Secuestro.🔫

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Habría pasado una semana.

Gustabo y Conway se dirigían hacía el trabajo, después de varias semanas sin trabajar para poder cuidar a Alexander, pudieron volver a su trabajo, a poner orden en esa puta comisaría de mierda, pero estaba vez no iban ellos dos solos... nono, iban con el pequeño Alexander.

Llegaron a la comisaría, Conway tenía a Alexander en brazos, entraron en la comisaría, el mundo se paró, todos dejaron de hacer lo que sea que estaban haciendo y comenzaron a mirar a aquéllos tres, nunca habían visto a Conway con un bebé en brazos.

Gustabo fulmino a todos con su mirada, poniendo orden y haciendo que vuelvan a trabajar, el único que se acerco fue Torrente, pues éste amaba a los niños y era muy bueno con ellos.

-Pero bueno Súper, quién es éste pequeñajo?-preguntó curioso y comenzó a hacerle caras a éste pequeño para que se riera.-

El pequeño Alexander no paraba de reír y hacía señas con las manos para pedir ir a upa de Torrente.

Conway suspiró sorprendido y mirando dudoso a Torrente.

Gustabo sonrió mirando la escena que estaban haciendo Torrente y Alexander.

-Venga, deja que vaya con el tío Torrente.-comenzó a reír levemente.-

-Vale, si se te cae... te empapelo, te degrado y luego te mato a porrazos.-susurró amenazante a Torrente.-

-Coño super tranquilo, se cuidar niños, tuve hijos también.-hizo una mueca al recordar eso y cogió en brazos al pequeño Alexander con cuidado.-

Alexander comenzó a sonreír y le sacó las gafas a Torrente comenzando a jugar con estas.

Torrente símplemente lo dejó, pues era un pequeño y si le rompía las gafas no pasaba nada, tenía mas de 10 pares iguales.

Conway y Gustabo dejaron al pequeño Alexander en manos del Tío Torrente, ambos se fueron a hacer sus trabajos y a ponerse al día, ya habían descansado muchísimo, querían acción.

Ambos asistieron al código 3, fue de los más lamentables qué habían visto, llevaban mas de 10 años en el cuerpo de policías y nunca habían visto un atraco tan lamentable como aquél.

Había un hombre con un asento de mexicano, pero era horrible, muy fingido, decia ser de Argentina-Chile y luego de Pekin, Colombia, Bogota y Alaska, un verdadero desastre.

También un perro le había mordido el culo a Conway, Gustabo y los demas de la maya no paraban de partirse de la risa.

Sí bien fue un código 3 muy lamentable, no van a negar que se divirtieron, toda la tarde fueron risas, el hombre terminó entregandose ya que Ivadog abatió a su compañero que tenía el botín.

Volvieron a la comisaría y fueron a buscar a su hijo, éste estaba en el despacho de Conway junto a Torrente, que le estaba cantando canciones con una voz de locutor muy sexy.

Gustabo comenzó a reír en voz baja, se moría de ternura al ver éso.

Conway se sentó en su sofá y se quedó mirando aquélla escena, veía cómo el pequeño Alexander se quedaba dormido ante los cantos de aquél policía.

Alexander se quedó dormido profundamente.

De repente Gustabo recibió una llamada de un número desconocido diciéndole que había heridos en una zona cerca de las montañas.

-Conway, debo asistir a un accidente de tráfico cerca de las montañas.-el menor miró a su novio esperando la aprobación de éste.-

-10-4, ve con cuidado, no quiero que te pase algo.-sonrió mirandolo y haciendo un pucherito leve para que su novio le de un beso antes de irse.-

Gustabo sonrió ante el gesto de Conway y se acercó depositando un corto y tierno beso en los labios de su pareja.

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Pasaron las horas y no había señal de Gustabo, Conway y toda la maya comenzó a preocuparse, Gustabo nunca tardaba más 5 horas en un accidente de tráfico.

Rápidamente prendió la radio.

-Aquí Conway, preparaos para un posible QRR, peinar toda la puta ciudad.-dijo en un tono serio que hizo preocupar a varios de los agentes.-

-Tú Torrente, cuida a Alexander, ya vuelto.-Conway terminó de decir eso y salió corriendo a buscar su Z.-

-10-4 súper, se puede saber quien esta en peligro?-preguntó Leonidas.-

-Gustabo coño.-gritó enojado.- no va a ser tu putisima madre Leonidas.-se subió rápidamente al Z y comenzo a patrullar, buscando desesperado por todos lados.-

Comenzó a temblar y a entrar en crisis, había buscado por toda la ciudad, no estaba por ningún lado, nadie lo había visto, nadie sabía mada de él.

Conway notó como una furgoneta lo seguía por detrás.

Comenzó a conducir bastante rapido, la furgoneta tambien comenzó a aumentar la velocidad.

Conway se la pasaba mirando para atrás y en un cerrar y abrir de ojos, se encontraba dando vueltas de campana con el Z.

Eran dos furgonetas, la que que lo seguía por detrás y la que lo interceptó por delante.

Bajaron cinco personas de la furgoneta trasera y tiraron la radio de Conway rompiendola contra el impacto del suelo.

Lo cargaron entre dos hombres y lo metieron en una de las furgonetas, la cuál también se encontraba Gustabo.

Conducieron hasta una montaña demasiado alejada de la ciudad, literalmente quedaba en medio de la nada, no habia WiFi, nada, parecía ser el fín de ambos.

Torrente seguía en la comisaría, comenzó a ponerse nervioso, no sabía que coño hacer, no podía dejar al niño solo, pero tampoco podía dejar morir a sus compañeros.

Torrente llamó a Volkov, sabía que éste estaría libre y quizá podría cuidar del niño que también era su sobrino.

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Volkov colgó el teléfono, se subió a su auto y conducio lo mas rápido que pudo hacía la comisaría, estaba pasando lo que Conway le dijo, no logró despedirse de su Hermano, tenía miedo, estaba triste.

Llegó a la comisaría y allí vio a su pequeño sobrino tapado con una manta y durmiendo sobre el sofá de Conway, estaba completamente solo.

Llegó a la comisaría y allí vio a su pequeño sobrino tapado con una manta y durmiendo sobre el sofá de Conway, estaba completamente solo

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Cargó al niño en sus brazos y se quedó allí sentado, esperando que sea todo un sueño, rezando porque sus amigos esten bien.
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De la furgoneta bajaron más de 10 hombres completamente armados, con las caras cubiertas y todos vestidos de negro.

Bajaron a Conway y a Gustabo, éstos dos estaban esposados y con bolsas de tela en la cabeza, no podían ver nada, mucho menos moverse.

Conway aún seguía inconsciente por las vueltas que había dado con su Z.

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estoy llorando aaaaa

єη ℓαѕ ѕσмвяαѕ; ᴵⁿᵗᵉⁿᵈᵉⁿᵗᵉᵖˡᵃʸ❲ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ❳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora