Capitulo XI

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Tres semanas después… Shanghái 2018
- Por fin te encontré maldito mal nacido.- estaba sentado en una silla de escritorio dándome la espalda, hasta que se jira con su horrorosa sonrisa y asquerosa voz.
- Em, mí querida Em, como solía llamarte tu amante, yo te encontré a ti, no tu a mi.- Estuvo más cerca de mí de lo que pensé.
- Hoy morirás.- le digo con una sonrisa, quizá la mas verdadera que he dado alguna vez.
- No quieres saber como logre todo esto? , porque yo si te lo quiero decir.
- No te daré tiempo a hablar, ya lo hiciste suficiente.- saco el arma y la cargo.
- Es una lastima, me costó contactar a tu padre para que me dijera donde estabas, por cierto, gracias a su cooperación sigo vivo, hasta me rento esta bodega y me consiguió la dirección del retiro de tu querida ti, la hubieras escuchado gemir como una maldita perra, se miraba mejor con la bala entre su ceja, me hubiera gustado mostrártela, pero tardaste demasiado en venir, bueno, la verdad es que esta congelada en el refrigerador a tu derecha, muy pronto le harás compañía.
- Cínico, morirás.- grito y le disparo directo a la cabeza, pero alcanza a cubrirse con el escritorio y hace un sonido raro, cuando entran tres tipos gigantes. Les disparo sin dudar, se agachan, hiero a dos, nada grave, suficiente para asesinarme y dejar salir al maldito de John.

Sin pensármelo dos veces, antes de que puedan sacar sus armas abro la puerta del refrigerador, es gigante, justo cuando logro cubrirme comienzan a disparar y sé que tipo de arma es, una de diecisiete cartuchos con una velocidad de fuego alta, es una Glock 17, por suerte la puerta del refrigerador es gigante y resistente, demasiado para mi gusto no se si ya se cubrieron o me subestiman y siguen descubiertos pero aun así, tengo buena puntería y una buena arma, una Jericho 941 FS, tiene un punto de mira delantera y trasera, hecha para asegurar un encare rápido y preciso. Soy ágil, demasiado, tomando en cuenta que me la pase buscando el lugar del famoso retiro y no había nada, después ate cavos, sabia que John me quería encontrar, mire algunas pistas, llegue a esta bodega y los espié por cinco días, pero las semanas no fueron en baldé, me la pase entrenando para este momento, para no fallar, los seguí cinco días, si John se larga de aquí, se a donde ira, creía que el me tenia pero yo lo tengo a él, una bomba en cada carro, me costó armarlas pues no poseo contactos para conseguirlas, además de que no es nada fácil, pero con ayuda de la ciencia se pudo. Me puse lo adecuado, mi mochila no me  molesta, pero le caben suficientes municiones y algunas armas para acabar con todos los que se me atraviesen. Doy un grito, dejan de disparar creyendo que me habían lastimado, pero entonces me dejo ir por el suelo disparando solo tres balas, una para cada cabeza, cuando caen, recojo sus armas, las guardo y me voy con cuidado. El tiempo que estuve aquí, no vi mas que diez hombres como máximo, sinceramente me sorprende las circunstancias en las que este desgraciado vive, él siempre fue, muy extravagante, las bombas tenían tiempo de treinta minutos, ya no tardan en explotar, hay cinco carros, harán una grande explosión, no tanta para derrumbar este edificio o morir quemados, pero si para asesinar a algunos secuaces de John, entonces oigo dos voces y justo cuando salen por un pasillo le pego con la pistola al de mi lado en la cara y luego en la nuca, cae desmayado, al otro lo apunto con la pistola y le ordeno que me diga donde esta John, el muy imbécil intenta quitarme la pistola, pero lo esquivo, comenzamos una lucha donde me da un gran bofetón y yo se lo regreso con una gran patada al rostro, soy muy flexible, por si no lo sabían, aprovecho que se toca el rostro y da un paso para atrás para darle en la nuez de Adán parece que se asfixia pero miro que intenta sacar su arma cuando se la tiro de una patada en el plexo solar y por fin cae. Pongo atención a cualquier sonido cuando comienzan a disparar de arriba, es un segundo piso abierto a la primer planta de la bodega, no es muy alto pero me alcanzan a dar en el brazo y a penas alcanzo a esconderme en el pasillo, jamás mire mas de diez hombres, van cuatro y faltan seis, aunque supongo que dos o tres estarán con John, por lo que por máximo solo me disparan tres, pero doy por hecho que son dos cuando se hablan entre si, saben que me hirieron, pero no por eso no puedo pelear, además vine preparada, los dejo disparar, estoy al fondo del pasillo, no alcanzan a darme, me quito la mochila, saco la venda y me hago un torniquete encima del codo, la guardo rápido, pues las vendas las puse en la parte exterior de la mochila al igual que algunas moniciones, los escucho venir, dejo que se acerquen y crean que estoy muriendo, vienen por la derecha así que escondí mi arma por la izquierda. Los escucho hablar.

- John dijo que no nos confiáramos de ella, hay que ir con cuidado.
- James, deja de ser paranoico, es una mujer, de seguro ya esta muerta.
- No digas mi nombre imbécil y para ser una mujer ya derribo a cuatro de nuestros hombres.
- De igual forma John ya se fue en el carro con los otros tres, además, no podrá con nosotros.
En ese momento el último que hablo quedo frente a mi, cuando se agachó le di una pata en el rostro al tiempo que le disparaba al otro en la cabeza, mi puntería no falla, jamás. Para finalizar con el último le doy un golpe al corazón, le retiro el arma y lo mando a dormir. Cuando escucho voces, John, es John, volteo, siento un fuerte golpe. Oscuro.

Por fin habíamos encontrado huellas de  Em, donde se había hospedado no la encontramos a ella, solo algo de ropa y es todo, buscaron huellas, todo pero nada, llevábamos una semana en Shanghái y me estaba volviendo loco, encontré el diario de su madre y lo guarde. Una tienda cerca de las a fueras la miro, compro vendas y llevaba una mochila aproximadamente unas doce horas, estábamos demasiado cerca. La encontraríamos.
Me despierto en el suelo escupiendo sangre, cuando siento helado, estaba solo con mi ropa interior sobre el suelo, temía por lo que pudieron llegar a hacerme pero no lo demostré jamás, yo iba a matar, asesinar o ser asesinada pero jamás darme por vencida. De pronto veo  a alguien caminar hacia mi, mis ojos tardan por acostumbrarse a la luz, cuando sentí una patada que me volteo en las costillas, sentía dolor y mucho. Pero mas era mi rabia, momentos después miro claro, miro a John y a otros dos, uno con hielo en la cabeza, uno que olvide matar.
- Vaya, vaya mira quien despierta para morir después de haber asesinado a ocho de mis hombres, fabuloso, te entrene demasiado bien, por eso mismo te conozco, deje que te entretuvieras, que todos creyeran que me fui, escucharías eso y yo entraría por sorpresa Em, por cierto, tus bombas mataron a dos de mis mejores hombres, maldita perra, uno era policía.- otra fuerte patada.- ahora tengo que conseguirme otro para que me avise lo que pasa en el exterior y créeme, no es fácil Em, menos en mi situación.
- Vete al infierno.- logro decir.
- No cariño, tu vas para allá, después de haber asesinado a ocho hombres sin contar a tu madre, hermana y tu noviecito, no creo que puedas ser perdonada.
- Tu también morirás y después de todas las cochinadas que has hecho sumando la explosión de la empresa de Will, no creo que seas perdonado bastardo.- hasta hablar dolía.
- Cariño, deberías checar bien tu lista de enemigos, ACASO NO VES MI SITUACION MALDITA PERRA!,.- me recoge, me da un a bofetón, y una patada en el culo que duele infiernos.- apenas tengo esto que ves, si tuviera para hacer una explosión así, créeme, me lo habría ahorrado y te hubiera asesinado sin pensarlo, tuve que estar enviando estúpidos correos, contactar a esa tal Danielle, para que al final muriera en esa estúpida explosión mal hecha y no me hagas enojar mas, porque te mato en este momento antes de hacer lo planeado.
- Adelante, mas oportunidad de matarte.- lo digo entre tosidos de sangre, me dieron una buena golpiza, tendría que salir de esta.
- Querida, antes serás mía, tanta mierda me hiciste pasar como para no ser probada por mi, no lo creo, después te daré a estos dos que te traen ganas, claro no sin antes mandarle fotos a tu padre querido, para que vea que la renta de este cochinero no fue en vano, no sé porqué no dices nada al respecto, te confieso que no quería ayudarme pero después de tanto insistir, me dio migajas y mira, aquí estás. Para recordar viejos tiempos.- señala a su derecha y me quedo muda, cadenas, planeaba atarme, mi furia era insaciable.- después en lugar de latigazos, planee balazos, una metralleta quizás, no lo se, veré que sufras, tu no te preocupes.

Cuando se para y me da la espalda, saco fuerzas de donde no las tengo y le doy una patada entre la parte trasera de la rodilla, no lo esperaba, pierde un poco el equilibrio, le doy una patada en cóccix, un golpe fatal que Alex me mostro, cae de rodillas, los otros dos me apuntan con sus armas, tomo a John, lo tomo como si fuera a estrangularlo, tomo su arma del costado y disparo a uno, el otro dispara, pero le da en la pierna a John, le disparo y le doy en un brazo, pero no en el correcto, vuelve a disparar y me da un rozón por la pierna, cuando siento algo en mi costilla, el maldito de John me clavo una navaja, puedo detectar que es en la costilla, pero no puedo quitarla, le disparo en la nuez de adán al otro tipo, justo cuando caigo, antes le disparo a John en la otra pierna, me revuelco de dolor y el grita, trato de encontrar la navaja y decido dejarla allí, hasta que mate a John o me desangraría, se levanta y yo no pierdo el tiempo, esta débil al igual que yo, intenta darme una bofetada pero cae, tomo el arma y le digo adiós maldito bastardo y disparo en su entre cejo, me siento muy mareada, caigo de rodillas, miro a mi alrededor, estoy en el centro de la bodega, localizo mi bolsa pero caigo, no puedo mas, siento que no, tal vez sea el momento de irme, estoy tirada a lado de John recordando una y otra y otra vez sus palabras, mi padre lo había ayudado, no le importaba absolutamente nada, me sentí tan sola y miserable, ni siquiera Will importaba, solo mi madre, mi hermana, mi tía linda y Alex, personas que de verdad me querían, estaba lista, no quería seguir, había cumplido mi cometido y si vivía, no sabría como ser feliz, comencé a escuchar pasos, mi vista era cada vez mas borrosa y yo sentí un sueño profundo, tanto que le vi.
- Will.
- Em.
- Vete al infierno.- ni muerta le perdonaba, aunque solo fuera una ilusión, solo quería dormir. Oscuro.
- Por ti, iría hasta el infierno Em.- no contesta y todo su cuerpo se afloja.- Em, Em, despierta Em. Un medico!, rápido, un medico!

Cuando entramos en la bodega la mire con una navaja en la costilla y desnuda, solo pude correr y ver si seguía viva pero verla irse entre mis brazos fue lo peor que pudo a ver pasado. Nada sigue después de Em, no hay esperanza, no hay luz, su cuerpo va en una camilla, y no puedo ni respirar, logro su cometido a un precio muy alto.

No había vida después de Em, no había dolor, ni amor, solo había una  promesa. Iría al infierno por ella.




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⏰ Última actualización: Oct 04, 2020 ⏰

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