La Actriz del Magnate

Capitulo XXIII

Suspiro, mientras abro los ojos. Me estiro, mientras siento la comodidad de la cama.

Si, dormir desnuda es demasiado comodo.

Abro mis ojos de par en par, para luego bajar la cabeza. Levanto la sabana.

Estoy desnuda.

Miro lentamente a mi izquierda. Observo la gran espalda de Jacob, aprieto mis labios.

— Bon sang.— Vuelvo a mirar hacia adelante

Miro hacia el suelo, diviso mi ropa en el. Levanto lentamente la sabana, para después salir.

Tomo mi ropa interior. Refiriendome solo a mis bragas, el sosten se perdió. Tomo el vestido y me lo coloco rápidamente, tomo mi bolso.

Salgo de la habitación. Miro el pasillo, mientras me dirigo a la mia.

— Maldición.— Me acerco a la cama y abro mi bolso, tomo mi telefono

Me acerco al armario, mientras marco el teléfono de Joan.

— Finalmente, estupida. ¿Donde estabas?, ¿la batalla salió bien?

— Dormi con el.— Hago una mueca, mientras tomo ropa

— ¿Dormir?, ¿dormir de pijamada?— Frunzo el ceño

— No, Joan, follamos. Dios.— Ruedo los ojos, mientras me acerco al baño

— ¿¡Qué!?, dime que era parte del plan.— Cierro la puerta, mientras aprieto mis labios

— ¿No?

— Oh Dios mio.

— Bueno, habia tomado mucho champagne.— Me encojo de hombros — Imagínate, hice topless. Al menos por dos segundos.

— Ese hombre te esta transformando. Antes no te exibirias de esa manera ni con cinco cocteles.

— Bueno, no es mi culpa. El coloca mi mente como una niña rebelde. Debió colocar algo satánico en eso.— Froto mi frente

— Pues, no por mucho tiempo. Fue un momento de debilidad y no volverá a pasar.— Aprieto mis labios— No volvera a pasar.

— Bueno, tampoco fue lo peor del mundo.— Arqueo mis cejas, recordandolo

Senti como si mi cuerpo estuviera en una etapa de renacimiento. Claramente me hechizo, no encuentro otra razon de porque es tan difícil decir que no volvere a caer en la tentación.

— Lo sera cuando te este apuntando con un dedo mientras rie.— Frunzo el ceño— Solo es una distracción para que tenga esta guerra en su mano.

— En realidad, tuvimos una pequeña pelea, entonces decidimos no estar en esta guerra.— Me acerco al espejo

— ¿En serio?, ¿tienen sexo y todo esta bien?— Bufo