Capítulo 2. ¿Quién eres?

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—Escuchen, les daré la oportunidad de largarse ahora, no quiero problemas — Me doy la vuelta, pero siento como me toman bruscamente del brazo y me lanzan de forma violenta contra una pared cercana.

—Eh, bueno, me contaron sobre una chica muy buena en las peleas, así que vine a comprobarlo, pero, a decir verdad, eres más linda de lo que imaginé — Se acerca a mí y toma mis hombros—. Buscaba una pelea, pero sabré sacar un mejor provecho de esto —sonríe de forma maliciosa. Lo miro unos momentos con seriedad, para después lanzarle un puñetazo en la nariz haciendo que retroceda del dolor— ¡Ah!... mierda... eres... eres fuerte.

La nariz comienza a sangrarle después de decir eso, su gesto cambia de la sonrisa a la seriedad. Me doy la vuelta para retomar mi camino, pero los otros dos chicos me toman de los brazos y dejo caer lo que tenía en la mano. El primer chico se acerca peligrosamente hacia mí.

—¿Crees que ahora puedas conmigo, linda? — El chico me da un golpe en el rostro.

—Todos están muertos.

Aprovecho el agarre de los chicos para impulsarme y darle una patada al primer chico justo en su abdomen, lo que hace que termine arrodillándose.

Después me encargo del chico de mi derecha tomándolo desprevenido, piso su pie con la fuerza suficiente para que deje de sostener mi brazo, de inmediato tomo al chico de mi izquierda y lo arrojo al otro chico, en cuanto estoy libre de esos dos, me dirijo al primer chico y le golpeó la cara con mi rodilla.

—Será mejor que lo piensen antes de meterse conmigo —digo algo agitada. Tomo del suelo lo que deje caer y empiezo a caminar—. Y no lo hice seriamente, de lo contrario, estarían suplicando ahora mismo —. "Fue divertido, pero será mejor irme si no quiero más problemas".

Al llegar a casa me miro en el espejo, tengo una parte de mi ojo algo roja, es seguro que se hará morado. Busco algo de hielo para mi ojo, me lo colocó y me siento en el sofá. "Vaya noche... espero que esto funcione, si no, Jin me matará mañana".

Veo alrededor de la sala y noto que aún no he cerrado las persianas, me levanto, camino hasta la ventana y no puedo evitar mirar través de ésta. Al observar rápidamente, lo primero que destaca es un hermoso automóvil negro estacionado del lado contrario de mí casa, su tonalidad hace que casi se pierda con la noche y su diseño indica que se trata de una persona importante.

Tomo la soga de las persianas, y en ese instante, el auto retoma su ruta, mezclándose con la obscuridad al final de la calle. Finalmente, cierro las persianas y me siento nuevamente.

"Automóviles así no los ves tan seguido, y sobre todo en esta zona. Supongo que estaban perdidos, aunque, ahora que recuerdo... Ese auto estaba pasando por la tienda cuando estaba peleando, ¿no?". Me quedo pensando por varios minutos. "No, creo que son alucinaciones mías".

—La semana pasó tan rápido que no la sentí —suspiro— es aburrido.

Me encuentro en el suelo de mi casa, mirando hacía el techo mientras mis manos se posan detrás de mi nuca para darme más comodidad.

Mi ojo ha dejado de doler, pero ahora me duele el cuerpo. Después de la pelea de ese día, Jin me regañó ya que el golpe dejó marca, "maldito hielo". Los chicos no dejaron de buscarme, así que tengo un gran desgaste físico. "Quiero dormir todo el día".

Me arrastro para recostarme en el sofá, hasta que un pensamiento invade mi mente. "Ahora que lo recuerdo, me parece haber visto el automóvil de esa noche siguiéndome durante toda esta semana, ¿será una coincidencia o ahora tengo un acosador? A pesar de que todo lo que hacía era pelear e ir a la escuela, ese auto estaba ahí, realmente no hago nada interesante".

La Chica de las Peleas. (RM Y TU) EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora