Cap 7: "Hablando de la Reina de Roma"

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Comenzó un nuevo día.

La pelinegra ejecuto su rutina diaria de las mañanas tratando de no pensar en lo que iría a pasar hoy.

Sinceramente no quería ni imaginarse que haría cuando viera a Ro-... "El innombrable", como lo llamaría de ahora en adelante.

A pesar del ligero tráfico de las mañanas, llego al instituto justo a tiempo.

Subio las escaleras hasta el tercer piso de aquel descomunal bloque que se hacia llamar "colegio" y se dirigió a su salón de clases, tratando de no chocar con ninguno de los alumnos que se disponían a hacer lo mismo.

Carla tenia geografía a primera hora.

Si.

Geografía.

Con Steven.

El profesor más aburrido de todo el instituto.

Hasta ver un choque de tortugas era mas agradable que escucharlo hablar hooras y hoooras de lo mismo.

...

Los profesores del Mereciano no tenían muuuy buena fama que digamos porsias no lo habían notado.

¿Si? ¿No? Okay.

Ya sentada frente a su escritorio la pelinegra se propuso a tratar de pararle media bola a su profesor cuando alguien le toco el hombro.

Como siempre, volteó de mala gana y se encontró con el rostro de-de EL.

OMG.

Todos deben pensar: "Aja si para que la intriga si ya todos sabemos que es Roger" pero no.

Carla tiene un crush.

¿Todos saben que es eso? ¿Si? ¿No? Okay.

Si no lo saben búsquenlo en internet.

Su crush era un chico del grupo de los fitness del instituto. Era medio flacucho, bastante alto, de tes blanca, ojos color miel y de una sonrisa atractiva y cautivadora.

Marco, así se llamaba, le sonrio y la pelinegra, como toda chica cuando ve a su amor platónico, se quedo en mute mientras que lo observaba con las pupilas dilatadas. Este le dijo algo que ella no puedo comprender ya que estaba sumergida en esos hermosos ojos miel que daban la sensación de perderte en un mar de arenas.

- Oye simplona responde - dijo una voz chillona e irritante, la cual la hizo salir de su trance.

Era Petra, la mejor amiga de Marco, una rubiecita descarada y entrometida.

- ¿Disculpa? - respondió Carla con un tono molesto y pensando: "¿quien dice simplona hoy en día?".

Petra abrió la boca pero Marco la silencio con una mirada.

- Bueno Carla te quería preguntar si... - Marco no había ni terminado la oración cuando Carla comenzó a sumergirse nuevamente en esos hermosos ojos, haciendo que los sonidos de su alrededor fueran desapareciendo nuevamente.

- ¿Carla?... Carla -.

Escucho su nombre repetidas veces. El sonido provenía de la voz de una chica pero esta vez no de la de Petra.

- Señorita Miceiro le recomiendo que se siente -.

- Pero y- -.

- Ahora -.

- Estúpida profesora con sus estúpidos lentes y su estúpida carpeta y estúpidas tizas - murmuraba Mariana mientras se sentaba-.

Carla reacciono otra vez para darse cuenta que la persona que la llamaba era Mariana, a la cual habían regañado como cosa rara.

R es míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora