Lo miré asombrada y el me respondió la mirada con una sonrisa pícara mientras volvía al asiento.
-¿Me puedes explicar qué es todo esto?-susurré cuando O'Coneill comenzó a dictar su clase.
-Lo siento, pero ¿Viste la mirada de las chicas? Parecían unas locas-lo miré molesta-. En serio lo lamento, pero fue lo primero que se me ocurrió.
-Al menos me hubieras avisado.
-Lo sé y lo siento-hizo un puchero y por más que quise resistirme, no pude, se veía súper adorable.
Las dos horas de clase pasaron divertidas con mi compañero de asiento, la pasamos conversando sobre nosotros, nos poníamos de acuerdo sobre que decir cuando nos preguntaran y cosas así, también de vez en cuando levantaba la cabeza y miraba a mi alrededor y veía a chicas que me miraban con odio, yo solo les sonreía.
Antes de que la hora terminara, el profesor nos indicó que teníamos que hacer un trabajo con nuestro compañero de asiento sobre el tema que habíamos visto en clase.
La campana sonó y comencé a recoger mis cosas.
-¿Dónde te estás quedando?-pregunté.
-Estoy en un hotel, pero hoy nos mudamos a una casa con una familia.
-¿En serio? Entonces cuando te instales me avisas para hacer el trabajo.
-Claro-me guiñó el ojo.
Estaba entrando en la cafetería cuando Ethan se cruzó en mi camino con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-Hola-lo soludé con una sonrisa, la cual se borró rápidamente- ¿Qué pasa?
-¿Qué pasa?-preguntó molesto-. Pasa que mi mejor amiga está saliendo con un chico francés y yo recién me entero, eso es lo que pasa.
-Ethan, cálmate-le dije cuando vi que todos nos miraban-. Estás montando una escena.
-No me voy a calmar-me gritó y le tiré una cachetada.
-He dicho que te calmes-subí el tono de mi voz-. Y ustedes sigan con sus asuntos-les grité a los chicos que nos miraban.
Ethan me miró sorprendido y me fui a la mesa donde siempre nos sentamos.
Me senté y los compañeros de equipo de Ethan me miraron sorprendidos, yo solo les guiñé el ojo.
-Eres una mierda-alguien dijo a mi espalda-, pegas muy duro-reí por su comentario.
Me giré y lo vi.-Salió perfecto.
-¿Se vio creible, chicos?-les preguntó y nos miraron sorprendidos-. Lo tomaré como un sí.
-Lo siento, no pensé que te iba a doler tanto-hice un puchero.
-Pegas peor que Brooke-me hice la ofendida.
-Estúpida-me tiró una papa la aludida, le lancé un beso mientras me paraba para hacer mi cola.
En el corto trayecto, varios chicos me silvaron e intentaron coquetear conmigo, pero no les hice caso.
Llegué a la cola y esperé unos segundos hasta que me atendieron, pedí una ensalada de frutas y un batido de lúcuma y pagué.
-¿Así que me engañas?
Volteé y me encontré con Adam.-No sé a que te refieres.
-Estás con el chico nuevo, un chico que has conocido hace cuatro horas y ya estás con él, has caído bajo.
