Episodio 11.

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"Había fotografías que quería tomar

cosas que quería enseñarte

cantarte dulces canciones de cuna

limpiar tus llorosos ojos

¿Quién podría amarte así?

Selah - I Will Carry You


Baekhyun


En las últimas semanas de enero, el trabajo en la empresa se había visto muy saturado, por lo que las cosas en casa se habían puesto complicadas. Ahora llegaba cerca de la nueve de la noche a casa, y más de alguna ocasión tuve peleas con ChanYeol por esto. Tuvimos que sacrificar a TaeHyung y HoSeok, pidiéndoles que ellos se encargaran de recoger a los niños en la guardería.

Al cabo de dos semanas, ChanYeol tuvo que ser el sacrificado y salir más temprano de la universidad para recoger a los niños, pues nos habíamos enterado del embarazo de TaeHyung. Y aunque ChanYeol y yo estábamos muy felices tanto por el embarazo de Tae, como por el mío, no podíamos ignorar la situación que había dentro de casa.

Una noche en la que regresé de trabajar más tarde de lo normal encontré la agradable visita de las profesoras Jung y Bae en casa. No sé si fue por el hecho de que estaba la profesora Bae en mi casa, sentada en mi sofá, junto a mi esposo, el hecho de que estuvieran dos mujeres en mi casa a aquellas horas, el hecho de que estuviera tan cansado y solo quisiera tirarme en mi cama a dormir, o por las hormonas del embarazo, pero mi enojo comenzó a aparecer.

Los niños no se veían por ningún lado, supuse que estaban dormidos, hasta que escuché sus risitas en la cocina. Aquel aspecto me molesto demasiado, porque ellos deberían de estar dormidos ya.

—¿Por qué los niños siguen despiertos? —fue la manera en la que anuncie mi llegada, con una voz fuerte y autoritaria.

Las tres personas se voltearon a verme, ChanYeol borró momentáneamente su sonrisa, HyeSung me miro apenada, y a SuJi, ni siquiera le preste atención.

—Ba-Baek—ChanYeol tartamudeo.

—Pregunte por qué carajos no están dormidos niños—hable con más autoridad.

—Estaba por llevarlos a la cama—se excusó, aunque era más que obvio que no estaba por hacerlo.

Lo ignore con una mala mirada y camine más adentro en la casa para dejar mis cosas sobre uno de los sofás.

—Eun, Even—los llame y ellos llegaron corriendo hasta mi—. Ni siquiera están bañados Yeol—me queje.

—Te digo, estaba por hacerlo—

Rodé los ojos.

—Claro, haré de cuenta que te creo. Vamos niños, a bañar y a dormir—le hable.

Los tomé de sus manitas y comencé a hacer mi camino hacia arriba. Pasamos a la recamara de los niños por sus batas de baño y ropa interior, también pasamos a su baño por sus esponjas y champú. Después los llevé al baño de nuestra habitación y encendí la regadera. Cuando el agua estuvo tibia los metí debajo de la lluvia artificial y subiendo las mangas de mi suéter comencé a ducharlos.

Puse champú en las manos de Even para que se enjabonara sola mientras yo tallaba a ChuEun, este era tan travieso que si le daba champú para enjabonar su cabeza terminaría tragándolo o haciendo que callera en sus ojitos. Even era más inteligente, y sabía tallarse sola, si sus ojos se llenaban de jabón, también sabía que tenía que enjuagarlos con agua.

Casado con un Idiota | Libro IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora