Capitulo I
Yo solo pido un amor que quiera con el alma, antes que con el cuerpo y así poder entregarse en alma y cuerpo. Mi vida es trabajar de tres de la tarde a siete de la noche, casualmente hoy se me hizo algo tarde, pero nada me ha pasado hoy, por suerte sigo viva. Observando el camino que para mí es muy singular a pesar de que hace mas ya de tres años lo paso todos los días, sin falta, muchas cosas pasaron en el pasado y siguen persiguiéndome cada minuto, cada segundo de mi vida, de mis recuerdos. A veces nos martirizamos nosotros mismos con nuestro propio pasado, con nuestras acciones o elecciones que no tuvieron nada que ver con la nuestra, que estuvieron fuera de nuestro propio juicio, elección y voluntad. Como sea, tenemos que luchar contra ellos y los recuerdos contra el olvido. Este día parecía ser como todos, normal, algo normal por fin nada podría haber de diferente, aparte de que los arbustos de hace tres años por fin estaban siendo podados por un viejo de aproximadamente unos cincuenta y seis y a pesar de ello no puedo evitar perderme en aquel cielo que me encanta ver siempre cada día de camino, las formas de las nubes o incluso los bellos atardeceres con un cielo rojo, nubes preciosas, la luna en un punto y el sol en otro, donde dos amantes pueden observarse… de pronto, el chofer, algo torpe frenó, unos les dijeron algo y otros solo nos acomodamos pues freno demasiado brusco. Volteo hacia la puerta del camión que se abre, mi respiración se acelera, de todos los cielos azules posibles este era único, me perdí, me perdí dentro de ese cielo, ese cielo tan único y singular, tan retador y apasionado, jamás en la vida había topado con una mirada así, tanta adrenalina por una mirada, era probable no volver a ver jamás a ese hombre con traje y mucho mas sexi que ningún otro, guapo, atractivo, jamás lo había mirado y seria poco probable hacerlo así que reaccionando, volteo mi mirada como si no me hubiera perdido en ese cielo.
Ahí estaba yo, desorientado y enojado por los fallos de mi auto y apurado por una junta. Me tomo el primer transporte que veo al subir jamás lo pensé, jamás pensé poder paralizarme de esta manera, era un café único, singular, un café que estaba seguro me quitaría el sueño en mas de una ocasión y en mas de mil maneras, una mirada retadora, sin sueño choco conmigo, esta morena de cabello negro rizado y mirada café, era insaciablemente hermosa, su mirar me quito mil demonios y se llevo mi respiración, pero ella pareció no tomarme importancia aunque sencillamente no podría olvidarla.
Sentí su mirada por unos instantes mas hasta que se sentó en el asiento de en frente, a mi parecer parecía alguien muy elegante con aquel traje gris, trate de olvidar ese momento tan eclipsante que me había paralizado, fue una simple sensación que pudo durar algo mas de un segundo, pero fue mas de lo que sentí en toda una vida, ridículo, pero cierto, la única vez que pude sentir amor por un hombre, fue asesinado. Seguí mi mirada perdida por todo el camino mientras sentía como el volteaba a verme de reojo y yo al igual de reojo podía disfrutar su bello perfil y excitante barba rebajada castaña clara, quizá era solo mi imaginación, un chico así no podría fijarse en una chica tan común, además de ser una chica tan maldecida, como yo.
Tenia que hacerlo, tenia que voltear a ver a esa mujer tan hermosa con cierta mirada retadora esa mirada que me mato por dentro, ella parecía no tomarme importancia mientras yo moría por saber su nombre, juro bajarme en donde ella baje, no importa que pierda, tengo que saber algo de ella, lo que sea.
Llegue a mi parada y al pasar por un lado de el pude constatar su aroma fragante y masculino, Dios!, de donde es este chico?, seguí mi camino cuando de pronto siento que alguien sujeta mi brazo y al voltear, la adrenalina otra vez llego a su limite, mis ojos eclipsaron con ese cielo inolvidable e incomparable, que hacia el tomándome del brazo?, que hacia el siguiéndome!.
Tenia que ir detrás de aquella morena con mirada asesina. No lo pensé dos veces, baje y camine detrás de ella hasta que me percate de que alguien la seguía, no hablaba de mi, evidentemente yo hacia lo mismo, pero sabia mis intenciones y no las de aquel hombre con sombrero y barba que vi como pretendía acercarse mas a ella y no lo pensé dos veces, la tome del brazo y volteo, ella voltea y paso de nuevo, como podía provocarme tanto con solo una mirada, me mataba esta chica, sus ojos cafés resaltaban tanto con su cabello, sus labios apetecibles y su rostro, rostro hermoso y puro, por todos los cielos, que me estaba pasando?.
- He, que te pasa?. - Respondí bruscamente y con temor a que fuera de quien huía.
- Hola, no me recuerdas?. -fingí mientras el hombre observaba desconcertado.
- No, llevo prisa. - Tenia que huir, lo que temía, estaba pasando, el me seguía.
- Vamos a tomar ese café al que quedamos de ir, recuerdas?. - Señalé a ese hombre con la ceja discretamente con la intención de que ella comprendiera.
- Esta bien, vamos.- Entendí su mensaje, el miedo seguía pero por otra parte me sentí aliviada.
Caminamos varias calles hasta que constatamos que el hombre no nos seguía, entonces este tipo hizo una llamada, no sabia que hacer, no podía contar que sabía porque me perseguía y que vivo con miedo a esto. Pero por otra parte fue lindo el sentirme segura después de tanto tiempo. Aunque muy extraño.
- En un momento nos podremos ir.
- A donde?. - Desconcertada contesto.
- No me da confianza que te sigan, es peligroso, te llevare a un lugar seguro.
- Tengo que ir a trabajar, además tu eres un extraño para mi, no se tu nombre si quiera.
- Soy William y tu?.
Vaya nombre para tal hombre. Aun me ponía tensa su mirada inolvidable, tenia que irme, no podía quedarme, mi vida tenia que seguir y no iba a ser con el, no podría, me jure a mi misma no volver a poner la vida de nadie en peligro.
- Yo Emma, pero me tengo que ir, tengo que trabajar.- estúpida dije para mis adentros. Porque rayos le dije mi nombre!, pero luego se dan mas importancia creyendo que los queremos atraer con el misterio y lo excitante que este podría llegar a ser.
- Ese tipo te seguía.
- Tu igual.- su fragancia lleno mis fosas nasales, exquisito.
Era tan testaruda como su mirada que me volvía loco solo quería protegerla sentía esa necesidad y tenía que hacerlo. Siempre hacia lo que me proponía, fuera lo que fuera y esta fiera no seria la excepción. Investigaría a fondo quien la seguía y el motivo de su nerviosismo. Posiblemente ella sabía el porqué, pero estoy seguro de que no me lo diría.
- Entonces espera a que llegue mi chofer y te llevare a tu trabajo.
De verdad, un chofer!, tenia que salir de esta, ahora.
- Puedo ir caminando, esta a dos calles.
- En donde trabajas?
- Soy mesera en el coffee post.
- De verdad?
- De verdad.
- Como es posible que jamás te haya mirado, e ido ahí un par de veces y jamás te mire.- “un par de veces”, iba dos horas seguidas todos los días en los que me encontraba en philadelphia.
- Mala suerte, quizá.
- Quizá.
Sonrió con tanta complicidad que no pude evitar sonreír y sentirme un poco más segura, pero era hora de irme.
- Es hora de irme, si no llego en cinco minutos, seguro me despiden
- No, si llegas conmigo.
- No lo creo.
- Yo si.
- Habrá que verlo.
- Después de usted señorita Emma.- sonreí fascinado al ver como fruncía un poco los labios y levantaba la ceja sutilmente.
Voltee mis ojos y sonreí aquella situación me había cautivado, estúpidamente, pero claro, no se lo deje ver.
Ella era tan testaruda al igual que su mirada, esta mujer iba a volverme loco.
Caminamos dos calles, solo tirándonos miradas y sonrisas, tenia que alejarme de este tipo, yo no podría ser feliz jamás con nadie, solo esperaba que el me dejara en paz ahora que sabe donde trabajo, lo veía difícil, tipos como el, solo buscan una cosa aunque no podría olvidarlo, pues, su mirada me cautivaba y paralizaba. Notaba cierto interés en el, pero tenia que alejarme, mi condena es solo para
mi, no para nadie más.
- Creo que hemos llegado a tu destino.
- Así es, gracias por salvarme la vida. - Respondí con cierto sarcasmo
- Detestaría tener que apartarme de ti. - Lo dije con tanto atrevimiento que me sorprendí de mi mismo, mientras ella levantaba una ceja y hacia algo con su boca, parecido a una media sonrisa, que por cierto, para mi era perfecta.
- Detestaría que no lo hicieras.- Dije con cierto desprecio que odie.
Y ahí estaba otra vez su mirada, desafiante como una leona, pero había algo que me ataba y me mataba, todo terminaba en ELLA.
- Nos vemos pronto Emma.
- Señorita Ema, Will.
- Señorita Emma. – Iba a volverme loco.
Entre al coffee post lo mas pronto posible, no menos atemorizada por la hora de salida, y si ese tipo llegaba a aparecer, no habría un súper héroe en cada esquina y yo no traía mi arma, como siempre, debía dejar de hacer eso, ya era la segunda vez, pero por suerte la primera, traía mi navaja, bueno, siempre la traigo en mi llavero, precaución, ya saben. Pasaron las horas y mi rutina fue la de siempre, no podía parar de pensar en aquel cielo tan azul que me estremecía y quisiera poseer. Pero eso no podría ser. Mas tarde saliendo del trabajo envié un mensaje a mi tía con quien me e estado quedando estos tres años desde que me mude de Londres aquí a philadelphia, aunque ya no se si fue lo correcto, mi tía Linda es una buena persona pero John su ex esposo logro hacer un verdadero infierno y aun nos persiguen sus demonios. Cuando recién llegue aquí, llegue con la ilusión de convertirme en la maestra del diseño pero, la oscuridad opaco todo volviéndome esclava. John no era tan buena persona y mi tía no era tan valiente como pensé, yo no tenia apoyo de mi padre, ni de ningún algún familiar, mucho menos dinero, cuando deje Londres, deje el dinero y mi libertad. John volvía a mi tía linda esclava sexual de otros tipos a cambio de grandes cantidades de dinero y al llegar yo, todo empeoro.
Al llegar a la casa mi tía esperaba, intranquila, al contarle los hechos no dudo ni tantito en que era gente de John, habría que andar con cuidado a partir de ahora, además de que la policía no puede hacer mucho al menos de que ya estés apunto de ser ahorcado te brindaran su apoyo. Mejor dicho, cuando estés ahorcado.
Los ojos de aquel hombre dieron luz a nuevas ideas y esa noche no dormí hasta tarde dibujando y dibujando aquel cielo inolvidable plasmado en mis diseños con algunas canciones en español, en mi educación aprendí ciertos idiomas, como el francés y el español.
A la mañana siguiente me levante como todas las mañanas fachosa y haciendo el desayuno con mi glamorosa actitud. No es cierto, en las mañanas siempre parezco espantapájaros.
Mi tía siempre se levantaba diez treinta y me aseguraba de siempre tener el desayuno en la mesa en forma de agradecimiento, de pronto sonó el timbre, algo inusual y al fijarme quien era me percate que era un trabajador de alguna florería y al abrir la puerta me hizo entrega de un bellísimo ramo de flores rojas que traía una tarjeta que decía:
“Tu mirada me quema, pero tus demonios me matan”.
Una frase apasionante y no pude evitar sentir un poco de emoción en todo mi cuerpo, la nota decía que era del tipo de ayer William, Dios!, solo podía pensar en lo asquerosamente cursi que era, además de que el tipo sabia donde vivo, ahora que haría para deshacerme de él (tranquilos no lo mataría), tendría que alejarlo. Conmigo estaría en peligro, lo más extraño es que consiguió mi dirección y ahora no solo sabe donde trabajo si no, evidentemente donde vivo. Tendría que ajustar cuentas con el y terminar de alejarlo de una buena vez. Al terminar de alistarme para ir al trabajo fui a despedirme de mi tía quien se iría a un retiro espiritual de dos semanas a Shanghái y muy preocupada por lo que paso me dejo encargada con un trabajador de su florería de abajo Alex quien sabe todo y seguro nos ayudaría, además de mostrarme el arte de defensa personal, bueno solo me esta puliendo, John me lo mostro primero al igual que el manejo de armas, pero también es cierto que mi tía necesita demasiado ese retiro ya que anda con los nervios de punta y estaba en oferta, lo pago con seis meses de anticipación. De camino en el transporte iba perdida en el cielo recordando la intensidad de ese cielo en el que me había estremecido tanto aquel día anterior y quizá no volvería a ver aunque lo dudaría tomando en cuenta que me mando flores, me percate de que nadie me siguiera esta vez y al bajar del transporte seguí mi camino, con mi arma, claro, no la volvería a dejar.
Me quede paralizada, todo aquello era un escandalo poco común, una cuadra antes de llegar al trabajo se escucho un gran estallido y había humo por todos lados, la gente corría de un lado a otro, empecé a percatarme de que todo ese escandalo venia del coffee post, una sensación horrible venia de mi pecho, ese nudo en la garganta y feo remordimiento no salían, no supe como, pero comencé a correr hacia el café desesperadamente, podía sentir el aire con tanta fuerza sobre mi, chocaba con personas o las esquivaba, no paraba de salir esa maldita agua de mis ojos, sentía como todo mi cuerpo se estremecía, todo lo que tocaba, destruía. De pronto choque con alguien, me abrazaba y apretaba fuertemente, yo reconozco ese olor, ingenua y vulnerable, solté en llanto, era horrible lo que pasaba hasta que reaccione, me aparto y volteo hacia arriba y es el, es mi cielo, mi cielo estúpidamente cursi, no sabia nada de ese hombre, pero cerca de el yo me sentía la persona mas segura del mundo, su mirada era cálida y sus brazos el mejor hogar.
La mire, la mire corriendo desesperada con su mirada apunto de estallar, esa mirada que había dejado sin sueño, estaba partida, así que me decido, me interpuse en su camino, decidido a darle consuelo, la apreté fuertemente indispuesto a dejarla ir, hasta que se separo y puso en mi su mirada, el desafío seguía, pero ahora una gran nube de tristeza la llenaba, solo sentía la necesidad de proteger a mi hermosa morena de ojos cafés.
- Gracias.- Dije sin mas
- Temía que estuvieras adentro, todos allí…
- No puedo creerlo.
- Tranqui…¬¬- Me interrumpió sin más, esta chica iba a volverme loco.
- Es mi culpa, todo es mi culpa, todo esto, toda esta…
- Emma, no es tu culpa, fue un mal manejo de gas.
Solo lo miraba, no tenia ni idea, era una mierda todo lo que estaba pasando y el solo trataba de animar algo que ya estaba muerto, no sabia lo que el quería, solo pasaba eso por mi mente. No podía dejar de cerrar y abrir la boca sin lograr decir nada, mi guardia estaba abajo. Hasta que recordé.
- Como conseguiste mi dirección.- Era un reclamo, no una pregunta.
- ¿Qué?.
- Sí , las flores,¡¿me sigues?! , ¿eres un acosador?. - casi estérica le respondí.
- No, tranquila, una mesera del café me dio tu dirección.
- ¿Porqué?, aléjate de mi, no quiero volver a verte.
- ¿Qué?, ¿Porqué?. – no lograba entender por qué siempre trataba de alejarse de mi, sentía su atracción a mi, quizá era eso lo que mas miedo le causaba.
- Porque no.
No sabia que había hecho mal, ella simplemente lanzo su mirada café penetrante y hermosa a la vez, pero seguía evitándome y yo solo quería estar cerca de ella, no sabia la razón, pero era como la fuerza de atracción de dos polos opuestos, tenia la sensación de que ella me necesitaba y debía de estar con ella.
Sin mas no respondí, con tanto dolor, no podía, solo quería estar sola, irme lejos, lejos de todo, lejos del mundo, lejos de todo y todos.
- Emma, escucha, estas en peligro, ese tipo de ayer estaba aquí casualmente y no me da la gana dejarte sola.
- Porque?, es mi problema si me pasa algo, déjame en paz.- apenas pude conseguir decir, seguía bloqueada al ver todo aquel desastre.
- No lo hare, tengo la impresión de que sabes que pasa aquí.
- Es mi problema, no el tuyo.- lo empuje hacia atrás.
- Tal vez solo necesites hablar.
- Oh, alejarme de ti, deja tu estúpida psicología para otro día Will.
- Quiero estar cerca de ti.
Me aleje no tenia caso seguir ahí.
- Dime que no sientes lo mismo cuando nuestras miradas chocan, que no sientes que la adrenalina corre por todo tu cuerpo y es extraño porque apenas y se tu nombre, pero si algo se es que puedes tirar la mirada mas intimidante que e visto en toda mi vida. Me paralizas mujer.
- Vale, para ya o me pondré a llorar del sufrimiento que me causa escuchar toda esa palabrería tuya, vámonos de aquí.- mi padre, cuando me quería, decía lo mismo de mi mirada y eso me conmovió.
- Se a donde te gustara ir.
- Esta bien.
Caminamos una calle hasta llegar a su auto que lo esperaba, me abrió la puerta y al entrar pude rozar un poco mi cara con su cuerpo y oler su fragante aroma tan fresco y masculino que terminaba de acentuar con su traje azul rey que lo hacia ver aun mas atractivo y sus ojos resaltaban inimaginablemente, su cabello castaño claro rizado era lo mas bello. Subió al auto y comenzó a manejar, era un silencio cómodo y cálido, solo podía recargar mi cabeza al asiento y contemplar el cielo y lo que pasaba alrededor.
La vida seguía a pesar de que hace unos instantes en el coffee post murieron personas, personas importantes para mi y para otros, como era posible que la vida siguiera igual para algunas otras personas y para el resto igual, pero diferente. Diferente porque lo único que haces es seguir, observas y analizas pero no te sientes igual, estaba tan sorprendida, jamás lo hubiera imaginado, mi vida volvía a estar de nuevo en peligro y no sabia que hacer, era todo una maldita mierda. Todos los días ocurren estas cosas, mientras nosotros decidimos desperdiciar nuestra vida, porque vivir con miedo, también es desperdiciarla, me sentía tan cansada, lo único que me consolaba era que, a pesar de que mi tía linda estaba en un lugar fuera del mundo moderno, estaba a salvo.
La observaba, se miraba radiantemente perdida en sus pensamientos y lograba verse jodidamente hermosa, era la mujer mas bella que nunca antes había visto, mientras manejaba no quería perderla de vista pero era eso o probablemente chocar, y yo la quería completamente viva aunque ahora estuviese hecha trozos por dentro. No puedo saber que piensa, que pasa por su mente en estos momentos, si en realidad va observando o va perdida entre sus pensamientos, solo quería entenderla y comprenderla, sabia que tenia que cuidarla y que ella lo quería también en el fondo, pero algo dentro de mi me decía que dentro de esta chica había mucho mas, me iba a doler, tal vez, pero quiero saberlo, intentarlo, saber porque el descifrar a esta chica me cuesta aun mas que cerrar un trato de millones de pesos tan solo hablando japonés y eso me hace sudar, esta chica me mataría, lo haría, pero yo lo quiero, así lo quiero y así seria.
Después de un largo momento de silencio el hablo.
- Espero y te sientas cómoda, creo que este lugar te gustara.
Sonreí cálidamente, habíamos dejado a la ciudad desde hace un buen rato y comenzamos a entrar a un paisaje diferente lleno de arboles y flores, era tan bello que quería que fuera eterno.
Estaciono el auto y bajo antes de que el pudiera llegar a abrirme la puerta, lo hice yo.
- Creo que eres algo lento Will.- Ni por un momento lo dejaría hacer de las suyas aunque era todo un caballero. Posiblemente un imbécil. Lo siento no puedo dejar de pensar eso, soy una maldita desconfiada pero y que, muchos comen palomitas con cátsup y siguen su vida como si nada, y sé que es ridículo, pero también extraño, aunque se respeta.
- Y yo creo que es algo testaruda señorita Emma.- de nuevo retándome.
- Concordamos en algo por fin.
- Ven conmigo.
Comenzamos a adentrarnos y cada vez era más y más bello, podía oír el cantar de los pájaros, todo esto era tan hermoso. Recordé aquel día en uno de los bosques de Canadá con mi madre, mi bella madre, cuanta falta me has hecho, esos lagos, arboles, ese paisaje del que tanto disfrutamos a carcajadas y ese fatídico día en el que ocurrió la desgracia, como no pensar que estoy maldita como dijo mi padre la última vez que lo vi. Después de todo lo que pasa a mi alrededor, pero me limito a pensar que es el destino y no yo, trato de ser lo mas optimista para la oscuridad de mi vida, no quería pensar que siempre seria así, no podría acostumbrarme a este hombre que me hace sentir tan segura, después de todo soy una plaga que mata todo a su alrededor, tal y como lo dijo mi padre y como no pensarlo, primero mi hermana y luego mi madre, aunque me dolió, no volví a saber nada de él y no se si fue error mio o quizá de los dos, supongo que a veces sentimos tanto dolor dentro de nosotros mismos que pensamos en alejarnos y pensar que es lo mejor por miedo a contagiar a alguien mas o sentir que eres una mancha de incomodidad sin mas. Después de lo de mi madre me mando a un internado, regrese a los veinte y me dijo que no me quería con el, mi tía linda es la única familiar que queda de mi madre, por eso fue la única con la que pude llegar, ella me envió el boleto de avión, porque mi padre, ni eso quiso hacer por mi.
La observaba con sus ojos llenos de brillo perdida en sus pensamientos observando y caminando sin ver en realidad, iba de verdad absorta en sus pensamientos. Me mataba la incertidumbre al no saber que piensa, que siente, que observa, quisiera ser su misma piel para entenderla como era que alguien con olor dulce me hiciera sentir tan feliz y despreocupado por todos los deberes que debo cumplir, como es que solo ella me haga poner primero el amor antes que el deber, que curioso, yo hablando de amor, cuando esto podría ser no mas que atracción, además estoy hablando de amor, estupideces, aunque su cabezota llena de contras me fascina y me proporciona tanta diversión y quizá, tal vez ni siquiera se dé cuenta de que lo hace o de que me encanta que lo haga, me esta volviendo loco y mas que una noche con ella, desearía abrazarla, besar su frente dormir junto a ella y que ella se sienta protegida, es tan hermosa.
- Así que no soy la única que se pierde entre sus pensamientos eh. -Dice ella con cierto tono que no puedo evitar sonreír.
- La diferencia a ti, es que yo te observaba y pensaba en lo hermosa que luces ante la luz del atardecer. – Digo sorprendido de mi mismo y con un tonito que delata que me sorprendió.
- Vaya, al parecer alguien lleva experiencia con esto. – no podría dejarlo ganar con una frase tan pasada de estilo.
- Lo que pasa es que la inspiración me hace sentir tan seguro para derrochar tanta cursilería. – le sonrió algo sarcástico y con tanto aprecio y ternura que me da.
Le volteo los ojos con media sonrisa y sigo caminando.
- Eh, espera, aun no terminas de contarme sobre ti, de hecho ni siquiera haz empezado.
- Will, me siento tan completa en este momento que no quiero hablar ahora sobre mi y arruinar el momento, déjame disfrutar de este bello lugar, disfrutemos de nosotros, que esta puede ser la ultima oportunidad.
- La ultima oportunidad?. – desconcertado pregunto.
- Veras, lo que sea que quieras conmigo esta es tu oportunidad después de hoy tu y yo no volveremos a vernos, es lo mejor, no puedes involucrarte mas conmigo.
- Per… - antes de que pueda decir mas ella me silencia poniendo su dedo sobre mis labios.
Pareciera que los segundos se convirtieran en horas, estuvimos frente a frente, no pude evitarlo, me acerque a ella tanto que podía sentir su respiración eran tentadores esos labios soñados, tan carnosos y rosados, los mas perfectos del universo. Sin mas la bese, la bese y el mundo se paro, no quería que ese momento se acabara, eran tan dulces, como si estuvieran hechos para eclipsar con los míos, me sentía como un simple mortal a lado de la diosa, lo decidí en ese momento, no volvería a estar sola jamás, no me lo permitiría.
Cuando parpadee ya estaba hecho el eclipse lunar mas grande del universo, fue lento al principio y después algo apasionado, solo podía pensar en lo feliz que me haría tenerlo en mi vida, por un momento pensé en apartarme pero me deje envolver entre sus brazos y ese gran momento tan mágico, era el primer beso que cedía voluntariamente después de tanto tiempo y era magnifico, perfecto, todas esas emociones que me hizo sentir me hicieron darme cuenta de que aun no morían, que aun vivían, que aun sigo viva, pero también me di cuenta de que era demasiado bueno para mi y que después de ese día yo no lo volvería a ver por su propio bien, pero estaba decidida a disfrutar ese día como el ultimo y también como el primer día en que me sentí tan viva después de lo de mi madre.
Cuando nos separamos sabíamos que nada volvería a ser igual.
- Siento mucho si te incomode, pero…
- Calla, fue el mejor beso que jamás recibí, mira esto, es perfecto para mi, acaso para ti no lo es?.
- Pero que dices, casi me deja sin aliento, he esperado tanto por ti Emma, quiero que sigas en mi vida.
- No pienses más en el futuro y solo disfruta hoy. – El no podía pensar eso, tenia que pararlo, además, era taaaan cursi que sin querer le volteo los ojos mientras sonrío para seguir caminando.
Esa tarde fue mágica la mejor, me sentí tan viva, me creí capaz de poder amar a alguien, de poder ser amada, me sentía alguien normal, a su lado, yo era la mas feliz, quería que ese momento fuera eterno, subimos una colina y ahí sentados y abrazados fuimos los mas felices viendo el atardecer, sentía que por fin había encontrado mi lugar, hasta después. No podía evitar lo cursi que mis pensamientos se ponían, pero acaso no les ha pasado esa química, ese clic con esa persona que sientes que la conoces de siempre o que te hace enojar tanto que ese enojo se convierte en pasión?, si es así no lo dejes ir, como yo. Jamás.
Fuera del edificio se despidió con un beso que me estremeció, al principio fue lento, pero después exigente, nuestras lenguas se tocaron y no pude evitar enrollar mis dedos en su cabello de risos castaño, era una pena tener que parar. Le di las gracias por todo y mientras subía mire la puerta entre abierta del apartamento de Alex escuche como carros se estacionaban fuera y entre, fue lo peor, termino con todo, había varia gente y Alex. Oh Alex, pobre Alex, cargo con todo, estaba golpeado y además de eso con un disparo en la frente y colgado sobre la pared, como si lo hubieran crucificado y en la pared estaba escrito con su propia sangre, “ENTREGATE O ERES LA SIGUIENTE”, fue tan escalofriante que mas quería ese hombre todo se lo habíamos dado mi tía y yo. Ahora volvía y volvía con todo, ahogada en un llanto interno de desesperación corro a mi apartamento donde esta todo desordenado, el departamento que con tanto esfuerzo pagábamos cada mes después de lo de John pero evidentemente caigo en cuenta de que ese ya no es lugar seguro y decidida agarro las valijas y tomo las pertenencias mías y de mi tía hago una carta que le enviare hasta donde esta, esperando a que la lea y al fin de su encuentro espiritual vaya al lugar que me heredo mi querida madre y que mi padre no pudo quitarme, el mismo lugar que teníamos como lugar secreto en un caso así, cuando salgo me encuentro con la policía, porque?, maldita sea, no me dejaran ir.
Un policía alto, musculoso de pelo negro de unos cuarenta se acerca y aquí vamos con el interrogatorio.
- A donde va con tanta prisa?, acaso no puede con la culpa?
Esta loco este tipo, ahora intenta acusarme?...
- Se equivoca, me voy por que.- paro un momento y me pongo a reflexionar, si digo que soy yo a la que amenazan, me interrogaran y no me dejaran ir, ni locos, analizo rápido y vuelvo al ataque.- con lo que le paso a Alex, esto es un lugar peligroso para todos, es mas que evidente y para hablar de culpas mejor cheque con el guardia las cámaras de seguridad para que pueda ver mejor con mas claridad, yo apenas llego y veo todo esto, lo siento mucho pero soy una mujer muy paranoica.- dijo exagerando, como si fuera una de esas mujeres desesperantes, así lo hartaría y me dejaría llegar al estacionamiento, además de que me di cuenta que es el típico hombre que toma a las mujeres como estúpidas, el muy idiota.- esto no lo puedo soportar, y no seria de gran ayuda como testigo, no tiene nada para retenerme, adiós. – le paso por un lado dejándole sin habla.
Corro hacia el auto que tenemos para este caso y salgo en marcha me aseguro de que nadie me persiga y sigo mi camino hacia la línea postal que esta a punto de cerrar pero casi le suplico al muchacho que la guarde para enviarla mañana a primera hora y acepta. Sigo mi camino de aquí a Pensilvania con un camino sin trafico serian 3 horas o mas posiblemente, la casa que mi madre me dejo no era del saber de John, el ex esposo de mi tía. Cuando me percato por el retrovisor que hay dos carros negros detrás de mí, seguí lento hasta que me di cuenta que me seguían, maldición. Sin pensarlo dos veces, acelero y comienza una persecución tipo rápido y furioso pero a diferencia de que nadie saltaría por un edificio y esto es más real y chafa, comenzamos a pasarnos semáforos, altos, hasta que… me dirigí hacia una curva, retrocedí y no dándole tiempo de frenar al otro estúpido, se estampa contra la esquina de un edificio. El segundo idiota venia detrás aun, mirando por el retrovisor calculo la distancia, siendo este un auto moderno lo pongo en piloto automático y me dirijo hacia atrás, abro un maletín y miro una pluma, una maldita maquina de toques y una mini pistola, genial!. Y 100 dólares. Pensando y reflexionando me percato de que no es una pluma cualquiera y me pone tan contenta, abro la ventana de atrás saco la cabeza y apuntando con la luz ultra violeta de la pluma, apunto a la llanta, le dedico una sonrisa y tras picar el botón, el carro se descarrila por el impacto de una llanta ponchada, que pensaban una explosión?, hubiera sido genial pero no amigos, esto es philiphinas y créanme no quieren saber que era la pluma, ni de quien era, lo que si deben saber, es que solo funciona una vez, bueno, de algo sirvió.
Tomo una ruta mas vacía y mi mala suerte no podría estar peor, el auto que tanto me debía servir en estos casos, falla y mi única manera fácil de no llamar tanto la atención y huir a toda prisa, soy yo, tenia que usar las clases de mecánica que me dio John alguna vez en su fase del tío mas amable y algunas de defensa personal (tengo demasiada experiencia), aunque solo fue siempre un hipócrita viéndome con un signo de dinero en el rostro, como nunca lo imagine, como imaginar que prostituía a su propia mujer por unos simples dólares, que imbécil, como era posible que nosotras las mujeres nos podríamos dejar someter tanto por miedo, eso debería haber acabado ya, todas debimos de acabarlo así como lo hice yo, aunque no fue la mejor manera, era la única solución en ese momento. Me propuse arreglar el auto y al intentar encenderlo funciono, me dirigí hacia una gasolinera iba con una blusa blanca y un Joggers de satén negro y tenis Adidas blancos y una gorra Nike, algo que me puse rápido antes de salir del apartamento.
Fue la tarde mas increíble de toda mi existencia, solo lograba pensar en ella y sus labios tan dulces y carnosos que me poseían con tanto deseo, sus besos más feroces que cualquier mirada que me haya aventado ya. Fue tan increíble, solo podía pensar a partir de hoy en un nosotros y en nuestro presente, sé que ella es tan capaz de romperme el corazón y aun así la seguiría amando. Amar, como era posible sentir eso, o pensar que es amor, tan solo en dos días, pero me limito a cuestionar estos sentimientos que estoy seguro de que son superficiales, pero ahora prefiero pensar que todo es cuestión de química y no de tiempo, que esta mujer me ha hecho sentir mas vivo en una tarde, en dos días, en unas horas que personas realmente viejas en mi vida, era desafiante, audaz, inteligente, me pregunto cuanto mas esconde, que mas descubriré, sin pensármelo dos veces le llamo para quedar otro día, pero solo consigo un buzón de voz directo, decido no molestarla y me limito a irme a dormir.
Ya van tres días y no puedo aguantar mas la desesperación, me contenía por no parecer un lunático pero ahora las llamadas no entran y mis mil y un mensajes de voz jamás fueron contestados, le pido al chofer que me lleve inmediatamente al edificio de su locación y al llegar me encuentro con una cinta amarilla de “restringido” y un periódico sobre llevado por el aire a mis pies, lo leo y lo que ocurrió ahí fue terrible por eso no contestaba mis llamadas, ella que me dejaba sin sueño, solo podía pensar en ella, donde estaba, en que la involucraba todo esto?.
Días después mis hombres entran por la suite trayéndome mas información, y fotografías. Una en particular que me dio muchísimas preguntas pero mas que eso, también respuestas en una pared blanca estaba escrito con letras rojas, al parecer con sangre de la victima, “entrégate o eres la siguiente”, es por eso que huyo?, que nadie la ha vuelto a ver a excepción de la mujer que la miro salir con una maleta azul perla, a pesar de que mi gente no encuentra huella de ella, pero que tenia que ver ella con esa gente?, por mi mente solo pasaban dos opciones o había huido o la tenían. Al pensar en esas opciones me estremecí por completo y sigo viendo el folder y me encuentro con un dato interesante, una situación policiaca hace aproximadamente cuatro o tres años, quizá. En todo ese asunto se trataba de un tal John el que prostituía ha mujeres pero la que mas destaca es una señora que lleva por nombre Linda y parecía ser su esposa según los documentos, los tipos así siempre han sacado lo peor de mi, mas abajo, encuentro algo horrible, mi pobre Emma, si era de eso de lo que ella huía tenia que encontrarla cuanto antes y protegerla, protegerla de todo y contra todo. Ese tal John se había escapado de la cárcel ya hace algún tiempo.
Ya había pasado un mes y solo había recibido un gmail de mi tía diciendo que en el encuentro espiritual le habían ofrecido un trabajo como aprendiz de la guía espiritual, para después guiar a otros al camino de la luz y que solo salía ahora unas veces al mes al pueblo de donde me había mandado este gmail y un tal Jake le había ayudado a enviar este gmail y que esperaba con ansias mi visita, fue algo extraño pero no quise hacerme ideas en la cabeza y caer en la paranoia, mi vida en Pensilvania había dado un giro inesperado e increíble, ahora trabajaba en un empresa representante de diseños, me pagan por cada diseño que hago y aunque sedo los derechos a los interesados se les dará mi información lo cual seria una gran oportunidad apenas me a contratado uno pero no fue algo concreto, fue algo simple de dos diseños pero pagaron muy bien por eso. La casa que me heredo mi madre era bellísima, contaba con dos pisos, una gran Glighone Lámpara Colgante de Cristal a la entrada y un gran tapete largo muy elegante, las escaleras en el pasillo enfrente a la puerta de madera elegante, el comedor inmenso, aunque a veces eso me hacia sentir algo sola, pero la cocina era roja con paredes blancas al igual que el piso, todo incluyendo la barra que esta en forma de media luna, preciosa, además de ser el lugar donde mayormente comía todos los días y era un lugar muy alegre, contaba con tres habitaciones cada una con su baño y el piso de abajo contaba con uno también y oh, mi habitación, me encantaba, era como la habitación juvenil con la que siempre soñé, ya no era tan joven, pero era bellísima y me encantaba mi habitación, además de que mi cuarto de baño contaba con una hermosa bañera y además contaba con una regadera, era mi elección decidir con cual me duchaba, hace tanto que no tenia esos lujos, pero mi habitación me había dejado sin palabras, las demás eran elegantes y comunes pero sé que madre había preparado esta para mi, era blanca y contaba con un mini balcón con vista hacia el patio trasero y a la piscina, era del tamaño adecuado y los hermosos arboles y plantas que lo habitaban, oh!, eran las mejores noches, en un principio me había parecido muy lujoso la alberca, la cocina, mi habitación pero supongo que era mi única opción y que puse en practica eso que dicen “a lo bueno uno fácil se acostumbra”, a demás de que alguna vez en mi vida ya los había tenido, pero sigamos, mi habitación, mi habitación, al entrar y ver la hermosa luz que entraba por las puertas del balcón y en el medio, una gran cama de lujo redonda de madera blanca doble que había sido mi perdición todo este hermoso mes y en la esquina contra la puerta del balcón un hermoso escritorio cute que había hecho de mi trabajo un encantador sueño, y por supuesto frente a mi cama un hermoso peinador de tres espejos y nueve cajones y un hermoso asiento con ruedas color azul menta que encajaba perfecto con las tonalidades de la habitación y una puerta oh esa puerta fue mi perdición lo que había dentro me hizo sentir tan humillada por lo que llevaba pero vamos, es solo una expresión, no soy tan superficial, humildad ante todo!. Pero vamos, ese Closet vestier habitación por metro lineal (lo digo tan exacto porque tenia una hoja pegada que lo especificaba), pero me hizo sentir una gran cálida bienvenida aunque no use nada de eso hasta que me quede sin ropa del trabajo y estaba indispuesta a gastar el poco dinero que poseía, además unas preciosas joyas de mi madre que me hicieron sentir como en casa ella estaba ahí conmigo, lo supe cuando en una de las habitaciones encontré su diario era bellísimo y muy grueso y estaba dispuesta a leer una por una, hasta sentirme con la confianza suficiente como para privar de su privacidad. Pero había algo que me molestaba, después de un mes no dejaba de pensar en ese chico Will, vamos, me decía a mi misma una y mil veces pensando que el ya no me recordaba, ya no recordaba esa gran tarde que tan viva me hizo sentir, esos grandes besos que me estremecían el alma, su piel, sus brazos, sus dedos, parecía el hombre perfecto para mi, esa gran química que llegue a sentir con el me revolvía toda completa, me sentí como una mujer perdidamente enamorada y no dejaba de soñar con el cada noche, con ese azul intenso, no paraba de imaginar lo que pudo pero jamás fue, como era posible sentir tal cosa, tantas cosas!. Por alguien a quien tan solo llevaba dos días de conocer y es ahí cuando me doy cuenta de que no importa el tiempo, de que el tiempo es solo un pretexto porque cuando realmente conoces a la persona indicada no hay tiempo, solo química y ahí esta todo, la química hace que sientas que conoces a esa persona desde siempre, que no hay penas, si caes te ayuda a levantarte y no puedes evitar sonreír al pensar en esa persona aunque te haya roto el corazón, aunque se lo hayas roto, pero seguro el ya no me recuerda, solo recuerda a una chica mas y no recuerda ese gran cielo sin sueño en el que me sentí, en el que estaba. ¿Oh si lo hacía ?.
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Cielo sin sueño
RomanceEmma una chica con un pasado oscuro y perturbador, ¿podrá encontrar en Will la seguridad?, ¿el amor?, pero, ¿Qué pasa cuando el destino los separa por un escandaloso crimen y sus vidas toman rumbos diferentes?. ¿Emma y Will podrán volver a estar ju...