💎 Chapter sixteen

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Ciel sujetaba las manos de su prometida, mirándola preocupado. Tn estaba seria, decidida.

– ¿Estás segura de ir?

– ...Debo hacerlo. Mi padre me debe explicaciones, muchas explicaciones.

– ¿No quieres que te acompañe?

– Mi padre no querrá verte, después de todo esto empezó porque tú estuviste investigando cosas que no deberías. Querrá matarte cuando te vea. Prefiero que te quedes aquí y no te expongas a los gritos y odio de mi padre.

– Está bien, si es lo que quieres...

– No te preocupes mucho por mí. Además, el mayordomo de Matty me acompañará, así que estaré bien.

– De acuerdo. Aun así, ten cuidado, y no dejes que las cosas que te diga tu padre te afecten.

– Claro –sonrió.– Gracias por todo, Ciel. Nos veremos...más tarde o mañana, depende de cómo salgan las cosas –rió.

– Está bien –sonrió.– Suerte.

– Gracias.

Tn besó la mejilla de su prometido, giró y bajó las escaleras, acercándose al carruaje; Jude la ayudó a subir, subió luego tras ella y, al cerrar la puerta, el vehículo comenzó a avanzar.

Ciel observó como aquel vehículo se alejaba, mientras tocaba su mejilla besada con una mano; tenía un pequeño sonrojo en sus mejillas, pues el beso lo tomó por sorpresa.

[Mansión Dahl]

– Lord Leonard –llamó el mayordomo, entrando a la sala.

Leonard se levantó del sofá. Tras el ángel apareció su hija, Tn, con rostro serio y siendo seguida por un mayordomo de negro con el cabello azul. Juliette, quien se encontraba tras el Lord, abrió los ojos con sorpresa.

– Demonio... –murmuró la maid.

– Hija.

– Padre.

– En nombre de Dios y su reino celestial, ¿Te parece correcto haber desaparecido así? ¿Qué eso de irte a la mansión de tu prometido y encerrarte en el cuarto como si fueras una niña malcriada? Y encima llegas 5 días después y con un demonio a tus espaldas, debería flagelarte como castigo...pero seré amable y sólo te haré arrodillarte sobre granos de arroz para que reces por 5 horas, y ayunarás 5 días en compensación a tu desaparición de malcriada.

– ...No.

– ¿Disculpa?

– Dije que no.

– No te estoy preguntando, te estoy ordenando.

– Tengo 14 años, soy una niña, lo acepto...pero no aceptaré ningún tipo de castigo, yo soy la víctima aquí.

– ¿Víctima de qué? La única persona a la que podemos considerar víctima aquí es a tu santa madre. Tú te estás comportando como una malcriada. Tu pobre madre sufriría un ataque si viera lo rebelde que estás.

– Mi madre vivió una mentira toda su vida. Y todos los ángeles aquí, todos estos asquerosos seres, pudieron salvarla, ¡Pero ninguno hizo nada!

– ¡Cuida tu vocabulario, Tn Jeanne!

– ¡Es la verdad! ¿No es así, Juliette? –la miró.– Ustedes, como ángeles, tienen el poder de curar a los humanos.

– ...Sí, lo tenemos. Pero no podemos interferir en las leyes divinas.

– ¿Lo ves? –miró a su padre.– Ellos pudieron salvarla, evitar que falleciera por esa peste, pudieron haberle evitado todo el sufrimiento, pero no movieron un dedo por seguir las órdenes de ese tirano.

Broken 💎 Ciel PhantomhiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora