Cap 12: El plan maestro (1)

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Todos los villanos más respetados e importantes estabamos en una sala con la tecnología más malévola y avanzada del mundo. Todos estaban en silencio escuchando mi plan muy atentamente:

Tn: bien y eso es todo. ¿Está claro? -dije firme

Caos Oscuro: si, pero tengo una pregunta -hizo una pausa para mirarme buscando mi aprobación, yo asentí con la cabeza- Mientras nosotros atacamos el edificio, ¿Tú que vas ha hacer?

Tn: quiero traer a alguien de vuelta que nos ayudara a ganar esta guerra -dije sin expresión alguna, hubo silencio hasta que yo lo rompí- si todos tienen claro que hacer ¡Empezad ya! -al instante de decir eso toda la sala se vació, solo quedando Max y yo.

Max: ¿Estás segura que puedes ir a por tu padre tú sola? -me dijo preocupado

Tn: tranquilo podré con ello -el asintió y nos dimos un beso de despedida

Ese era la primera parte de mi plan: mientras los villanos arrasaban con el edificio donde, los heroes,  guardan las armas más poderosas, yo aprovecharé que concentraran sus fuerzas en ese ataque para entrar en el inframundo y liberar y conocer de una vez a mi padre, Hades.

Narra Max:

Yo estoy a cargo de este ataque y estoy nervioso, si algo sale mal será mi culpa, pero Tn cuenta con migo y no pienso fallarle.
El plan era sencillo, utilizaríamos unas bombas de gas que desprendían el hechizo de sueño de Tn, cabe destacar que  juntos pensamos, desarrollamos y terminamos esas bombas. Cuando todos los guardias estuvieran dormidos, hakeare las cámaras de seguridad y así los superheroes tardaran más en darse cuenta de lo que esta pasando, haciendo que podamos entrar, roba, destruir y salir casi sin ser vistos.

Narra Tn:

Max y los villanos ya habían entrado, ahora me tocaba a mí. ¿Estaba nerviosa? Mucho, iba a conocer a mi padre, eso ya de por si es para estar nerviosa, porque no sabes como va a reaccionar. Y añadiendo que mi padre es el dios del infierno, pues sí definitivamente estaba temblando de los nervios.
Dejé de pensar en eso y me concentré en el conjuro para abrir un portal al infierno.

A pesar de ser la hija de Hades, (que se supone que puede entrar y salir del infierno cuando quiera) no era nada facil abrir ese portal. Desde que los heroes lo sellaron para que Hades no pudiera salir, nadie ha podido abrirlo. Nadie hasta ahora.

Así es, lo había conseguido ¡estaba en el infierno! Todo era como me lo imaginaba: lleno de llamas, dolor, almas en penas, sueños rotos, desesperacion, miseria...
Pero sin duda lo que resaltaba entre todo aquel caos de dolor y fuego era un edificio enorme, terrorífico y tétrico. Y es que delante de mis narices se alza un castillo decorado con huesos, gárgolas y marmol negro con grabados que reprentaban la muerte. Tiene tres torres que se elevaban hacia arriba, como queriendo salir al mundo exterior, protegidas por un tejado de marmol negro. La puerta que encierra el interior del macabro castillo, al que me estoy acercando, esta hecha de madera de pino adornada y sujetada por listones de metal, de los que sobresalen pinchos afilados como espadas. Sin duda, un palacio digno del dios del infierno.

Decidida me acerco a la puerta, hago que se abra con mi magia dejandome ver el interior. Las paredes son de un blanco hueso y grises, decoradas con cuadros y cortinas que combinaban tonos negros, rojos y azules. Los pocos mubles que hay no son de hueso, como yo creía, son de metal y madera.

Paso la entrada principal sin encontrarme con nadie, a lo que me resulta extraño creía que tendría guardias. Llego a un pasillo extrecho, donde tampoco hay nadie, esto me da mala espina, y no me equivocaba, de repente se escuchan tres ladridos, los más aterradores que he escuchado en mi vida y entonces aparecen frente a mí tres perros con una cara para nada amigable, claro Cerbero protegía el inframundo y ahora lo tenía delante en un pasillo estrecho para que solo pudiera correr a la salida, pero es inutil correr, esta claro que me alcanzarían antes de tocar si quiera la puerta.

¿Cómo me libro de tres perros que comen personas? ¡Claro la brasa de Hades! Hago que mi collar, donde había puesto la brasa, empezara a brillar. Una luz azul inunda ese pasillo tan estrecho, yo me fijo en la mirada de Cerbero, antes estaba puesta en mí y estaba llena de rabía, ahora miraban a la brasa con ilusión y respeto, e hicieron algo que no me esperaba ¡Enpezaron a mover el rabo! Eso me da confianza, la brasa deja de brillar y me acerco a ellos y los acaricio, no eran tan malos, solo necesitaban que les rascaran la barriga de vez en cuando.

Estaba tan entretinada acariciando a Cerbero que no escuché que alguien se acercaba a mí, me di cuenta cuando se acerco a mí y habló:

**: ¿Quién eres y cómo has conseguido utilizar mi brasa? -dijo la voz grave de hombre.

Entonces lo miré, allí estaba, despues de tanto tiempo buscandolo...

¿Ꮍ ᏕᎨ ᏝᎾᏕ ᏉᎨᏝᏝᎯᏁᎾᏕ ᎶᎯᏁᎯᏒᎯᏁ? (Ɱαx Ƚԋυɳԃҽɾɱαɳ ყ Ƚú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora