capítulo 2

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MADDIE se acercó, con extrema reticencia, a la puerta del acompañante que Dimitri mantenía abierta, ni la oscuridad podía esconder los duros rasgos de su cara, Tragó saliva. Aquélla era la primera vez que Maddie tenía que enfrentarse a sus rudos modales, la primera vez que le enseñaba su verdadera naturaleza el resto, la sonrisa, la dulzura, el calor y la indulgencia de los últimos tres meses, no habían sido
más que una actuación, se dijo a sí misma con firmeza. Arrastró los pies hasta la puerta abierta del coche y respiró hondo En aquel momento, no lo estaba mirando, pero Maddie era consciente de que estaba furioso y su helada mirada la estaba atravesando hasta quemarle la piel.
—Estoy esperando. A primera hora de la mañana, te traeré de vuelta a casa de tus padres,te lo prometo hasta entonces, será mejor que crean que estamos intentando solucionar nuestros problemas. —¿Por qué? Ya no son niños a los que tengamos que ocultar la verdad.
—Te lo explicaré, pero no aquí —dijo con la voz endurecida por la impaciencia.
La boca de Maddie se tensó en una expresión testaruda
acostumbrado a que cada uno de sus deseos fuera satisfecho inmediatamente, Dimitri no era un hombre paciente sin embargo, le había llegado el momento de aprender.
Ignorándolo, no sin dificultad, Maddie consiguió concentrarse en lo que debía hacer, tenía dos opciones podía seguir con su idea original de entrar en la casa, despertar sus padres y preguntarles de qué demonios estaba hablando su prácticamente ex marido. ¿Cómo podía amenazarlos con quitarles la casa? Estaba diciendo tonterías, ¿verdad?

El único problema residía en que Dimitri no era una persona que amenazara a la ligera Maddie sintió un escalofrío en su trabajo, tenía reputación de ser un hombre cruel todo lo que decía, lo hacía con convicción y pobre de quien le estorbara o de quien intentara engañarlo. Ella nunca había visto ese lado de Dimitri, pero siempre debía de haber estado allí escondido cuidadosamente, pero presente en su matrimonio, que había sido organizado con un único objetivo: obtener un heredero, Su fría crueldad se estaba poniendo de manifiesto claramente en aquel momento, y con resignación, optó por la segunda opción.
Se acomodó en el asiento del pasajero, el corazón le latía enloquecidamente,el cerró la puerta con fuerza,ella tenía la obligación de complacer sus deseos ante la duda de que existiese alguna posibilidad que Dimitri pudiese cumplir su amenaza.
Hicieron el viaje hasta el pueblo en silencio a diferencia del primer trayecto que había realizado aquella noche en taxi, Maddie no tuvo que dar instrucciones a Dimitri en aquel laberinto de callejuelas. Él conducía extraordinariamente bien y tenía una memoria sorprendente recordaba el complicado recorrido desde la casa al hotel. Era el mismo en el que se había alojado cuando había ido allí tres meses atrás,
cuando había iniciado su campaña para que Maddie se casara con él.
Sin ningún deseo de recordar lo crédula e ingenua que había sido, Maddie apretó los dientes hasta que le dolió la mandíbula y se concentró en el presente su presencia tan inesperada estaba destrozándola si ella, que lo amaba tanto, había
podido tomar una decisión razonable y lo había dejado. Si ella había podido romper el matrimonio, ¿por qué él no hacía lo mismo? Para él debería haber sido mucho más fácil, ya que nunca la había amado y sólo la había valorado por ser una madre en potencia. Maddie frunció el ceño mientras intentaba encontrar una respuesta había creído sinceramente que, al descubrir su deseo de acabar con el matrimonio, Dimitri se iba a encoger de hombros e iba a pasar página. Un divorcio rápido, más sencillo aún por su decisión de no reclamarle nada. Después, llegaría otro matrimonio con una chica como ella, de familia de clase media, pero prolífica. Una mujer que no sería capaz de enfrentarse al grandioso imperio de los Kouvaris cuando en un juicio le hubiesen quitado la custodia del niño.
Maddie se sonrojó indignada había sido humillada en todo aquel tiempo, tenía que haber caído en la cuenta, o por lo menos haber albergado alguna sospecha de sus verdaderos motivos,los habría encontrado delante de sus narices si sus ojos los hubiesen querido ver.
Sin embargo, había respondido encantada a todas las preguntas de Dimitri y lo había informado de que ella pertenecía indudablemente a una familia numerosa. Su
furtivo matrimonio y la falta de luna de miel tenían que haber levantado sus sospechas. Pero no había sido así.

Matrimonio Borrascoso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora