Capitulo XLIII

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Tomo otro sorbo, mientras miro hacia abajo

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Tomo otro sorbo, mientras miro hacia abajo.

Observo a las personas caminar, hasta que escucho la puerta abrirse. Giro mi cabeza, mi padre se adentra, colocando sus manos en sus bolsillos.

— ¿Cómo estas, hijo?

Lo miro unos segundos más. Vuelvo a girar mi cabeza, mientras tomo otro sorbo.

Lo veo de reojo colocarse a mi lado, suspira.

— Sabia como terminaria esto. Y te lo dije.— Lo miro — Y no quisiste escucharme.

— Ahorrame tus palabras. No me hagas arrepentirme de sacarte de la comisaria.

— ¿Sabes porqué me sacaste?— Vuelvo a mirar hacia adelante — Porque sabes que fue lo correcto. Sabes que me necesitas.

— No es cierto. No lo hago.

— Hijo.— Coloca una mano a mi hombro, lo miro — Perdoname. Ignore muchas situaciones en las que te coloque, solo por mi ambición.— Suspiro— Y ahora verte asi, destrozado, me hace dar cuenta. Quiero hacer las cosas bien.

— ¿Cómo?— Murmuro

— No seguire insistiendo con lo de la corporación, no si eso te incomoda.— Frunzo levemente el ceño — Pero si quiero ayudarte.

— Puedes empezar dejandome solo.— Vuelvo a mirar hacia adelante — No quiero tu ayuda. No quiero la de nadie.

— Lo entiendo, pero me asegurare de que estes bien. — Suspiro— Y hijo.— Lo miro— Espero que logres olvidarla, seria la unica manera de curar el veneno que te colocó.

Se aleja.

Vuelvo a mirar hacia adelante, mientras termino de tomar lo que queda.

Observo el vaso, aprieto mi mandibula.

¿Porqué tenia que ocultarme todo?, ¿porqué se sintió con el derecho de aguantar todo ella sola?, ¿porqué no me dijo que me ama?

¿Porqué no lo hace?

¿Qué hice mal?

Gruño y estiro mi brazo, tiro el vaso lejos. Apoyo mis manos en el barandal, cierro los ojos.

¿Y porqué demonios duele tanto?, parece que un camión me paso por encima.

Escucho mi telefono sonar. ¿Sera ella de vuelta?

No estoy listo para escuchar su voz de vuelta, y no se si quiera escuchar sus palabras.

Suspiro y lo tomo, atiendo al ver que Eros.

— Eros, ¿qué sucede?— Froto unos segundos mis ojos

Jacob, te envie el contrato que querias, ¿lo recibiste?

— Si. Lo siento, olvide avisarte.

¿Estas bien?, Violette me contó lo que paso.— Suspiro

La Actriz del MagnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora