Capítulo Treinta y uno

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Una semana. Una semana desde los nuggets, una semana desde ese beso robado y, en ninguno de esos siete días había logrado reunir el valor suficiente para ir a casa de YuQi. Sentía vergüenza de sí misma.

 Llevaba días sin hablar con la pelinaranja, solo observándola de lejos y con eso le bastaba. Pero ahora era diferente, quería ver a Yiren e incluso jugar con ella, la pelinegra estaba muy encariñada con la pequeña diva.

Durante esos días no había logrado hablar con YuQi, en parte porque la evitaba entre clases y, la otra razón era por Lucas. 

Pero había algo un poco diferente esta vez que divertía mucho a SoYeon. Cada vez que sus ojos se encontraban con los de la pelinaranja, YuQi la miraba un rato, luego parecía recordar algo y apartaba el rostro, ruborizada.

En los pasillos, una vez tropezaron y YuQi, al reconocerla, se apartó de un pequeño salto con el rostro rojo y siguió caminando, pero chocó la cabeza contra una puerta del salón. En otra, YuQi se supone que estaba respondiendo una pregunta en la clases y ella lo hacía como siempre, tranquila y confiada. Pero al notar la mirada fija de SoYeon, confundió las palabras y comenzó a balbucear, terminando avergonzada frente a todos. 

Le hacía difícil a SoYeon el no querer volver a robarle un beso. No entendía el comportamiento de la china, pero le encantaba. Era incluso hermosa siendo torpe y todo.

Aún así Lucas también parecía estar vigilándola, por esa razón fingía no ver a YuQi cuando el chico estaba cerca. 

**

Pero hoy en el aparcamiento le fue imposible, dado que la pelinaranja se veía más hermosa de lo normal. Su cabello naranja atado en una coleta y llevaba una falda, junto con una blusa blanca manga larga con botones. Sus ojos brillaban y solo llevaba un poco de maquillaje. 

SoYeon, al verla en la mañana, duró unos segundos con la boca abierta y sus amigas tuvieron que llevarla a rastras al salón, ya que sus piernas y cerebro no coordinaban. 

—La sigues mirando —comentó MiYeon, riéndose al ver a su amiga.

Estaban junto al coche de Hui, mientras el grupito de YuQi se hallaba alrededor del descapotable de Lucas. 

SoYeon notó el buen humor de su amiga y se alegró por ella. Aún recordaba cuando le preguntó el por qué había faltado dos días seguidos (que coincidían con los días que faltó ShuHua) y MiYeon le confesó que se escapó de su casa para verla. Relató toda risueña que habían compartido la cama, con las manos entrelazadas, mientras veían películas toda la tarde y ShuHua se recuperaba. Por eso su amiga estaba tan feliz. 

—Es su culpa, ella no debió de haberse vestido de esa forma —dijo SoYeon en broma, pero luego su rostro se puso serio al ver la mano de Lucas alrededor de la cintura de YuQi. 

—A ella le encanta llamar la atención —dijo pícaramente Lisa. —Y más de cierta coreana pelinegra por allí —sus dos amigas se rieron, y SoYeon las miró, confundida. 

—¿Qué coreana pelinegra? ¿Le gusta una chica o algo así? ¿Quién es? —preguntó enojada, mientras sus amigas se reían más fuerte. 

—Es broma, SoYeonnie —dijo MiYeon, divertida por lo lenta que era su amiga.

Pudieron seguir hablando, pero escucharon unos silbidos a lo lejos. 

SoYeon vio con sorpresa que la hermana de YuQi, SeulGi, marchaba con paso decidido por el aparcamiento, siendo el centro de atención de los chicos. Todos admiraban el contorno de sus caderas y, en general, el cuerpo atlético y bien formado de SeulGi. Ella vestía una falda negra de cuero y una blusa blanca, llevando una cartera en el hombro y unos lentes de sol. Sus labios pintados de un lindo rosa pálido sonreían. Ella sabía el efecto que ocasionaba en los hombres (y algunas chicas) y se pavoneaba. Parecía dirigirse directo hacia su hermana menor, quien la miraba con sorpresa. 

Rivales ▪︎SoQi▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora