Capítulo 10

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- Hoy se cumplen trecientos años - la mujer que aparece frente al espejo es la imagen del sufrimiento.- Hubiéramos sido tan felices.

Lágrimas de dolor salen de mis ojos, los recuerdos se sienten tan dolorosos, todo lo que dijimos y todo lo que callamos.

- Aunque hubiésemos querido, ya no había forma de salvarlo- mis hermanos me sostienen antes de que caiga en el abismo de la desesperación.- sabemos como te sientes, también perdimos personas importantes y aunque pase el tiempo sigue doliendo su pérdida, solo nos queda seguir viviendo y recordar tanto los buenos momentos como los malos.

De los tres, Volker siempre ha sido el más callado pero cuando habla, dice palabras que te dejan pensando.

- Bueno hermanos, no dejaré que los dos se vuelvan unos depresivos, así que vamos, sonrían y vengan a darme un abrazo de minotauro.- es casi imposible resistirse a la sonrisa de Abdel, siempre logra sacarme aunque sea una mueca y sé que con Volker es igual.

Avanzo hasta la cama y me siento a un lado de Abdel mientras mi otro hermano hace lo mismo, ambos me rodean con sus protectores brazos e inmediatamente siento una enorme ola de tranquilidad.

Todo lo que he hecho es por ellos. Mi familia. Mi hogar.

- ¿Hermana?- me llama Volker.

- Mmm.

- Eres una desordenada, deberías limpiar de vez en cuando esta inmundicia.

Río por sus palabras porque sé que son ciertas: - lo haré algún día.

- Por Hades, ¿me pregunto qué pensarían los ciudadanos al ver el cuarto de su gobernante hecho un desastre?

- Probablemente no pensarían nada, sino quieren pasar un año entero en los calabozos- respondí con tranquilidad.

- A veces das miedo cuando hablas de cosas terroríficas que le harías a las personas pero lo dices con extrema calma.- ese es el punto querido Abdel.

- Hoy no bajaré a cenar, díganle a mis hombres que no quiero que me molesten.- me levanté de la cama y me dirigí al baño a refrescarme el rostro, cuando me observo en el espejo los recuerdos de cuando lo conocí vuelven a mi mente.

FLASHBACK

Estoy muy nerviosa, pero me aguanto las ganas de irme, enserio necesitamos esto y yo haré lo que sea por ellos.

Cuando estoy frente a la propiedad tocó la puerta y me recibe el mayordomo: - ¿Qué se le ofrece señorita?

- Vine por el trabajo que están ofreciendo, soy nueva en el pueblo y escuché a unos aldeanos decir que buscaban sirvientes.- el hombre solo me observo con sus fríos ojos pero mantuve mi rostro tranquilo.

- Adelante, llamaré a la señora de la casa para que la evalué- si pudiera, mi respiración estaría muy agitada.

- Gracias- el corredor no era muy largo y una vez llegamos a la sala de visitas me quedé de pie esperando a la señora.

- ¿Disculpe?¿buscaba algo?- tuve que fingir que me había asustado y al darme la vuelta me encontré con el hombre más hermoso que alguna vez he visto.- ¿señorita?

Tiene una sonrisa muy bonita- Lo-lo si-sien-to- carraspe la garganta: - vine por el trabajo y estaba esperando a la señora de la casa.

- Ya veo- todos sus pensamientos estaban llegando a mí y he de decir que me sentí halagada por lo que el pensaba - Mi nombre es William Cavendish y es un placer conocerla- se hacerco a mi y besando el dorso de mi mano con extrema delicadeza y galantería e hizo una pequeña reverencia

- Me llamo Edith Berefordt, un gusto- él hiba a hablar hasta que nos interrumpió una mujer, la señora de la casa.

FIN DEL FLASHBACK

Nuevas lágrimas salen de mis ojos sin poder evitarlo pero ahora tengo una sonrisa en mi demacrado rostro, me hubiera gustado pasar más tiempo a su lado y dejar de lado todo aquello que me atormentaba.

Al salir de la ducha me visto con ropa cómoda, hoy no iré a trabajar a mi despacho. A veces me gustaría poder dormir, poder soñar, poder descansar, pero este es mi castigo y lo tengo que aceptar; vine al mundo con un solo propósito y aunque me resista no sé cuanto tiempo tengo antes de que todo quedé perdido.

Me dirijo al balcón donde puedo apreciar el hermoso paisaje, en serio me gustaría que todo fuera eterno, observo la luna azul que se posa frente a mí, demostrando lo pequeña e insignificante que soy comparada con ella, pero recuerdo que hasta el más pequeño e insignificante ser puede no ser malo si esta solo, en cambio si esta acompañado puede ser letal, justo como las hormigas.

Escucho la puerta de mi habitación siendo rasgada por una garras y sonrío con nostalgia. Abro la puerta sin necesidad de tocarla y dejo pasar al enorme felino, que camina con arrogancia hacia mí.

- Mi hermosa Verasha, tardaste mucho en llegar, ¿acaso no me extrañaste?- la pantera solo restrego su cabeza contra mi pierna y soltó un bostezo.- Descansa mi preciosa, a sido un largo día.

Mientras mi pantera se duerme en la alfombra yo me encuentro acariciando su bello pelaje negro.

Me pregunto cómo estará Vladimir y que estará haciendo Gael, ese niño me traerá bastantes problemas.

Me lanzó al vacío y caigo un poco inclinada, me recompongo y me voy corriendo a toda velocidad a lo más profundo del bosque, donde mi amado descansa.
Al llegar, lo primero que capta mi atención es el enorme árbol de hojas amarillas como los rayos del sol y de tronco tan blanco como la nieve, está tal y como lo recuerdo.

Acaricio con las yemas de mis dedos el hermoso árbol y siento como mi corazón palpita, bombeando toda la sangre que he robado por todo mi cuerpo. Me subo en la rama más alta que encuentro, cierro mis ojos y escucho el sonido del bosque.

- ¿Sabes cariño? Hace poco tuve una visión, en la que estaba un chico pelirrojo, era bastante adorable, él se llama Gael Murphy y es huérfano, es reservado, no como Volker, sino más bien el punto medio entre él y Maximiliam, ese niño da escalofríos- una sonrisa se posó en mis labios, pero inmediatamente la borré- amor, no me dijiste que estaba divagando, bueno, vi en mi visión como una espada le atravesaba y como la sangre se escapaba de por sus labios, haciendo que se ahogara con ella, pero está vez si seré capaz de salvarlo.

Me levanté de la rama en la que estaba y me sincere con el amor de mi vida: - "Te amé en un pasado, te amo en el presente y estoy seguro que te seguiré amando en el futuro y ni la muerte podrá separarnos porque en la siguiente vida te encontraré".- las lágrimas otra vez hicieron su aparición- ¿Te acuerdas que eso me lo dijiste una noche antes de irte?, no sabes cuanta falta me has hecho, extraño sentir el calor de tu cuerpo junto al mío, extraño la forma en la que me sonreías, extraño la forma en la que me decías que me amabas y especialmente extraño todas las veces que hablábamos sobre formar una familia, sobre adoptar a un lindo niño que completaría nuestra felicidad.- hice una pequeña pausa para limpiar mis lágrimas- Siento no ser completamente mujer, siento mucho no poder darte un hijo.

Cubro mis labios con mi mano izquierda recordando todas las promesas que nos hicimos.

Me quedo hablando toda la noche con el hombre que logró entrar en mi corazón y lo tomo como un vil ladrón, hasta que veo como el sol está saliendo en el horizonte y sé que es hora de separarnos nuevamente.

Me bajo del árbol y beso mis dedos que van directamente al tronco en un acto de despedida- Te amo.

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Hasta Agatha tiene su lado sensible.

Me preguntó ¿Qué fue lo qué pasó con William? ¿Y porqué Agatha se presentó ante él como Edith Berefordt? ¿Qué era lo que necesitaban sus hermanos de la familia Cavendish?

El pasado siempre estará ligado al presente.

Bueno, les agradezco queridos lectores por llegar hasta este punto de la extraña y alucinante historia de Agatha Brückner.

La lujuria de la reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora