El corazón de sangre

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La reina de Aishalvas le llamaban la reina maldita, por que al nacer parecía como si los dioses la maldijeron por su existencia, obligando que sus ojos fueran pintados del color dorado y rojo de la sangre de los marginados que manchaban las calles con su sola presencia. Su propio reino le temían y eran capaces de entregar sus almas si ella misma se los pidiese. Aquella reina, era tan bella que se atrevían a decir, dicha belleza fue robada a los ángeles que cuidaban la tierra. Una reina maldita con piel de ángel, pues debía ser tan bella que provocaba la envidia de los espejos.

¿Pero quien la ha visto de verdad?
¿Quien de verdad a podido hablarle?

Contaban sus historias con temor, pero quien aseguraba que dicha reina era tan hermosa como los ángeles, y fue maldecida por los mismos dioses. Quien estaba tan seguro de ello. Por que una reina cuyo pueblo no a visto jamás, seria tan temida.

Aun así la gente hablaba de ella como si la hubieran visto.

Pero un día, esos días de los que no se esperaría nada, un viejo entro a la taberna con una historia que no parecía concordar con los mitos de la reina maldita que reinaba Aishalvas. Se oía tan seguro que podía captar la atención de cualquierare que estuviese caminando cerca del viejo. Aquel hombre cargaba una apariencia tan extraña que lo hacia resaltar. Mas bien no era viejo. Era un hombre de porte ancestral que en su mano estaba tatuada la bestia de Aishalvas, era un guerrero, un guerrero que quería contar la verdad.

Y comenzó a contar la historia.
Una que resaltaba de todas las demás contadas.
Pero esta tenía algo mas.
Tenía muerte.

" Sabían ustedes que las bestias eran seres desconocidos que habitan desde tiempos antiguos entre nosotros'- dijo el hombre señalando sus tatuaje que lo identificaba como soldado del reino.-" bestias que son capaces de trasformarse en personas. Son seres hermosos, Parecen dioses cuando son humanos. Ellos son muy confiados hasta el punto de poder engañar para después devorarte el alma"

Las personas de las tabernas habían cortado el ruido con el filo de una daga. Donde lo único fuerte que se escuchaba era la voz del hombre. La historia parecía no tener el menor sentido, ni una punta de lanza que uniera la reina maldita en aquellos relatos.

" Un día, los días en los que el reino parecía descansar del ruido del mundo, mucho tiempo antes que la reina maldita fuera nuestra reina. La entrada de un desconocido corrompió las puertas del castillo, decía que aquellas paredes temblaron al ver al desconocido. Era una bestia, que hasta el viento se había se había vuelto pesado cuando aquel hombre cruzó la sala del trono."- El hombre dejo a todos colgando en sus manos, como si sus palabras estuvieran llenas de magia cautivadora.-"Se decía que al rechazar la visita de una bestia traía consigo una enorme desgracia. Así que lo recibieron empujando sus sonrisas con pesadez por todo el suelo del palacio, pues parecían morirse del miedo. La bestia le había propuesto un trato que los reyes no podían negarse. La bestia quería paz entre su gente y la de Aishalvas. Por años nuestro pueblo mataba a los suyos sin darse cuenta que las bestias al morir los maldecía. Les traía desgracias aquel que tocaban su sangre, el les prometió liberarlos de aquella desgracias. Al principio los reyes no querían apoyarlos pero aun así aceptaron...pero la bestia era listo y confiado de el mismo y les ofreció casarse con la princesa. Con el miedo que los devoraba como demonios aceptaron tentativamente. Hay quienes aseguraban que aquella bestia y la princesa se conocían de algún lugar. Pero eso era solo un simple rumor que se deshizo una noche. Pero aun así se quedaron con la duda de que si había romance entre ellos. Un de esos que robaban el aliento. Pues una noche todo comazo a oscurecerse en el reino. La muerte de la bestia y la sangre que manchaba a la princesa comenzaba a maldecirla. No se sabe como pero ella sostenía el corazón de la bestia y lloraba. Lloraba de una manera desgarradora, como si su muerte fuera mas bien lo que la había desgraciado, ella lo abrazaba a su piel mientras con sus dedos apretujaba el corazón de la bestia con fuerza. Con el miedo de que desasiera, pero era tarde, estaba desgraciada por haber tocado su sangre. Se volvió loca. Pues ella provoco la muerte de sus padres y aquella enorme masacre del reino que todos aquí dentro de esta taberna conocemos, solo por la muerte de aquella bestia que enamoró su corazón"- las personas se miraban en silencio y solo las palabras se quedaron  haciendo eco en las almas de cada persona en aquella taberna. Ninguno bebió de sus jarras, parecía como si el alcohol les pesaba.

"La princesa fue maldecida por la sangre de una bestia y no por los dioses como todos creíamos. Desde ese instante la gente le temían. Y tenían sus propias razones para hacerlo. El corazón, ella lo guardó como un recuerdo amargo que le había dejado aquella noche. Desde entonces nadie la ha vuelto a ver con luz en los ojos malditos que cargaba y que en ocaciones parecía derramar las lagrimas de sangre de cada ser que ella había matado. La bestia lo habían matado los mismos reyes sin darse cuenta que su hija terminaría con arrancarles el corazón."- el hombre se termino la jarra de cerveza caliente y luego se levantó dejando un silencio sepulcral, de esos en donde podías escuchar sus pulsaciones y el fluido de sus sangres. "sus padres la maldijeron sin darse cuenta"

Desgracia
Esa palabra se quedo suspendida en el aire silencioso.

"Lo que ella no sabe es que la bestia estaba viva, aun sin su corazón. Las bestias podían seguir viviendo, pues lo único que los mantiene con vida, era el deseo de la muerte. La bestia busca venganza de los humanos por haberle arrancado el corazón y privarle estar con el amor de su vida. Aquella mujer que ustedes llaman la reina maldita." -El hombre parecía transformarse, pero no daba la cara, como si hablara consigo mismo.-"y todo aquel que hablara mal de la reina el iba y las mataba. Pues quería que ella viviera en paz lejos de los mismos humanos que los lastimaron"
"El quería salvarla"
Cuando el hombre volvió a mirar a todos aquellos hombres. Dejando entrar por la puerta una fría ventisca que se volvió agujas en la piel humana de aquellos hombres hipnotizados, el mundo se pinto de negro para ellos por que sus vidas , había llegado a su fin.

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Hola gente!!!!!
Este cuento se los dejo por aquí.
Espero que les guste. Les aprecio mucho si voten y comenten que les pareció.
Y espero verlos en otro cuento.

Un cuento cada nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora