Capitulo III

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De vuelta… Iba directo a Pensilvania de Nuevo, por negocios, no había vuelto desde la muerte de mi madre, era muy duro para mi, quedarme unos días y otra vez regresar, había pasado un año ya, aprendí a vivir con el dolor en mi vida y a seguir adelante, mi hermana fue fuerte y parecía que lo superaba con facilidad aunque yo sabia que por dentro estaba destrozada. Mi vida empezaba a ser como antes, normal y aburrida sin tiempo para mujeres, solo éramos mi hermana y yo, ah y claro, mis viajes por trabajo, que eran buenas distracciones en alguna ocasión choque con una chica mexicana y empezó a hablar y hablar y supongo que a insultarme pero yo jamás entendí ni una palabra por lo rápido que hablaba, fue un momento muy gracioso para mi y aprendí a que no se debe de chocar tu copa de vino tinto accidentalmente con ninguna mujer mexicana porque te avientan tartas Victoria sponge cake, nada mal por cierto, un lugar al que definitivamente tendría que volver era a la Rivera Maya además de que ahí nadie me había tirado tartas, su comida y paisajes eran maravillosos me quede ahí por un mes y fue cuando logre rencontrarme a mi mismo, me estaba volviendo en un dictador es cierto que el dolor te transforma pero no quería ser así y el dolor ayudo también, toque fondo y solo quedaba subir y lo lograba mi empresa de Stolens, tenia los mejores electrónicos, desde celulares hasta refrigeradores, logre que mi empresa estuviera por los cielos en el mundo entero, era nuestro momento de oro, el avión aterrizo y una limusina llega por mi y me voy al hotel en el que me hospedare mientras subía a mi suite me percate de que era el mal tercio en el elevador, había pillado a una pareja de aventureros en el ascensor y no se si era mas incomodo para ellos o para mi, hasta que salí del elevador y alcance a oír sus risillas traviesas que me dieron tanta diversión para dormir bien ya que al día siguiente contrataría a una gran modista anónima que estaba haciendo escandalo por todo el mundo y tenia que trabajar para un nuevo proyecto de mi empresa, no me iría sin ella, si no quiere, le diré que su nombre saldrá a la luz por fin, que podrá ser reconocida, no creo que no quiera con eso.



Había sido el mejor año de toda mi carrera, los mejores veinticinco que pude haber pedido, el mundo estaba loco con mis diseños para diferentes marcas y se agotaban en cuestión de horas ahora tendría que viajar de Escocia a Pensilvania para el trabajo de mi vida por fin una empresa me quería en su exclusividad, no solo para algunos trabajos y estaba emocionada porque seria parte de un nuevo proyecto, increíble, no podían dar tanta información pero lo que si sabia es que era una empresa de aparatos electrónicos y al principio no quería porque no sabia que diablos iba a ser yo pero me dijeron que estaban en su etapa de oro y querían arriesgarse por ropa, mi ropa!, tendría que trabajar duro, hacer cientos de diseños deportivos, ropa elegante, casual y tenia que mostrar algunos que tenia hechos para cualquier logo aunque no entendía porque la empresa siempre mantenía cualquier información reservada al final, siempre terminamos sabiendo quienes son pero bueno, políticas de privacidad. Dicen que merecemos la información que a ellos se les da sobre nosotros, nada.
Justo mencionan que mi vuelo se cancela por lluvias y se pospone para un día mas, me siento horrible, la oportunidad de mi vida se iba, pero intentando poner la mente fría llamo a Danielle mi asistente aprendiz que ya hacia trabajos también, le informo sobre mi retraso y segundos después regresa la llamada para informarme que el jefe de la empresa me retrasa la cita para dos días después lo cual me pone aun mas nerviosa pero tengo que estar segura de mi misma, no puedo fallarme, como le falle a mi tía que por trabajo no pude ir a visitarla, se molesto y ahora me escribe cada que quiere pero espero ir estas vacaciones, que espero tener. Aunque de que sirve todo el dinero y todo el trabajo, sino tienes con quién compartirlo y mi tía es todo lo que tengo, viajo porque viajo a Shanghái este año.

Era un día soleado por la mañana de Pensilvania y puesto a que mi candidata al mejor trabajo de su vida tuvo un percance me di la libertad de ir a dar una vuelta por Pensilvania que era increíble, su comida, bueno la comida para mi en todas partes es increíblemente asombrosa, pero ningún estofado comparado al de mi madre. Era fabuloso todo, como en una plaza unos chicos bailaban para ganar unas cuantas monedas, para ganarse la vida, era increíble hasta que vi que en realidad les quitaban su dinero, así que fui con mis guardaespaldas a enfrentarlos, si, problemas, pero esos chicos no se merecían eso, bastante se esforzaban para ganar dinero para ellos, no para cualquier holgazán.
- Eh, creo que te has confundido, ese no es tu dinero.- Sentí las miradas de aquellos chicos y de los ladrones pero no iba a permitírselos.
- Y a ti tu asunto estirado, lárgate de aquí si no quieres terminar golpeado.
- Están seguros de eso?, hay mucha gente además mis guarda espaldas que  están por ahí.- señalo donde con cara de picardía.- a mi me parece que el menos beneficiado eres tu, así que si no quieres tener problemas no vuelvas a molestar a estos chicos y no, no trates de asustarme con tus armas como a ellos que mis guarda espaldas vienen también armados, así que regresa ese dinero antes de que te arresten, bandido.
- Vale, pero esto no acaba aquí.
- Como digas, dame el dinero.
Me lo da y se los regreso a los chicos, “Gracias, estamos a sus ordenes señor”, dicen ellos, yo me despido con una sonrisa y regreso a mi banca, a relajarme y disfrutar ese cielo tan despejado y azul tan hermoso que estaba ese día.

- Pero mira a quien tenemos aquí después de tanto tiempo y una noche inolvidable.
Esa voz me sonaba conocida así que alertado, miro hacia arriba y si, la pelirroja…
- Pero que chico es el mundo, no?, que haces por aquí? .- fui un idiota con ella, espero no se lo haya tomado muy apecho.
- Aquí vivo, bueno en Pensilvania y mi trabajo queda cerca de aquí es el edificio de professional chic designs.
Era esto un eterno castigo, trabajaba para la empresa de la que contrataría a mi diseñadora, solo rogaba a Dios que no fuera ella, lo que me puso a agradecerle a Dios de que realmente no era ella, ya que la chica que yo contrataría no estaba en Pensilvania, porque ella tuvo un retraso en otra parte del mundo y ella estaba aquí lo que me dio gran alivio, pero tenia que mantener confidencial que yo seria la persona que iría, ya saben, políticas de privacidad.
- Pero dime Will que haces tu por aquí?.
- Imposible aun recordaba mi nombre cuando yo ni siquiera supe el suyo, esto era una pesadilla mi aventura volvía, había sido maravilloso pero tenia que ser olvidado o quizás no?.- ya vez, la vida da sorpresas.
- Y que grata sorpresa, ahora tengo que irme porque la insoportable de mi jefa no esta y estoy a cargo yo, lo mejor de todo es que ahora no estará mas, sabes podrías pasarte por mi apartamento y ya sabes revivir viejos tiempos, aquí te apunto la dirección. Ten, te espero impaciente. Hasta pronto.
- Adiós.
Caminaba seximente, pero no quería jugar con ella aunque tal vez ella también jugara conmigo, no había estado con una chica desde hace tiempo, hace unas cuantas semanas, no me acostaba con cualquiera porque tenia que guardar mi imagen, pero procuraba pasarla bien de vez en cuando y bueno ya estaba aquí, tal vez seria un buen lio mientras este aquí.

Era el día, la mañana, mi día, mi mañana, estaba hecha un lio, pero tendría que ir fabulosa, perfecta, intacta y con mis mejores diseños, así que me dirijo a desayunar unos ricos hot-cakes y un riquísimo  frappé, que esperaban, una hermosa dieta?, que horror, mejor salir a correr por las mañanas, cosa que tampoco hacia pero usaba mi caminadora por las noches antes de dormir, a veces, bueno vamos a alistarnos. Mas entusiasmada que nunca y con la canción de pretty woman comienzo a alistarme me pongo un lindísimo outfit para este día medio fresco, un bellísimo abrigo imitación de cuero chaqueta de piel de serpiente, para no matar a ningún animal, combinado por un espectacular pero sobre todo sencillo vestido negro tubo casi hasta la rodilla, sin mangas y unos tacones altos en punta de corte ancho parís de Asos, me encantaba como lucia pero faltaba la esencia, mi cabello seguía hecho un desastre y mi rostro sin nada lucia bien, jamás fui la mujer de labial rojo o cosas así pero supongo que hoy podría ponerme algo en mi cara. Decidí ponerme un nude rosa de Kyle  en mis labios y unas sombras neutro café que acentuaban naturalmente bien cuando me doy cuenta que mi cabello sigue sujeto, ese travieso, paseo por el cuarto con los brazos a la cintura pensando, pensando, paso minutos mirándome en el espejo cuando me ilumino y dejo de complicarme la vida cuando solo sujeto el principio de mi cabello por debajo del resto y decido dejármelo ondulado al natural, este tipo debía conocerme tal cual,  amar mi estilo. Así que me voy decidida en mi precioso y soñado carro, un Memminger Roadster color rosa, a veces puedo parecer muy básica, lo se, pero esta dentro de mi, no por eso dejare de ser sencilla y amable, todos somos un conjunto de diferentes personalidades vueltas en una, como una arcoíris por mas colores que tenga solo es un arcoíris único, amémonos, solo pienso eso, porque el amor propio es todo para sobrevivir con humildad y valentía y con eso llego al trabajo mas que lista mientras camino por los pasillos recibiendo saludos de todos tan feliz como siempre, cuando llego a la recepción de mi piso para firmar unos documentos escucho el grito de la genial Danielle. “Eh Em, aquí esta el empresario con el que harás el trato”, la escuche como a un metro de mi, cuando di vuelta a mi rostro, me inmovilice por completo, mis labios se secaron, era incapaz de tragar saliva, abría una y otra vez mis labios mientras no sabia que hacer con el corazón que casi se me salía y la respiración acelerada que podría salir, jamás sentí algo igual, mi mundo se paralizo, era el, la mirada con la que tantas veces soñé, estaba ahí, mi cielo perdido había regresado.

Íbamos por el pasillo entrando a la recepción del piso donde seria la junta hablando con Danielle sobre lo bien que la pasamos la noche anterior era alguien muy divertida, tal vez seria mas que una aventura para los dos, quien sabe, caminamos hasta llegar a un metro de la recepción cuando miro unos rizos negros muy conocidos y creo que…(Danielle se percata cuando llama la atención de ella), al pronunciar su nombre todo se torno a cámara lenta como ella volteo su rostro y su cabello flotaba hacia un lado junto con su bellísimo rostro haciéndola ver radiante con su bellísima elegancia y entonces nuestras miradas volvieron a chocar no sabia que hacer, había pasado ya casi medio año después de su partida, justo cuando creí que la había superado estaba parada frente a mi, inmóvil también  como yo, mi corazón, mi respiración, todo en mi estaba acelerado, no sabia que hacer, su mirada de leona estaba con la mía, éramos uno, de nuevo toda mi adrenalina quería liberarse para salir corriendo y sujetarla con gran felicidad por saber que estaba viva, por saber que estaba bien, por saber que estaba frente a mi y no la dejaría volver a marcharse, como podría sentir todo esto, el mundo se había paralizado y solo éramos nosotros dos, y nadie mas. Podría parecer un tonto observándola pero es que se miraba radiante, su sencillez la hacia ver espectacular, la mujer  mas perfecta y bella que jamás había visto.

Y ahí estaba yo como una estúpida mirándolo estupefacta de aquel momento tan excitante, nuestras miradas se habían encontrado y lo único que quería hacer era correr hacia sus brazos de nuevo pero como era posible, las jugadas del destino una vez jugándoselas pero que quería ahora, oh esta sensación me paralizaba y no podría dejar de pensar en lo que él estaba pensando de mi, si me odiaba o se alegraba por verme, jamás querría despertar si es que se tratase de un sueño, era el mejor, me sentí tan viva hasta que nos interrumpieron en nuestro momento sagrado de miradas y regresamos a la realidad, lo que había sido un momento eterno lleno de adrenalina, para el resto del mundo solo habían sido segundos.


- Emma, él es el señor Will.
- Basta Danielle, la señorita Emma y yo nos conocemos y agradecería un momento a solas para poder platicar con mi vieja amiga.
- Claro señor Will, mi oficina esta por aquí.
No pude evitar dar una sonrisa de complicidad y llena de felicidad al ver que no negó conocerme, era todo un caballero, nos dirigíamos a mi oficina y al entrar y cerrar la puerta el me abrazo y me dio tantas vueltas como pudo con tanta fuerza y felicidad que me alegre tanto de volver a verle.
- Vamos Will, harás que te vomite, para ya.
- Oh Em, mi Emma.- tomo su rostro.- te busque como loco pensé que te había sucedido lo peor, fue horrible lo que sucedió, lo que te.- me calle y supe que no era el momento para hablar de su pasado, la tragedia que le había sucedido.- lo que te extrañé, me hiciste tanta falta, no sabes lo feliz que me siento de tenerte aquí.
- Es bueno que sepas porque me fui Will, porque quiero que sepas que ahora que sé que eres tú el que me quiere contratar, no estoy dispuesta a viajar a Philiphinas, lamento todo lo que tuviste que pasar, pero no volveré ahí por nada del mundo. También te extrañé pero ya basta de lamentarnos, aprovechemos que estas aquí para despedirnos de una vez por todas.
Otra vez estaba a la defensiva recién la había encontrado y ya me esta diciendo adiós de nuevo.
- Basta Em…
- Señorita Emma, para ti.
- Torno mis ojos en blanco y me dirijo a ella.- señorita Emma, nos acabamos de rencontrar y no me apetece largarme de aquí sin usted, estaré el tiempo que sea necesario para convencerte de que te vayas conmigo, te protegeré de todo, no tengas miedo conmigo nena. Te lo pido por favor.
- Entonces la que se va soy yo.

Salgo rápidamente al tocador y no puedo evitar dejar caer unas cuantas lagrimas, tenia que alejarlo por su bien y por el mío, si volvía a Philiphinas seria entregarme o vivir encerrada y el saldría perjudicado en todo esto. No podría permitirme que alguien más saliera lastimado por mi culpa. Volver a verlo había reabierto tantas heridas y puertas de sensaciones que ya no reconocía en mí, mi oscuro pasado me había dejado marcada para siempre, como podía estar pasando esto de nuevo. No podía permitirlo, seria yo la que nos separara. Unos minutos después de quitarme las lagrimas frente al espejo salgo con todo el glamour posible ha por mi maletín de diseños y me dirijo a la sala de juntas donde estaba el y de nuevo nuestras miradas eclipsaron.
Ahí estaba ella entrando tan profesional, cuando volvimos a vernos como era posible que dos personas conectaran tan bien y sobre todo lo que se podrían causar, como podría ella actuar de esa forma cuando mi deseo solamente a sido querer ayudarla, su pasado tendría algo que ver?, tal vez yo no sabría todo de ella, pero quería estar con ella y protegerla de todo pero cuando me doy cuenta ella termina con nuestro juego de miradas y mire después de mucho tiempo esa mirada asesina, oscura y vacía de ella, y aun así lucia hermosa, el demonio mas bello de este infierno.
- Buenas tardes caballeros y damas, vengo con el tiempo medido ya que no aceptare el trato del señor Will, podríamos negociar estos diseños que eh puesto sobre la mesa y dar cualquier derecho a ustedes, pero no estoy dispuesta a aceptar su trato, es eso o nada, con gusto podría recomendarles a otra diseñadora al nivel de este proyecto.
- Señorita Emma, no estoy dispuesto a aceptar un no como respuesta podríamos renegociar nuestro acuerdo si así lo desea, pero si no es usted no es nadie, con permiso.- Estaba cansado, no entraría a su juego esta vez, eran negocios, ella entraría al mío.

Minutos después John me llama a su oficina.

- Em, estas loca, esto hará que perdamos mucho dinero para la empresa.
- Pues ofrécele a alguien más esa fue mi propuesta y no estoy dispuesta a hacer de nuevo otra negociación.
- Pues mas vale que lo hagas porque por mas buena que seas, terminaras fuera de aquí.
- Porque te interesa tanto lo que perderás?, si hay otras personas que quieren mi trabajo haya afuera, en que te afecta a ti?
- Ninguno nos da ese porcentaje de ganancia.
- Vamos John, sabes  que de haber querido ya habría dejado la agencia, tengo diseños por todo el mundo, con famosas, adinerados, no creas que tus amenazas me asustan, si me quieres despedir, hazlo, pero no vengas con tus amenazas, no quieras suplantar a Héctor.
- Héctor ya no esta aquí.
- Por desgracia, pero el más beneficiado de su muerte fuiste tú.
- Que quieres decir?
- Nada, tú lo tomaste tal y como tu conciencia lo juzgo, adiós.

Salí directo a mi auto cuando alguien me estaba esperando.
- Señorita Emma, sé que sus deseos ya los ha revelado pero me quedan cinco días libres y me encantaría pasarlos con usted, necesito un guía para Pensilvania, le prometo que después de esto no vuelvo a molestarla más.
- Será una despedida entonces.
- Usted lo ha dicho pero, iremos en su coche, jamás e estado en un auto rosa.

Sonrió mientras abro las puertas del coche, trato de pensar que en verdad será la despedida y llamo a John para avisarle que no iré en  los cinco días restantes y que piense en su decisión.
Mientras Emma estaba afuera haciendo una llamada, me percato de los mensajes de Danielle, le digo que no podremos vernos pero empieza a llamar y mandar mensajes como loca y decidido a pasar el mejor tiempo posible con Em, apago el celular, sin antes enviar un mensaje a mi hermana y percatándola de que estoy con Em, ella sabe la historia, bueno lo paso en dos días, ya se, es ridículo.

- Listo para una aventura  en Pensilvania?
- Contigo siempre estoy listo.
- De verdad siempre tienes que ser tan cursi.- lo digo riendo y saliendo del estacionamiento.
- Tengo una lista de lugares a donde ir.
- Pero si venias preparado
- En realidad las saque de internet mientras tu jefe te regañaba
- Es solo un idiota más.

Los dos volteamos a vernos y nos echamos a reír, mientras hablábamos y  reíamos yo iba sin rumbo y terminamos en nueva jersey pero no  nos importo y pasamos por sus playas.
- Todo esto  es una locura Em.
- Calla y mira este precioso paisaje, el mar tan rico y yo aquí perdiendo el tiempo contigo.
- Así que solo pierde el tiempo conmigo señorita Emma.
- Así es señor Will.
Lo observe sin saber que haría el mientras se paraba de la manta que habíamos robado de unos adolescentes metros atrás y de todas las cosas que pude predecir que haría fue la peor, me cargo hasta llegar al mar, toda mi ropa se arruinaría y yo no llevaba mas y solo podía gritar.- No Will, por favor, si no paras te golpeare, bájame ya, Will!.- paro por un momento.
- Cariño deja de aturdirme y disfruta de tu bautizo.

Y me metía y sacaba del agua hasta que lo hizo por tercera vez y me arrojo al mar o solo pudo salir de mi boca.- estúpido!.- pero lo único que conseguí fue una sonrisa patética de él y tan contagiosa que no pude evitar reírme de lo patéticos que nos mirábamos con ropa de trabajo en el mar, corríamos y reíamos como dos adolescentes hasta toco la guitarra y me canto una canción llamada “en guerra” que causo que todo en mi se estremeciera. Al final, el amanecer nos volvió a atrapar y ahí estábamos observándolo, enredados en aquella manta y mi cabeza sobre su hombro y yo abrazada por su brazo, no sabíamos a donde iríamos después de ese momento pero sabíamos que estábamos ahí y que serian los mejores cinco días después de apagar nuestros celulares y solo ser nosotros dos. Todo era perfecto.
Aquel atardecer junto a ella fue mágico sentirla entre mi brazo era todo lo que pedía, parecía un sueño, era la mujer de mi vida y tan solo tenia cinco días para convencerla de irse conmigo.
Por eso, en ese momento no podía pensar ni en Danielle, jane, Mary o incluso en mi madre, solo éramos nosotros dos y eso me hacia el mas feliz.
Entrada la tarde y con la luz de la luna y el auto me atreví a preguntarle a Emma que era a lo que mas le temía pero ella se limito a decir lo mas mínimo y  solo volteo para al otro lado y contesto que sus peores miedos ya los había vivido, me quede congelado por todo lo que paso y que posiblemente había pasado y yo no estaba enterado.
- Will, que es lo que mas te gusta del mundo?, lo que mas feliz te hace, lo que te hace sentir mas vivo. Y Will por favor no digas que yo, porque si lo haces juro que te golpeo.
- Siempre estas a la defensiva?
- Solo con tipos cursis en exceso como tu.- le regalo una cálida sonrisa.
- Em, este mundo es una maravilla, sus mares, bosques, animales, lo malo es la asquerosidad de personas que habitan el mundo, todos hemos pasado por malos momentos pero es mas que eso, la vida, nuestra vida, debe tener algún sentido, no estamos aquí por nada, los momentos son lo que mas feliz nos hacen pero también nos pueden causar tanta desdicha, todo depende de nosotros, somos un rompecabezas de momentos y cariño, tu me regalas los mejores momentos de mi patética existencia. Nada me da mas sentido que tu, nuestros lugares favoritos dependen de momentos, como aquel bosque en el que pasamos una tarde  mágica y rogué a Dios tener mas así y mira ahora, estamos aquí frente a esta playa disfrutando sintiendo como me  miras con esa luz en tus ojos que pensé no volver a ver jamás, Cariño me haces sentir tan jodidamente vivo y no entiendo como puede depender tanto mi animo de ti, solo sé que contigo puedo ser yo, puedo vivir. Emma, sé que suena loco y descabellado pero yo te…
- No lo digas Will, sigamos disfrutando que tus sentimientos son correspondidos pero llevo una oscuridad que es parte de mi y sé que puede llegar a avergonzarme, pero de verdad es incontable aunque nuestro pasado sea de nosotros y eso signifique que me avergüenzo de mi misma hay pasados que no se pueden contar tan fácilmente y tal vez jamás lo sean. Pero sé que tu me has regalado los momentos mas felices de mi vida, y que me has permitido sentirmme libre de cualquier recuerdo oscuro, contigo, soy feliz de verdad, pero debes entender  que lo mejor es que estemos separados, hay cosas que no entiendes y que tampoco puedes saber, hoy estamos aquí y tenemos cuatro días mas restantes para olvidarnos de todo lo que nos rodea  y solo ser nosotros dos, así que cariño bésame, bésame ahora y no pares que solo contigo puedo sentirme libre de todo lo perverso que me persigue.

Me beso, me beso como nunca.

La bese, la bese con tanta pasión.

Estaba lista para estar con un hombre por primera vez, con mi consentimiento, me besaba tan apasionadamente que nos dejamos envolver por aquella manta y oscuridad de la noche, la misma oscuridad que me dejo mostrar mi cuerpo aunque no podía dejar de sentir una pequeña vergüenza. Comenzó a besar mi cuerpo, y yo comencé a dejarme llevar por la pasión y tratar de borrar aquellos horribles recuerdos, sus besos eran como coceduras en mis heridas, las sellaba por completo, entonces sentí como empezó a bajar mi cierre mientras yo le quitaba la camisa y nos besábamos con tanta pasión que jamás me había sentido tan segura en ningún otro lugar, tocaba mi cuerpo como pequeños toques de ceda y yo besaba su cuerpo, su cuerpo tan perfecto para mi. Esa noche no fue ninguna otra noche, fue la noche de mi vida, por primera vez, me entregue por amor a alguien.

Esa noche la vi sin ningún escudo, la poca pena que llego a sentir la convertí en seguridad y no la deje taparse, aunque con la oscuridad no se podía apreciar mucho pero por primera vez no estaba en guardia, se entregaba a mi.
Esa noche le hice el amor.



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