'Ｌｏｓｅｒ＇ｓ '

《 0 8 》

Los perdedores y sus nuevos pequeños cambios: El grupo de raros, comienzan con su venganza.

¡La paz nunca fue una opción!

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—¡Ya dejen de llamar, hijos de...

—¡Haruya! — regañó rápidamente Koichi, deteniendo el brazo elevado del bajito. Este estaba por arrojar su celular por los aires, harto de que el aparato sonará insistente cada cinco malditos segundos.

Varían de mensajes a llamadas y por curiosidad, abrieron un chat de WhatsApp de número desconocido y la imagen era de un pequeño pene, fue el colmo para el de hebras bicolor.

El sábado, fue una locura. Pero se veían bien ahora mismo y Haruya lucia hermoso con sus cabellos de distinto color. Del lado derecho era rosa y lo combinaba con un celeste cielo brillante, los lentes de contacto eran rosas, pero así acentuaba la belleza natural del niño. Sin embargo, por más adorable y bonito que luciera, su actitud seguía igual de agria y hosca. Koichi lo entendía, en especial ahora.

Luego de la locura de la mañana, de saber que eran objeto de acoso intenso desde entonces culpa de unos jodidos hijos de puta, agradece que por el momento se mantuvieran estables. Más o menos, se corrige.

—Hey, Haruya ¿no? ¿Te gustan las citas en los cines? — un joven, de tercer año, identificado como Sana, se burló. A su lado iban Isa y Shoma quienes se rieron junto con él.

Tamon, se colocó de pié. Su color de cabello antes sólo morado _uno penoso, según Hizaki_ ahora era negro con mechones en su flequillo de tono violeta oscuro. Sus ojos, tras los anteojos culo de botella brillaban en verde, gracias a los lentes de contacto que le fueron obligados a usar debido a Kenji. En palabras del hermano mayor de Siki, debían ir poco a poco con los cambios y luego relucir para tomar por sorpresa. —¿Qué insinúas, Sana? —dijo, apretando los puños. Haruya, no obstante, se libró del brazo opresor de Koichi para ir directamente hacia el pelirrojo delante de su mesa en la cafetería.

—¿A ti te gustan las citas en los hospitales? —murmuró. Isa se colocó frente a Sana, salvando al muchacho de un posible golpe. —Bien, dos por uno.

Isa hablo. —Cálmate, solo es una broma. —dijo, Haruya, sin embargo, no se calmó un carajo y pateó poco después en el paquete al alto pelinegro con fuerza, este cambio su expresión tan rápido como el aire dejo sus pulmones y caía de rodillas gritando adolorido. Sana retrocedió en cuanto la mirada furiosa y colérica del enano endemoniado se enfocó en su persona.

—¡Y-yo...

—¡¿QUÉ CARAJOS ESTÁ PASANDO AQUÍ?!—gritó una poderosa voz, salvando al muchacho de una posible paliza, pero lamentablemente la persona que idéntico al girar y enfocarla, no era mucho mejor.

Era el profesor aterrador de Literatura, Koichi tembló debido al miedo que ese tipo le generaba y todos estaban igual. En completo silencio, pálidos e inmóviles ante la sorpresiva llegada de Tooru Nishimura mejor conocido como "Kyo" el demonio de tatuajes varios y altura dudosa.

Todos quedaron congelados en sus lugares, no obstante, el profesor tenía cierta manía curiosa que causaba aún más miedo. Los hacía hablar, sin dudarlo y con sólo chasquear los dedos.

Su mirada chocolate vio con detenimiento a los estudiantes de todas las edades y se detuvo en el montón de adolescentes en la mesa del fondo.

Koichi sudo frío cuando captó el brillo sádico del hombre una vez se detiene en ellos. Lamento mucho que uno de sus mejores amigos fuera un altivo que no demostraba titubeo ante nadie y apostaba que Haruya jamás lo haría.