'Ｌｏｓｅｒ＇ｓ '

《 0 7 》

Una ligera vista a los populares.

Ellos son...
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—¿Puedes aclarar que te sucede, MiA?—preguntó con curiosidad el gemelo por cinco minutos menor, Luvia. Estaba muy intrigado desde que su amigo rubio de aspecto principescos ingreso al sótano donde solían permanecer toda una tarde, simplemente perdiendo el tiempo.
Su hermano Suica, lo miró y él se encogió de hombros cuando, en vez de una respuesta normal, obtienen un nada elegante bufido y murmullos que contenían palabras coloridas.

Mucho insultos, en realidad.

—¡No puedo creer la desfachatez de ese...

Ambos adolescentes con varias perforaciones en sus rostros brincan de sorpresa ante el repentino estallido de MiA. Se vuelven a mirar, luego intentan recordar si había vuelto a enfadarlo pero nada venía a sus mentes.

En ello, la puerta en la cima de las escaleras de caracol del sótano de Ryoga se abre y por ella ingresan el resto de su muy amplio círculo de amigos. Suica y Luvia lo agradecen en silencio, les estaba asustado el modo que MiA daba vueltas como león enjaulado y maldecía una y otra y otra vez.

—¿Sucedió algo?—murmuró una voz de barítono, ambos muchachos asienten ante la pregunta del líder. Genki elevó una de sus perfectas cejas y siguió el dedo que señalaba la causa del repentino silencio de los escandalosos hermanos. Esta vez ambas cejas se elevaron hasta el borde de su cabello y carraspeo profundamente. —¿MiA?

—¡¿Cómo Yuga se atrevió a hablarle?!

—¿Yuga? Pero tú hermano es un encanto. A diferencia de otros...—decide dejar al aire su insinuación y, de inmediato elevó sus manos cuando la mirada de puro odio de MiA se enfoca en él. —¿Qué? Es cierto.

Ryoga se arrojó a su sofá favorito, antes de preguntar. —¿Y ahora qué te sucede, miss drama?—abrió una bolsa de frituras, se recostó y luego enfocó su vista en el rubio guitarrista.

Minpha, Karma y Ryuka estaban sentados en la alfombra, Aki se acomodó aún lado de Genki y los gemelos le daban lugar a Kosukë. Rodeando la mesa ratona llena de sus teléfonos y más comida chatarra, estaban Takashi, Jey y Masaya, comiendo sus botanas ajenos al drama que MiA comenzaba de nuevo.

Porque al rubio le parecía inaudito que ese rosado de plataformas con complejos de diva dark le hablara a su inocente hermano menor ¡Por qué diablos, Yuga era especial! Apenas y sabía distinguir de la gente mala o buena, era tan bueno que tenía que detenerlo cada vez que salían porque su pobre alma compasiva quería convertir su enorme jardín en un refugio de mascotas, no importaba la especie o de señores borrachos confundiendolos con vagabundos.

¡Sí aún lloraba por haber matado a esa mosca cuando tenía 8 años! Por ello, ese chico nuevo era malo para Yuga, muy malo y era inaudito que la primera regla de "No hables con extraños" que le mencionó muchas veces a su hermano no funcionará. Nunca lo hacía, de todos modos.

—Escuchen...—dijo, pasando una mano por su rubio cabello. Ignoró el suspiro de exasperación de sus amigos y continuó. —Yuga le hablo a ese tipo rosa que odia a Genki. —ni siquiera recordaba bien el nombre del personaje, sabía el apellido por puro milagro. Los ojos de todos _ antes enfocados en cualquier cosa menos en él_ se posaron en su persona.

Genki ladeo el rostro, pensativo. —¿El muy pequeño? ¿O el muy alto?—cuestionó.

—¡El alto! ¡Le tememos al pequeño, lo sabes!— aclaró fuertemente, pisoteando el suelo. —¡Ese Niiyama Kochi!

Ryoga bostezo y negó cuando capto el error de palabras de su amigo. —No es Kochi, bruto. Es Kouchi.

Karma dejó de lado por un momento a Seiko, su voz suave y ligeramente ronca por el desuso interrumpió el pronto estallido de MiA. —No es Kochi o Kouchi. Es Niiyama Koichiberta.