Epílogo

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El reloj marcó las 3 y media de la madrugada, Roxana se mantenía alerta en la azotea, cuando escuchó la voz de Matthew.

— Soy yo, ya puedes abrir.

Roxana quitó el candado y abrió la puerta para bajar junto a Jeremy, quien se tapó la boca del susto al ver a los cadáveres en el suelo.

— ¿Y Adam? — preguntó Roxana.

Matthew no respondió nada, Roxana lo abrazó con fuerza. — Lo superaremos juntos, no te voy a abandonar — dijo.

Los tres chicos se encaminaron hacia la salida, miraron el cuerpo de aquella mujer, en completo estado de descomposición, con varios gusanos, su esqueleto se alcanzaba a mirar, expuesto con pedazos de piel podrida.

— ¿Ahora qué procede? — preguntó Roxana.

— Tenemos que dar el pésame a la familia de Marvin, enterrar a Alice.

— No van a creer la historia en la policía y podemos quedar mal.

Jeremy tomó la palabra — Alice dejó mucho dinero en una caja, Jessica la tiene.

— Sería un nuevo comienzo — dijo Matthew.

— ¿Y qué hacemos con el libro? — preguntó Roxana — sabes que van a venir por él.

— Nos vamos a encargar de cuidarlo, por eso nos iremos lejos a empezar de cero, y prepararnos para cualquier cosa.

— Unos días después —

Matthew llegó a una casa, después de tocar el timbre, la puerta se abrió y detrás de ella salió un niño, de aproximadamente diez años de edad.

— Hola señor ¿A quién busca? — preguntó el niño.

Matthew se agachó, quitándose su gafas oscuras — ¿Hola, cómo te llamas?

— Axel ¿Y tú?

Matthew sonrió, de pronto, una mujer se acercó por detrás y llegó a mi encuentro.

— ¿En qué puedo ayudarte? — preguntó.

— Tengo un recado que darle.

La chica de la noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora