Capítulo XIX

468 34 13
                                    

E L S A

Apenas abrí los ojos,mis párpados pesaban demasiado,me dolía un poco la cabeza,mi cuerpo no encontraba la fuerza necesaria para moverse como debía. Fue en ese momento en el que observe a mi alrededor,todo aun,cubierto de hielo,la capa blanca con brillos seguía allí,el frío en la habitación había disminuido,no del todo,moví mi cabeza en varias direcciones,hasta toparme con los mismo ojos verdes que en algún tiempo se mostraron sinceros,me percate de que ya no estaba en el suelo,además,que ya tenia compañía.

— ¿Cómo te sientes? — Interrogó,mientras su mirada se paseaba por mi ser,de pies a cabeza — ¿Qué o quién te hizo esto? — Volví a escuchar en cuestión,deseaba decirle lo que paso,pero algo dentro de mi me decía que no.

— Aun me duelen los dedos de mis manos,las Siento — Deje de hablar,llena de dudas ante lo que iba a decir — Frías.

— Pensé que no sentías el frío.

— Y no lo hago o eso creo,pero este frío es demasiado extraño — Explique.

“¿Quieres jugar?"

Escuche,esa voz,por algo la conocía,no recuerdo de quien o como,mucho menos por que me hablo,pero se trataba de un varón.

Su tono me parecía familiar.

“¿Qué dices?"

Solamente debía intentar recordar bien de quien se trataba.

— ¿Hans?¿Sabes qué pasó? — Note como su mirada bajo mientras su rostro me mostraba que estaba dudando que decirme.

— No creo que sea conveniente hablar de eso ahora.


— Yo no lo provoque — Explique — Aunque suene loco debes creerme.

— Te creo — Hizo una pausa — Por ahora solo debes quedarte aquí,mandare a los empleados a quitar la escarcha de la habitación.

— ¿Por qué no quieres decirme que paso?.

— Por que es lo mejor.

[...]

Por otra parte del castillo en aquellos lugares en donde a nadie les importo como estuviesen los presos,se hallaba aun la pesadilla de Elsa,su hermano,el cual por cierto rondaba tarareando una vieja canción.

“A tu hogar has de volver"~

En cada paso que daba las espigas congeladas aumentaban su tamaño,llegando a ser descomunales y para cualquiera que lo viese,asombrosas.

Sus fríos ojos bestiales observaban cada celda y cada preso en ella. Algunos tirados en el piso,temblando,otros sentados abrazando su cuerpo con sus brazos,buscando el calor que escapaba del ambiente.

Una sonrisa complacida apareció en su rostro pálido,sus ojos parecieron encenderse en un brillo congelante,con certeza,quería reírse de todo el espectáculo que miraba pero,no le servía de nada,según él.

— ¿Donde esta Bjorman? — Interrogó mirando hacia una celda en la cual habían únicamente dos hombres.

— Mi señor,no se de quien habla — Soltó el varón de cabellos marrones.

Lσνє ιs ƒιяє αη∂ ι¢є Donde viven las historias. Descúbrelo ahora