Noticias

232 27 1
                                    

Invernalia

Sofia estaba aburrida desde que se había ido Robb junto con los otros dos adolescentes que pasarían tiempo con ella, y al estar sin compañía de los tres chiflados se recorría toda la fortaleza en compañía de Arya, juntas habían encontrado varios pasadizos secretos que no se usaban en sus tantos recorridos pero cuando se aburrieron de recorrerlos y de no encontrar alguna otra cosa divertida que las entretuviese ambas se fueron a la Torre del Maestre para ver qué tenía de interesante ese anciano con conocimientos de la Ciudadela.

—nunca había escuchado sobre una hija de nadie.—afirmó Luwin mirando a Sofia y ella le sonrió.

—¿De dónde viene?—preguntó Arya al ver un cuervo entrar, el maestre fijó su vista en el cuervo y le sacó el pequeño pergamino que tenia atado a la pata.

—de Dorne—respondió el maestre abriendo el pergamino—el príncipe Oberyn se dirige hacia aquí y trae a su hija, Belen Martell con él.—comunicó el anciano y Sofia frunció el ceño al escucharlo.

—¿Belén Martell?—repitió Arya confundida al no haber oído jamás de una hija de Oberyn Martell que se llamara así, en realidad no sabía que tenía hijas. El maestre se limitó a asentir en respuesta.

—era una hija bastarda de Oberyn, ahora es legítima por lo que parece.—informó Sofia con la mirada algo perdida, y el maestre la miro sin expresión. El hecho de que Belén fuera a Invernalia la alegraba, de eso no podían haber dudas, pero también cambiaba sus planes y aumentaba sus preocupaciones, Sofia temía que Belén haya hecho algo fuera de lo planeado y pusiera en peligro a todos por sus acciones, sólo podía esperar a comunicarse con ella para averiguar qué pasaba.

—¿La conoce?—las palabras del maestre Luwin la sacaron de sus pensamientos y Sofia asintió lentamente antes de sacudir levemente la cabeza tratando de olvidarse de lo demás.

—así es, nos criamos juntas con ella y con otros siete bastardos diferentes.—respondió Sofia y Arya la miro asombrada, ahí tenia a quién admirar, alguien que estuviese viva y a su lado, no como Visenya Targaryen que llevaba años muerta y no la conocía, tenía allí mismo a quien admirar.

—¿Le pueden llevar la carta a Lord Stark?—indagó el maestre y ambas asintieron, Arya agarró el pergamino y ambas se lo llevaron a Ned, después de llevarle eso a Ned, Sofia se fue a la cocina donde estaba Lady Catelyn algo ocupada organizando las cosas de la cena.

—¿Necesita ayuda, Lady Catelyn?—consultó Sofia y Catelyn le sonrió amablemente.

—no querida, no es necesario.—denegó Lady Catelyn y Sofia se sentó en un taburete que había alrededor de la mesa de piedra que habían en medio de la cocina.

—¿Hace cuanto que está casada con Lord Stark?—interpeló Sofia para sacar un tema de conversación con la mayor allí presente, y Lady Catelyn la miró sonriendo.

—Robb tiene dieciséis...hace casi diecisiete años.—recordó Lady Stark y Sofia sonrió con ternura e ilusión, siempre le había parecido maravilloso el matrimonio, más aún cuando estaba lleno de amor y no de odio o de complicaciones, sabía que Ned y Catelyn se amaban a pesar de todo lo demás, tenían cinco maravillosos hijos y ya estaban establecidos, eran plenamente felices con todo eso.

—¿Robb cumple los diecisiete éste año?—indagó Sofia algo confundida y Lady Catelyn asintió.

—si, en dos meses y poco.—respondió la Tully y Sofia frunció el ceño, ¿y en cuánto tiempo comenzará el Juego de Tronos?, Se pregunto a sí misma mientras miraba a la mayor.

—pensé que faltaba más tiempo para eso.—comentó Sofia y Catelyn negó, después de eso siguieron conversando de un sin fin de cosas más, muchas de ellas surgían de la nada y sin sentido alguno.

Viaje en el TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora