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Miércoles, 10:40
La profesora seguía corrigiendo las frases en la pizarra cuando se abrió la puerta y todos escuchamos algo que nunca olvidaremos.
-¡Todo el mundo quieto!-grita un desconocido.
Todos le miramos aterrados y algunos subían sus manos en señal de defensa.
-¡Usted! Siéntese en esa mesa-le dijo a
nuestra profesora de lengua, ella corrió a sentarse donde le había indicado.
Yo miré hacia la ventana, donde localicé a otro hombre subido al tejado del pabellón de deportes, en cuánto se colocó, el franco apuntaba hacia la clase que había detrás de la nuestra.
Había estudiado qué hacer en estos momentos y aunque tuviera mucho miedo, tenía que hacerlo. El desconocido cogió a Eva que estaba en su sitio y se la llevó hasta su lado y le apuntó con la pistola. Eva me estaba mirando con mucho miedo, era una de mis mejores amigas y sabía que yo sabía qué hacer en estos momentos.
-¿Quién eres?-dije y me levanté.
-¡Eh quieta! ¿A ti qué te importa?- dijo él.
Todos me miraban con caras de miedo pero yo sabía más o menos lo que hacía.
-No tienes por qué hacer esto, nosotros no hemos hecho nada para que nos matéis- poco a poco me iba acercando a él.
-¿Quién eres tú para decirme qué hacer niñata?- dijo mientras mi amiga se ponía todavía más nerviosa.
Por suerte, nuestro instituto no quedaba lejos de la oficina de la guardia civil así que pronto estarían aquí y yo tenía que ir lo más rápido posible.
-No soy una niñata, soy Kylie y solo quiero ayudarte, no sabes lo que haces, cómo sigas, tendrás que enfrentarte a una cadena perpetua-aunque me costó, me aprendí las condenas de algunos casos ya que si quería ser policía, tenía que esforzarme.
-Cómo no te alejes te voy a pegar un tiro a ti y a todo el mundo- dijo mientras se ponía más nervioso.
-¡Policía!-eso es lo único que escuché en el pasillo antes de hacer lo que llevaba practicando años.
El hombre se dio la vuelta al escucharlo y yo aproveché para tirar a mi amiga del brazo y dejarla escapar, él disparó, pero sólo me rozó el hombro, le pegué un puñetazo y una patada en la entrepierna para que se agachara y así conseguir quitarle la pistola. Le cogí del brazo y se lo puse detrás de la espalda, le dije a Eva que abriera la puerta y le gritase a los policías para que supiesen donde estábamos.
-¡Estamos aquí!-dijo Eva y se escucharon pasos hacia la clase.
-Policía, ¿qué ha pasado?-reconocí esa voz al instante, era Alex, un amigo que ya estaba en el cuerpo de policía y me había ayudado con muchas prácticas.
Me di la vuelta y le vi.
-Alex, necesito que alguien se encargue de él, tenemos otras clases rehenes y dos hombres más, uno de ellos con un franco-dije mientras me levantaba y otro policía detenía al hombre que estaba en el suelo.
-¿Ese cabrón te ha disparado?-dijo mientras me cogía del brazo.
-Sí, pero no es nada, tenemos que ir a por los otros-empecé a andar mientras Alex hablaba por un walkie-talkie con sus compañeros.
-En esta clase todavía no saben lo que está pasando, pero el hombre que tiene el franco está apuntando aquí-iba a entrar cuándo Alex me frenó.
-¿Se puede saber qué haces? Es muy peligroso y ¿con un disparo en el brazo? Kylie ni de coña vas a entrar ahí.
Alex y yo éramos amigos desde los 5 años y él siempre había sido un hermano mayor para mí, aunque muy protector conmigo.
-Alex, llevo años practicando para este trabajo y sé lo que puedo hacer, avisa a los demás que vayan a por el último hombre mientras yo entro aquí.
Abrí la puerta y todos se asustaron al verme con una pistola y el brazo lleno de sangre, pero tenía que tranquilizarles.
-El instituto está siendo víctima de un ataque terrorista pero necesito que actuéis cómo si siguieseis dando clase para que no pase nada y sobretodo, tranquilidad, profesor, necesito que escriba algo en la pizarra y explique mientras que tú- señalé a un chico que estaba al fondo- levantas la mano y haces una señal de que todos se muevan hacia aquí, así todos estaréis lejos de la ventana-en milésimas de segundo, todos empezaron a hacer lo que les había mandado, Alex estaba atento y miraba entrañado la situación. Cuando todos ya estaban lejos de la ventana, decidí acercarme por la pared y asomarme, cómo yo pensaba, el hombre estaba apuntando al profesor por la ventana.
-A la de tres, todos os vais a esconder debajo de vuestra mesa, ¿entendido?- Todos asintieron temblando y yo empecé la cuenta.
-1,2... ¡3!- El profesor rápidamente se agachó y la ventana se rompió por una bala que la había atravesado, en ese momento me asomé a la ventana y le disparé al hombre que le pilló desprevenido y cayó por un disparó.
-Lo habéis hecho muy bien y todos estamos a salvo, gracias- Empezaron a aplaudir y yo me puse muy feliz. Alex estaba en la
puerta esperándome mientras veíamos como el último hombre salía detenido por otros dos compañeros.
-Vaya Kylie, aunque sea 2 años mayor que tú, me has dado miedo, ya no sé si volveré a pegarte-dijo mientras se hacía el sorprendido y pasaba un brazo por mis hombros, yo le agarré el brazo.
-Nunca deberías Alex-le saqué la lengua y los dos fuimos hacia la ambulancia.
-Estoy impresionado con tu gran trabajo, Kylie-dijo el general y actual jefe de policía.
-Muchas gracias sargento, he hecho lo que he podido-dije mientras me subía a la ambulancia.
-Tendré que hablar con usted y muchas gracias-se despidió el general.
-A usted sargento-me despedí y me tumbé en la camilla mientras Alex se sentaba a mi lado y el enfermero cerraba las puertas de la ambulancia.

𝑃𝑜𝑟 𝑚𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora