Capítulo 1

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- Ha llegado a su destino - Decía una voz por los altavoces del avión.

Por fin llegaba a Barcelona. Llevaba meses preparando este viaje y por fin llegaba la hora ¿Tenía miedo? Claro que si, por muchas ganas que tuviera de estar aquí, acababa de llegar a una ciudad desconocida para mí y no conocía a nadie para que me ayudara con mis cosas. Pero bueno, yo siempre he sido una chica bastante positiva. En cuanto bajé del avión cogí mi móvil y llamé a mi madre.

- ¿Sam? - Gritaba mi madre desde el otro lado del aparato. - ¿Has llegado ya?

- Mama acabo de llegar, no hace falta que grites tanto. Estoy saliendo del aeropuerto a ver si soy capaz de coger algún taxi que me lleve al centro. Quiero dejar las maletas. - Dije mientras andaba entre la multitud de gente que salía de todos lados del aeropuerto. Conseguí ver un taxi así que corrí arrastrando mis dos grandes maletas. - Mama te cuelgo que ya voy a coger el taxi, luego hablamos.

- Adiós cariño, llámame luego.

- Luego to llamo no te preocupes. - Entonces colgué a mi madre y subí al taxi.

- Buenas tardes señorita, a donde quiere que le lleve. - Me dijo el taxista con una voz ronca. Su pelo corto y canoso hacían que se notará que rondaría los cincuenta años, tenía bastantes ojeras y la sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Me podrías llevar a la rambla por favor? - le pregunté al conductor cuando este asintió con la cabeza y puso en marcha el coche.

Estuvimos un rato hablando. Le expliqué que había venido con un poco de dinero y poca cosa más, que no conocía a nadie y que me acababa de mudar. Al parecer el taxista era bastante simpático, me dijo que se llamaba Antonio y que tenía dos hijos de mi edad, también me explicó que estos hijos eran de su ex mujer con la que se llevaba perfectamente, él me dijo que había mucha gente prepotente por Barcelona que se creían superiores a los demás pero que también había buena gente. Llegué a la rambla y pagué a Antonio

- Que nos volvamos a ver- Me dijo el con una sonrisa de oreja a oreja

- Espero que toda la gente aquí sea como tú. - Cerré la puerta sonriendo y le dije adiós con la mano y me dirigí arrastrando mis maletas hacia mi piso nuevo.

Llevaba un rato buscando el piso cuando decidí buscarlo en google maps. Cogí el móvil y me di cuenta de que estaba andando en dirección contraria a mi piso, cosa que me había quitado media hora de mi tiempo. Me di la vuelta y andé hasta el piso. Quizás no fuera el más grande ni el más bonito que había visto, pero era el único que me podía permitir. Me dirigí a mi habitación y empecé a deshacer las maletas cuando me di cuenta de que tenía mucha hambre y casi eran las cuatro de la tarde. Acabé de guardar toda mi ropa y cogí mi bolso para dirigirme a comer algo a un McDonald's que había cerca.

Estuve andando desorientada durante más de una hora por las calles de Barcelona hasta que encontré el McDonald's que llevaba tanto tiempo buscando, entré dentro y me quedé mirando las diferentes cosas que me podía pedir pero no sabía que decir cuando escuche que la dependienta me hablaba.

- Hola buenas tardes ¿en que te puedo ayudar? - me había tocado pedir y aún no sabía que pedir.

- Una hamburguesa con beicon y queso, unas patatas fritas y... - me quedé pensando dos minutos - una cocacola grande por favor.

La chica asintió con la cabeza y empezó a prepararlo todo en una bandeja. Estuve tres minutos esperando cuando la chica me dió una bandeja con mi comida y me fui a sentar a una de las mesas que había por allí. Me senté y cogí mi móvil y le envié un WhatsApp a mi madre.

Hola mama, estoy comiendo algo en un McDonald's que hay aquí al lado de mi piso

Esta noche te llamo

Mama❤️

OK, luego hablamos

Cogí mi bolso y me levanté para irme a casa, volvía a estar perdida así que cogí mi móvil otra vez y me puse el Google maps y me dirigía hacia mi piso cuando un chico que corría por allí chocó conmigo y me hizo caer al suelo. Noté un gran dolor en mi rodilla izquierda.

El chico me dijo algo que no llegué a entender cuando le escuché

- Hola una ambulancia en la... - En aquel momento se me cerraron los ojos y dejé de escuchar a aquel chico. Acababa de perder el conocimiento.

𝒱𝓊ℯ𝓁𝓋ℯ 𝒶 𝒷ℯ𝓈𝒶𝓇𝓂ℯ | FlamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora