otra chica, ladeando la cabeza.
—Esa serás tú, plástico —le rectificó antes de darle un guiño y comenzar a caminar a la salida. —No llores cuando me toque dirigir el entrenamiento, Song.
YuQi apretó los labios, aún sin dejar de sonreír falsamente.
—Eso crees tú, me das lástima —soltó con desprecio.
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Rivales ▪︎SoQi▪︎
CasualeADAPTACIÓN Jeon SoYeon comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus amigos, entre un grupito de chicas que la fastidian conocerá a la popular Song YuQi. Durante varios años comienzan una gran rivalidad entre ellas, se odiaban a muerte o al me...