who's that shadow (larry stylinson)

SIETE DIAS DESPUES

-¿Eres virgen?- ni siquiera sé cómo llegó a preguntarme eso, nunca habíamos tenido un conversación tan larga como la de hoy. No dijimos nada relevante sobre la situación, nada que me pudiera ayudar a escapar o a descubrir quién era, ni yo había dicho nada que le sirviera de ayuda. Éramos dos persona hablando estupideces sin importancia, lo que me hizo recordar que no era solo una sombra diciéndome que no me iría, era una persona, después de todo lo era y ya.

-No con mujeres.

-Oh- una risita contenida.

-¿Qué?- le pregunté un poco confuso.

-Podrías haber esperado un “no”, hasta un “si”, pero un “no con mujeres”. Harry…- pude adivinar que mis mejillas se volvieron de color rojo, como el pintalabios que usaba para salir mi madre -¿Pensaste en hacerlo con un hombre?

Tragué saliva. No había notado mi respuesta por lo que no había prevenido esta pregunta. Escuché sus pasos, sus amenazantes pasos hacia mí. Sus manos se posaron en mis piernas, me estremecí, por miedo tal vez o por ansias.

-¿Te excitan los hombres, Harry?- susurró justo enfrente de mí. Podría haber preguntado si me gustaban los hombres o si era gay, pero escogió esas palabras, y no eran un error, él quería decir esas palabras. Las había escogido con cuidado y las había puesto en su boca.

-Si- murmuré casi inaudiblemente. Y sí que era verdad, me gustaban, pero mis padres no lo aceptarían, era la primera vez que alguien me lo preguntaba tan directamente, la primera vez que lo admitía en voz alta.

-A mí me paso con un hombre- su voz inundaba mis sentidos -Justo ayer… y eras tú- entre abrí los labios, sintiendo que me faltaba el aire. Se colocó más cerca, entre mis piernas, y su susurró chocó en mis labios -Eres muy lindo, Harry. Cualquier hombre moriría por estas contigo.

Y se alejó lentamente, dejándome en la oscuridad.

Respiré lentamente. Tratando de recobrándome.

Ni siquiera se tu nombre y mira, mira lo que me estás haciendo.

OCHO DIAS DESPUES

La conversación del día anterior pareció haber sido solo un sueño, nada salió de lo normal. Volvíamos a las charlas cortas pero eran algo, no eran charlas secas, eran algo.

Tuvo que soltarme las manos de nuevo para poder comer, últimamente, con las charlas y demás no sentía tanta hambre, pero cuando traía la comida las dos o tres veces arrasaba con todo, y cuando terminé de devorarme lo que supuse era el almuerzo, todo era silencio. Sabía que él estaba ahí, y se me hacía imposible, después de ayer imaginármelo de otra manera que no fuera mirándome.

-¿Cuánto pides por mí?- rompí el silencio tímidamente.

-Lo que nos pertenece, no necesitas saberlo.

-Me imaginaba cosas peores de esto

-Me he dado cuenta- dijo en tono burlón.

-También creí que duraría menos- aunque no tenía ni idea de cuánto llevaba aquí se sentía como mucho más tiempo del necesario.

-Durarías menos si tus padres hicieran las cosas bien, me parece que voy a tener que enviarles un dedo tuyo.

Me estremecí al instante al imaginarme esa situación, tanto de mi parte como de la de mis padres.

-Es broma- dijo en aquel tono de fastidio de cuando uno ruedas los ojos.

-Se cómo son, vivo con ellos- dije tratando de disimular el susto.

-No tienes mucha suerte.

Por primera vez reí, y se sintió tan bien.

-No, no la tengo.

Después de un largo silencio, casi necesario, él volvió a hablar.

-La policía ya te debe estar buscando, no será mucho tiempo más que estés aquí.

¿Por qué eso me hacía sentir vacío? Me encontrarían

-¿No les dijiste que si llamaban a la policía me matarías… o algo así?

-Claro que sí, pero no soy estúpido, obviamente lo hicieron. Lo único que no pueden hacer es publicarlo en los medios.

-¿Entonces por qué todavía no me mataste?

-¿Y eso qué sentido tendría?

Tiene razón.

Nos quedamos en silencio una vez más. No quería que se fuera, me sentía tan solo y vacío cuando se iba, pero no tenía nada que decir.

-¿No intentaras escapar, verdad?- habló, volví a respirar.

No, no lo haría.

-No le veo el sentido

-Bien, debes estar muy incómodo así.