Los días habían pasado, hoy era el funeral de Jack Conway, toda la maya policial estaba allí en el cementerio.
Sus mejores amigos y familiares tambien estaban allí, incluido su pequeño hijo Alexander que no paraba de mirar el sol mientras lloraba, extrañaba demasiado a su padre.
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Torrente y Leonidas tardaron un poco más en llegar, pues estos dos estaban demasiado mal, les costaba respirar, les dolía el pecho, estaban todos rotos por dentro.
Se juntaron todos alrededor de la tumba de Conway, cada uno comenzó a dedicarle algunas bellas palabras o agradecimientos que no se animaron a decirle cuando estaba vivo.
El primero en comenzar fue Volkov.
-Escuché muchas historias sobre lo difícil que es sobrellevar la muerte de un ser querido, pero nunca pensé que fuera este nivel. A veces se me vienen los recuerdos de cuando estabas en este mundo, de los planes que se tenían. Luego aparece el momento exacto donde me dijeron que te fuiste y el nudo en la gargante aparece como el primer día. Todo físicamente está aquí, menos tú, y yo. Porque sí, siendo realistas estoy aquí, pueden verme, escucharme y hasta tocarme. Pero mi alma no está, la siento lejos, siento que se fue contigo al cielo, y que por error olvidaste llevarme a mí también. Estar sin las personas que quieres es como sentir que caminas en una dimensión a la que ya no perteneces, que te falta media vida, o toda la vida se fue con esas personas que partieron.-dijo entre lágrimas y con la voz cortada, era el mas angustiado, Volkov perdió al Amor de su vida Ivanov y ahora a su hermano Conway.-
Volkov abrazó con fuerza a Horacio y escondió la cara en su cuello, comenzando a llorar desconsoladamente.
El siguiente en hablar fue Gustabo.
-Tu paso por mi vida fue corto, pero me diste amor todo lo que duró la tuya.-su voz se entrecorto un poco.- Te hice muchas promesas, varias de ellas no alcancé a realizarlas, pero prometo que el tiempo en el que este aquí las cumpliré todas. Espero algún día llegar a ser la maravillosa e increíble persona que creías que era y ojalá encuentre a alguien que lo aprecie tanto como tú. Eres y serás siempre lo que más he amado.-suspiró y continuó hablando.- Necesito sentir tu apoyo, tus brazos, tu compañía. Eras único Conway. Te extraño cada día silenciosamente, tu pequeño Alexander también. Pero hoy es uno de esos días en los que el corazón me estalla de tanta falta que me haces. Me está matando el silencio de tu casa. Me duele buscar tu aroma y ya no poder recordarlo. No me importa quién me abraza, si no eres tu, no quiero nada. Toda la vida estuviste ahí, cuidando mis pasos para que no me perdiera, me enseñaste a respetar, a amar, me inculcaste muchos valores y te voy a agradecer toda la vida, pero Jack.-comenzó a llorar y paro de hablar por unos minutos.- No me enseñaste cómo era eso de vivir sin tenerte aquí. Te olvidaste de decirme si me ibas a esperar o no, y ahora me pregunto si te voy a encontrar cuando me toque a mí marchar de aquí. Te extraño cada día, porque nadie se compara contigo, pero hoy, me desperté y te recordé, y el corazón me duele más.-abrazó a su pequeño Hijo y se alejó unos momentos de la lápida llorando.-
Leonidas se acercó a Gustabo y Alexander y los abrazó, sabía que no iba a cambiar en nada, pero Leonidas siempre era amable con los demas.
El último en hablarle a Conway fue Torrente.
-Hoy los ángeles están de fiesta en el cielo.-comenzó su discurso.- Hoy es un día de esos en los que parece que mañana no saldrá el sol.-suspiró secando sus lágrimas.-Hoy es un día en el que hemos perdido a un compañero, a un amigo, un novio, a un hermano. Hoy es un día triste y gris para la Policía de esta ciudad. Un día que quedará marcado con dos crespones negros en el calendario de nuestras vidas. Hoy en el día de su fallecimiento, venimos unidos como cuerpo de Policía y como família...-volvió a secar sus lagrimas.- a despedir y a honrar al Superintendente Jack Conway, que ha fallecido de la mejor manera que puede morir un oficial, de uniforme...
Torrente se quedó en silencio unos minutos y volvió a hablar.
Soledad dentro del corazón es todo lo que sentismos en estos momentos. Dejad de tapar carencias yendo sin camisetas, de nada sirve ocultar una sonrisa con una bandana, frente al espejo de tu habitación encuentras el vacío dentro de tu alma. Las risas, los abrazos, los sentimientos sinceros en los que nos mostramos debiles e indefensos, en los que podemos ser nosotros mismos, ésos son los que nos alejan de caer a los abismos.-se quedó en silencio.-
Todos se quedaron en silencio, lo único que se escuchaba eran los sollozos de la malloria de agentes y familiares de Conway.
Era un dia gris para todos.
Leónidas seguía abrazando a aquéllos dos mientras lloraba junto a Gustabo.
Cuándo Leonidas se separó del abrazo comenzó a cantar Quien es ese Conway con otros agentes mientras lloraban.
Realmente iban a extrañar demasiado a ese hombre, no iban a superar fácilmente su muerte.
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Fin.
20/06/2020 _______________________________ Buenas, estoy llorando mucho, escribir sobre un funeral me trajo muchos recuerdos feos.
pero se me ocurrió la idea de que si la historia llega a 15k de visitas o 20k puedo hacer una SEGUNDA PARTE.
Desde la perspectiva de Gustabo junto con su Hijo Alexander, luego de la muerte de Conway.
Obviamente esta segunda parte seria parte de otra historia, no seguiría en esta.
