Hawks Ese guitarrista que tenía vuelta loca su cabeza, en realidad detrás de esa máscara y esas alas se escondía su mejor amigo Takami Keigo que la amaba con locura.
Para Keigo, Hikari era su mejor amiga y la persona que amaba, sin embargo ¿como pod...
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Hikari contempló el departamento rodeado por el silencio, suspiró lento con una de las canciones más deprimentes que una persona pueda desear. Se sentía sola, Keigo la había dejado para irse a vacacionar a Okinawa con una “amiga nueva” que había conocido y eso a la pelirrosa le molestaba un poco.
—¿Podrías levantarte de esa cama y alistarte? —Momo miró a su amiga y esta no hizo acto de querer obedecerla.
—¿Podrías conseguirme un Hawks que me levanté? —La pelinegra tenía que tener paciencia para aguantar esas crisis que a veces solían darle a su mejor amiga.
—Lo verás en el festival, ahora si no te alistas no podrás verlo. —Hikari miró la puerta de su armario sin deseos de buscar algo que ponerse para ir a aquel concierto.
—Dime Momo ¿Por qué Keigo siempre me abandona en un evento así? —Los labios de la pelinegra se semiabrieron para tratar de contestarle pero la voz de Hikari con una nueva pregunta surgió más rápido —. ¿Acaso no le gusta pasar tiempo conmigo? Si es así ¿Por qué me invitó a compartir departamento con él? A veces no logro entender lo que piensa.
Momo sonrió dándose cuenta de lo que inquietaba tanto a la chica de cabellos rosados, pero no le iba a decir, la de ojos azabaches quería dejar que ella lo descubriera por su cuenta. Los ojos azules de la chica seguían buscando una respuesta en las joyas azabaches de la pelinegra, Yaoyorozu le quitó las sábanas que envolvían el cuerpo de la muchacha y esta se sonrojó completamente.
—¡¿Pero que haces Momo?! —La pelinegra solo caminó hasta la silla donde estaba la ropa que su amiga se pondría.
—Tú solo vístete, tal vez por arte del destino conozcas a Hawks. —Hikari suspiró y se levantó de su cama con vagueza, no era que las palabras de la pelinegra le hubieran llegado sino que ya estaba cansada de sentarse esperar al imbécil de su mejor amigo.
—No lo hago por conocer a Hawks, voy para no desperdiciar el inútil esfuerzo de Keigo. —Momo sonrió ante las sabias palabras salida de la boca de la pelinegra.
—Claro, claro y yo voy porque me está esperando IceHot. —Hikari negó con su cabeza las palabras de la mujer de cabellos negros.
Momo en sí no estaba tan obsesionada como Hikari con su guitarrista pero podía estar segura que aquel chico la tenía hechizada bajo ese manto de pocas palabras y muchas acciones. Ambas amigas solo podían apoyarse mutuamente por sus amores no correspondidos. Los ojos negros de Momo vieron como la pelirrosa tomaba la ropa y se encaminaba a cambiarse, las acciones de Hikari mostraba que no estaba bien, normalmente ella se emociona cuando escucha una canción de Ultra Stars pero esta vez ni su canción favorita fue posible sacar un pequeño grito de la chica de cabellos rosados, la pelinegra no podía dejar que eso pasará animaría a Hikari aunque su vida dependiera de ello.
Las personas corrían de un lado a otro a las diferentes tiendas que vendían artículos de las bandas y cantantes que iban a tocar en el festival, aunque no muy emocionada Hikari estaba en la tienda de Ultra Stars comprándose un nuevo Poster para decorar su habitación. Momo solo veía como poco a poco iba recuperando su habitual ánimo, los ojos negros de Momo veían con detenimiento el escenario donde los chicos tocarían y sonrió nada más imaginándose a su chico con las manos sobre su instrumento entonando las melodías con perfección, porque eso era IceHot la pura perfección en todo lo que hacía. Con pereza Momo suspiró mirando como su amiga se acercaba con una camisa de Hawks y unos cuantos artículos más de Ultra Stras.
