Capítulo XVI

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La mañana ya había caído en aquella tierra helada,el sol brindaba escasa luz,las nubes no permitían que la fuerza del sol llegara como debía.

En el castillo de Arendelle,como siempre la servidumbre hacía sus labores,los soldados vigilaban,los presos lamentaba estar allí,y como lo habitual el reino estaba sumergido en el invierno.

Elsa estaba en la habitación,no salía de allí,se encontraba pensando en que hacer,pero sin lugar a dudas no era salir de allí,ya que todos la deseaban muerta,Hans por su parte estaba en el despacho,ocupándose de los asuntos qué debía tratar,firmas,papeleo,pendientes y muchas tratados nuevos provenientes de reinos lejanos,la mañana era aburrida según Hans,estaba demasiado tranquila a su parecer,eso con seguridad no era de fiar.

Aquí hay gato encerrado.


S

in más el monarca se levantó de la silla,comenzó a recorrer la estancia,pensando cosas un tanto arrebatadas,pero ¿qué más esperabas de un hijo de un reino bélico y sanguinario?,era normal para él pensar lo peor,en momentos que ni siquiera tenían nada que ver,o si por lo menos tuviese coherencia.

Hombre prevenido vale por dos.

Asintió con una sonrisa a su pensamiento,tenia varias ideas de como protegerse la espalda.

Se acerco a la chimenea que yacía a un lado de él,Observó la pintura que allí estaba,era todo el linaje de los Arendelle,de hecho conforme lo fue apreciando,aquella descendencia le parecía poca,pero claro él venía de una familia realmente numerosa.

Tu escoria de familia.

Hizo caso omiso a su subconsciente,sabia que el linaje Arendelle era pequeño,pero se notaban felices,sin dolor o envidia,en nada se parecía a su familia,la de él por su lado eran como una jauría de leones que esperaban que su presa fuese lo suficientemente débil para por fin atacar y despedazarla hasta que fuese nada,era peligroso confiar en sus hermanos,hasta en su mismo padre,todo era un peligro dentro ese gran palacio,todo en aquel lugar era con simpleza,cruel.

No todos lo son.

En efecto,no todo el linaje Westergaard eran monstruos,había uno en el que este actual monarca pudo confiar.

Su hermano Lars,que por cierto debe estar lleno de preocupación por no saber como su “hermanito" se encontraba,por algo extraño, Lars siempre fue muy sobre protector con él,Hans por su parte siempre supo que fue así con el porque era su hermano mayor y la única persona a parte de su madre,que le importaba,por que, decir la palabra “importar" esta muy lejos de su padre y hermanos.

La puerta sonó,y volvió a llamar,toque tras toque

— Adelante — Soltó el titulado con seriedad.

La puerta se abrió,los ojos Verdemar lograron divisar a un soldado,el cual por cierto venía de las mazmorras,Hans sabia que si ese hombre estaba allí no era nada bueno,sin embargo no le mostró su intriga.

— Majestad,el vende hielo,pide su presencia — Sus orbes se ruedan,es un fastidio hablar con una persona que no deja de hablar del mismo tema,en cierto punto lo entiende,sabe que ese sujeto estaba enamorado de Anna.

— ¿Crees que iré a ese lugar solo por que él diga?,si más lo sé,no es nadie,pero no siquiera obedecía a mi padre — Musito el cobrizo,el problema no era hablar con el muchacho,sino que lo sacara de sus casilla más de lo usual.

— Lo entiendo,excelencia — Pronunció con su faz en bajo el soldado — ¿Qué le diré?.

— Informale que si tengo el tiempo hablaré con él — Su tono como casi siempre era arrogante,como si nunca hubiese entendido la frase “Todos somos iguales"

Lσνє ιs ƒιяє αη∂ ι¢є Donde viven las historias. Descúbrelo ahora