Capítulo XXI

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Sus ojos resplandecían entre la oscuridad de nuestro alrededor y las tenues luces de los faroles que parpadeaban, de grandes ojeras en su rostro, de tono pálido y con una mirada tan profunda, que se volvía más clara mientras caminaba hacia ella. Ella, volviéndose a mí como si no importara lo que pasara en su vida, sólo detuvo su camino para centrar su atención en mí. Cada paso que daba dudaba y temía por lo que estaba por hacer, los chicos se habían movido para llegar a su encuentro, previendo que la situación se saliera de control. Roana se aproximaba desde su espalda, guardando un perfil bajo, pasando desapercibida por completo, lo cual era sencillo, tomando en cuenta que entre ella y yo estaba todo nuestro enfoque.

Al llegar al bulevar y estar cerca, ella volteo el rostro y a la vez que ceñía, era como si no supiéramos qué decir ni cómo pronunciar las palabras. Me quedé helado, sentí un frío invadir mis piernas y mis manos, todas esas sensaciones en un par de segundos.

— Ho... — intenté pronunciar cuando ella me interrumpió.

— Matthew... te dije que no me buscaras.

Odiaba escuchar esas palabras, en especial por lo que estábamos haciendo, odiaba saber que ella quería alejarme todo esto, tal vez no estaba listo para esto, pero tenía que pretender para poder ayudar.

— Te extrañé... — dije mientras llevaba mi mano hacia la suya.

En ese preciso momento en el que toqué su mano, algo extraño sucedió con su manera de verme, apartó su mano de la mía. Mientras tanto, Roana se aproximaba desde atrás con una jeringa.

— ¿Cómo supiste que estaba aquí? — preguntó mientras me miraba a los ojos.

Supe que ella se había percatado cuando me empujó e intentó marcharse, sin embargo, Roana logró inyectarla en la pierna antes de que ella lograra escapar. En ese momento la empujó a ella y luego se quitó la aguja para volverse a mí.

— ¿Qué hiciste? — mientras entristecía.

— Lo siento mucho...

Di unos pasos para acercarme a ella mientras perdía estabilidad, cuando ella tambaleaba la sostuve en mis brazos y estando tan cerca de ella, miraba con angustia sus ojos desvanecerse frente a mí. En ese momento Marvin se estacionó frente al bulevar para así subirla inconsciente para llevarla a la casa de Marvin.

***

«Infeliz... no haces nada más que retrasar lo inevitable Marvin, pero no te has dado cuenta» se escuchó en aquel sótano, momentos después aquella mujer de cabellera negra, tomó un cuchillo y se cortó el brazo mientras pronunciaba palabras de una oración, momentos después, todos los cerberos alcanzaron a escuchar aquella voz llamarlos. "Escúchenme hijos míos, no podemos perder más tiempo, todos vayan por la chica de la noche y tráiganla ante mí". Una vez que terminó de pronunciar las palabras, cayó al suelo, exhausta. «Aunque me haya alimentado, ese hechizo me costó mucha energía y el tiempo se me acaba, sólo falta una cosa más por hacer» dijo mientras la sangre de su brazo empezaba a dejar de salir de sus heridas, con rodillas en el suelo reposaba mientras se preparaba para hacer un hechizo más. Un hombre bajó al sótano de inmediato, contempló el cadáver de el sujeto que estaba antes con ella, miró una copa vacía con rastros de sangre.

— ¿A dónde tenemos que ir? — preguntó.

— Ya lo sabrán...

***

Al llegar a la casa de Marvin, retiramos todo del cuarto cuarto, dejando nada más que una silla en el centro donde, sentamos a Alice, Marvin de inmediato la espoó a la silla de pies y manos, a la vez que vendamos sus ojos. Lisa se quedó en la sala, mirando toda la escena sin ser partícipe. Una vez terminada la faena, Marvin entró al cuarto con una silla y se sentó enfrente de Alice, miró el reloj y esperó varios minutos mientras nosotros esperábamos en la sala. Un silencio abrumador hizo presencia en el ambiente, mientras todos se miraban unos a otros sin decir ninguna palabra, a excepción de Jessica quien, quien tomó mi mano. Después de varios minutos, escuchamos un ruido proveniente del cuarto, la primera en levantarse fue Roxana, quien de inmediato se encaminó hacia la habitación.

La chica de la noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora