Capítulo 5: "¿Qué?"

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Como todos los días a la hora de la salida, los pasillos del instituto se encontraban como mercado de pulgas, abarrotados de alumnos del Mereciano que querían regresas a sus hogares.

Antes de encontrase con el "magnifico" Roger, La pelinegra se dirigió baño para arreglarse.

Si.

Leyeron bien.

Puede que Carla odiara a Roger, pero no por eso tenia que estar como una mamarracha.

Luego de ponerse "bella", y terminar sus actividades fisiológicas, la pelinegra se dispuso a encontrarse con "el galán del instituto".

Mientras caminaba hacia la puerta, Carla
se seguía preguntando el porque del favor que Roger quería de ella y del hecho de que de la noche a la mañana había dejado de ignorarla y prácticamente la había comenzado a acosar.

Hombres... quien los entiende.

Después de divagar mentalmente durante unos 10 minutos, Carla por fin llego a la entrada del instituto.

La pelinegra se dirigió al exterior de instituto y se dispuso a buscar a Roger con la mirada.

Había tanta gente que no podía ubicar al pelinegro.

Comenzó a molestarse, si ese el inútil de popularsucho no aparecía, iba a castigarlo por hacerla perder su preciado tiempo.

Carla ODIABA cuando la gente llegaba tarde y la llegada tarde de Roger no iba a ser una excepción.

No supo cuanto tiempo paso cuando sintió una mano en su hombro. Se volteo de mala gana y se encontró con un sonriente Roger, como siempre.

- Oye relájate - bufó Roger aún con esa estúpida sonrisa en su cara - ¿que te sucede cachorrita? -.

Otra vez... ese horrible seudónimo

Si lo decía de nuevo estaba dispuesta a pegarle un puñetazo en el estómago.

- No me digas así -dijo tratando de mantenae la calma.

Roger la seguía viendo con cara de estúpido.

- Por favor - termino de decir Carla.

- ¿Entonces como quieres que te diga? -.

- Carla.

- ¿Carla? - Roger bufo -.

- Si, ese es mi nombre porsias no lo habías notado. Mucho gusto - dijo Carla con sarcasmo, dandole unas palmaditas en el hombro.

Roger hizo una mueca divertida.

- Es muy aburrido - contestó.

- ¿Estas diciendo que mi nombre es aburrido? -.

Roger sonrió.

- Si -.

Oh por Zeus esa sonrisa.

Carla sintió como su boca se secaba y como un pequeño calor invadía sus mejillas.

- Oye Karla - pronuncio su nombre haciendo la C, sonar como una K.

- ¿Que? - dijo irritada.

- Me gustas -.

Las personas que estaban circulando al rededor de ellos se detuvo y comenzaron a observarlos con extrañeza, como si fueran dos fenómenos.

La pelinegra parpadeo varias veces.

- ¿Qué? -.

Roger suspiro.

- ¿Lo tengo que volver a repetir? - dijo de forma impaciente y molesta.

Que cambio de ánimo tan radical.

- Carla ¡T-U M-E G-U-S-T-A-S! - repitió, haciendo que esta vez las personas de su alrededor comenzaran a susurrar cosas que ella no lograba entender.

Ok.

Suficiente.

- Adiós - dijo fríamente.

Carla comenzó a caminar en dirección hacia... ¿Hacia donde? La pelinegra ni siquiera tenía la menor idea de a donde se dirigía, pero le daba igual, con tal de estar lejos de Roger le bastaba.

Escucho como Roger la llamaba pero lo ignoró.

Seguía caminando cuando volvió a escuchar un "Carla", pero esta vez, su nombre provenía de una voz femenina y se escuchaba muy cerca, para ser especifico justo al lado de ella.

La pelinegra volteo y vio a Veronica, la cual le dirigía una amigable sonrisa, mientras la saludaba con si mano.

Sin pensarlo dos veces Carla se le acerco a la sonriéndole y saludandola ella no lo penso dos veces camino hacia donde ella se encontraba.

- Vero ¿a donde vas ahorita? -.

- Mmm... Tengo que ir a casa de Lesly a hacer un trabajo -.

- ¿Puedo ir con ustedes? -.

- Claro por que no... pero... -.

La castaña, la cual había comenzado a hablar muy animadamente con Carla, se calló mientras miraba a algo que había detrás de la pelinegra.

- ¿R? - finalizo de decir Verónica.

Carla sintió un escalofrío en la espalda, como si una presencia la estuviera acechando.

Se volteo lentamente y se encontró con un Roger molesto.

- Hola - le dijo a Veronica.

Verónica estaba en shock. La pobre no sabía que hacer, así que se limito a saludarlo moviendo lentamente su mano de lado a lado.

- Si no te molesta ¿me prestarías a Carla por un rato? -.

Verónica negó y vió a Carla con una cara de "WTF?!!?!".

Carla se limitó a decirle con los labios "luego te explico".

Roger la tomo del brazo y comenzó a caminar en dirección a su auto.

- ¿Que rayos haces? ¿Por que vamos a tu auto? ¿acaso me quieres violar? - la pelinegra soltaba todas las preguntas que se le venían a la mente.

Pero de repente, tipo novela australiana, Roger la apoyo contra el auto y se colocó a pocos centímetros de ella, haciendo que ambos labios casi se tocaran. Carla podía sentir el aliento de Roger en sus labios y podía ver sus hermosos ojos grises que volvían locas a todas las chicas.

- Carla lo lamento pero tengo que hacerlo si quiero ganar - dijo mientras se comenzaba a acercar a sus labios lentamente.

¿Ganar?

Genial, Carla era víctima de las apuestas tipo fanfic del grupo de "los populares".

- Si tu apuesta es besarme hazlo de una vez y déjame ir - dijo ella con un tomo firme.

Roger se detuvo, se alejó para poder mirarla adecuadamente unos segundos y poco a poco soltó a la pelinegra de su agarre y la dejo ir.

Carla se masajeó donde habían estado las manos de Roger segundos antes.

- ¿Sabes que eres un idiota verdad? - dijo aún molesta.

Roger, el cual seguía en frente de ella, se limitó a desviar la mirada sin decir nada.

- Claro que lo sabes - terminó de decir.

Bruscamente, Roger se alejo de ella, entro en su auto y arrancó sin decir más.

Carla se quedo perpleja.

La pelinegra no supo que hacer, al final todo había resultado ser una broma y se sentía tan estúpida por haber cancelado su cita con Anna para venir a hablar con ese imbécil, que tenía ganas de gritar hasta quedarse sin voz.

Realmente fue un día largo.

R es míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora