💀 Padre 💀

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México

El gran día de muertos había llegado y yo la pasaría genial con mis chamacos; realmente solo quería pasarla con mi familia no como el año pasado que muchos países vinieron por lo tanto tuve que estar supervisando, serle de guía, padre, y a la vez pasarla bien.

El problema es que no la pase tan bien como creí era demasiada presión, todo tenía que ser perfecto y tenía que mostrarles lo máximo del día de muertos a todas las naciones. Cuando me dí cuenta el día de muertos ya había acabado y no pude pasarla tan bien, ni si quiera la pude pasar con mis estados.

Pero esta vez no será así, estaré con mis chamacos todo el día. Si se preguntan de Rusia... El está en sus tierras haciendo trabajos por lo cual no me molestará.

- A'pa, venga pa que le pintemos la cara - me llamó Querétaro, me tomó del brazo para llevarme al cuarto de Hidalgo que le estaba pintando los rostros a mis demás chamacos.

- ¿Lo va a querer como siempre pa? - asentí mientras cerraba los ojos. - Uste manda -

Después de pintarnos toda la cara fuimos hacía el centro de la ciudad donde la pasamos increíble, visitamos varios panteones en el cuál dejábamos velas a las tumbas olvidadas, comimos pan de muerto con chocolatito y nos tomamos varias fotos.

Es mi época favorita del mundo no solo por que puedo pasarla junto a mi familia si no que también puedo ver a mi padre fallecido que en paz descanse.

Ya era de noche así que salí de casa sin hacer ruido, mis chamacos aún no saben sobre esto pero algún día cuando estén preparados les diré y les mostraré que hay una forma de ver a los del más allá.

Fuí hasta Xochimilco donde me encontré a Don Luis.

- ¿Que me cuenta mi don? - lo saludé mientras me aproximaba a el que estaba preparando la chinampa.

- Buenas noches señor México, pus aquí preparándole la chinampa. Ya le dejé todo listo - conocí a Don Luis hace mucho tiempo, desde que encontré la forma de ver a mi jefesito ya fallecido su familia me a ayudado a transportar me hasta aquel lugar.

- Muchas gracias mi don - me subí a la chinampa. - Que tenga buenas noches y me saluda a la familia - me despedí de él.

- Con cuidado pues - tomé la linterna alumbrando el camino, estaba muy oscuro pero ya estaba acostumbrado a esto.

Empecé a ir en línea recta mientras algunos perros que han de ser del vecindario empezaron a ladrar, una fuerte ventisca empezó meciendo las ramas de los árboles provocando choques entre ellas creando un ruido algo espeluznante.

En un dos por tres una densa niebla se apoderó del lugar y me adentré en ella, en este momento ya no se escuchaba nada mas que algunos grillos que había del lugar. Llegué a un pedazo de tierra en donde no había nada más que pastizal, tomé algunos objetos que traía en la chinampa.

Caminé sin rumbo tratando de buscar un pequeño cuerpo de agua cristalina, minutos después lo había encontrado, me senté en la orilla y observé el cuerpo de agua en el cual veía mi reflejo con la ayuda de la luz de la luna. Tome el incienso y lo prendí para después dejar que el humo se dispersara.

Después de eso le quite a la flor de cempasúchil tres pétalos y los heche al agua, después con un pequeño alfiler me pique el dedo dejando que una pequeña gota de sangre cayera sobre los pétalos.

Unos segundos después el agua se empezó a tornar roja mientras empezaba a hacer aire moviendo el pastizal; todo calmo y el agua volvió a su color original. Me acerqué un poco mas haciendo que el agua chocara con mi rostro y en eso algo me jalo haciendo que cayera.

Polos Opuestos Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora