~~~~ 8 años después ~~~~
Definitivamente nadie podía refutar las palabras de Aino.
Kaguya poseía una increíble fertilidad, y todos los miembros del pueblo eran testigos de ello.
Después de haber tenido a sus tres primeros hijos, la mujer concibió a otros cuatro.
Cada uno de esos niños, mostraba una impresionante belleza que dejaba a todo el que los conociera impactados, era como si conocieran a seres de otro mundo. Seres muy diferentes a ellos.
EL primero. Kurama.
Era el mayor de todos, su largo cabello a la par que sus hermosos ojos, eran de un rojo intenso, rojo como la misma sangre. Su piel era pálida y le daban un aura magnánima, provocaba el miedo y respeto de los que lo rodeaban.
Después de todo, el sería el futuro líder de esa pequeña aldea.
Con sus escasos ocho años, poseía un carácter por demás serio y no era partidario de los juegos, no importaba si sus hermanos le insistieran al respecto. Por esa razón, no pasaba mucho tiempo con ellos, pero eso no quitaba que los quería demasiado y que los defendería sin importar nada.
Segundo, Gyuki.
Al igual que su hermano, tenía apenas ocho años. Sin embargo, las diferencias con Kurama eran tantas, que la mayoría dudaría que eran hermanos. Poseía una cabellera purpura, si bien cuando nació, el color se inclinaba al café, ahora era un poco más negruzco. Su piel morena le daba un singular atractivo, sin mencionar sus ojos negros que le daban un toque tierno y perturbarte al mismo tiempo.
Además, su actitud era completamente opuesta a la de su hermano, ésta era más alegre y carismática. No importaba el lugar al que fuera, siempre lo hacía con una sonrisa, y se aseguraba que los de a su alrededor sonrieran, aunque sea por un momento, no importa que tan corto sea éste. Intentaba llevarse bien con su hermano mayor y hacerlo reír, pero fracasaba en la mayoría de las veces y era ignorado por completo.
Tercera, Chomei.
Era la menor de los trillizos. Con el pasar del tiempo, cada vez se veía más y más el parecido que tenía con su madre. Su piel era blanca como la nieve, su compleción delgada y elegante. Todos en el poblado, podían asegurar que ella llegaría a ser una hermosa mujer en un futuro no muy lejano. Sus ojos eran de un profundo negro, e iban a la par de su cabellera, la cual la llevaba siempre atada en una coleta alta.
La mayor parte del tiempo, ella pasaba más tiempo con su madre y hermanos menores. Ella los cuidaba y controlaba en casi todo momento. Aunque muchos vieran la tarea, un tanto aburrida y trabajosa, para ella no lo era en absoluto, sino todo lo contrario, le encantaba pasar tiempo con ellos.
Cuarto, Saiken.
Era un pequeño niño de unos seis años de edad. Si bien, Chomei tenía un gran parecido con su madre, el pequeño era una copia exacta de ella. Era completamente albino, Su piel tan blanca como la nieve, con unos grandes ojos y cabello plateado, le hacían ver como un delicado ángel.
Delicado.
No había mejor palabra para describirlo, era en extremo torpe y siempre necesitaba que alguien lo estuviera cuidando si no quería sufrir algún accidente. La mayor parte del tiempo se la pasaba llorando, y culpándose por su fragilidad, pero toda su familia lo animaba, sobre todo su padre. Con él tenía un lazo muy especial, Tenji quería mucho a sus hijos, pero sabía que Saiken tenía una muy baja autoestima, y él lo ayudaba en ese aspecto, de ahí que se volvieran tan unidos.
Quinta, Kokuo.
Ella era la melliza de Saiken.
En apariencia, eran prácticamente iguales, solamente que sus ojos eran de un negro profundo. Además, que su cabello, tenía pequeños mechones negros al frente, dándole una singular belleza.
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LUNA DE SANGRE (SASUNARU)
RandomNo tenemos la culpa de lo que nuestros antescesores hicieron en su epoca, pero como siempre ha sido, todo lo que hicieron repercute en nuestros tiempos... Asi es como la vida de Naruto uno de los Jinchuriki trata de hacer lo que este en sus manos pa...