Feelings Diary

Todo era más feliz

¿Qué puedo hacer para dejar de extrañarte? ¿Cómo hago para olvidarte? No puedo pasar por alto todo lo que hemos vivido. No puedo pensar que eso fue todo y que hasta ahí llegó. No puedo ignorar el hecho de que contaré días, semanas, meses, y hasta años para estar de nuevo contigo. No puedo ignorar el hecho de que sé que soy para ti y de que eres para mí. No puedo. Simplemente no puedo. Aun cuando duermo, junto a mí te veo. Cuando me acuesto en mi cama, y miro a la pared, veo como se dibuja tu silueta. Poco a poco. Luego veo como se vuelve realidad y de pronto ahí estás. Junto a mí. Sonriendo casi tanto como yo. Solo veo que con un movimiento lento y tranquilo, cierras mis ojos con delicadeza. Al abrirlos, estamos en otro lado. Y luego vamos a otro, y otro. Estamos en todos lados y a la vez en ninguno. Pero lo más importante, es que estamos juntos. Vamos pasando por lugares en donde estuvimos antes, y también por lugares que ni siquiera conocemos. Mi corazón se llena de felicidad, pues solamente nos tomamos de la mano y saltamos hacia donde sea que queramos estar. Sin límites. Sin nadie más. Solo tú y yo, dónde sea, cómo sea. De pronto, llegamos a una gran montaña desde la que se ve el paisaje más hermoso que alguien haya visto jamás. Te miro, y no resisto las ganas de abrazarte, así que lo hago tan fuerte como puedo. Después, me acerco lentamente a tus labios, cierro los ojos, y te doy el beso más feliz que alguna vez he podido dar. Al abrir mis ojos, todo es oscuro de nuevo. Todo se vuelve más frío. Siento en mi mejilla el calor de una lágrima bajando por ella hasta caer en mi almohada, y al caer esta, cae con ella mi fantasía. Regreso a la realidad, deseando volver a ese sueño. Deseando vivir ahí. Ahí, donde todo era perfecto. Ahí, donde estabas tú...