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El equipo de investigación y varios policías analizaban la escena del crimen, e incluso el oficial de policía que había entrevistado a Jordan, Nadia y Dónovan ese mismo día, comenzó a atar cabos sueltos, sospechando de Jordan.

Pensándolo bien él pudo haber asesinado a Elizabeth, tenía motivos para quitarla del medio y poder ser feliz con su actual novia, también conocía a Dónovan, y parecían no llevarse bien.

Investigó los antecedentes de los dos chicos en la misma institución y como lo sospechaba, Dónovan y Jordan tuvieron una fuerte pelea en la cafetería de la escuela una vez, en la primera semana de clases de Jordan.

Y tomando en cuenta las fechas en las que comenzaron los asesinatos... no sólo el de Elizabeth y Dónovan sino de otras personas más, se dio cuenta de que las fechas coincidían cuando Jordan había comenzado sus estudios en esa preparatoria.

Intrigado por los acontecimientos previos decidió investigar aún más el pasado de aquel chico que tanto le ponía los nervios de punta y lo que descubrió fue sorprendente.

Su padrastro había sido asesinado con varias puñaladas, al parecer fue un niño de ocho años que acaba de ser violado despiadadamente por él, pero no lo culparon de asesinato, más bien alegaron que había sido en defensa propia, pero un terrible trauma como ese no se olvidaría nunca.

Entre más investigaba, más sospechaba de Jordan, desde que lo miró gritarle a la chica con la que se encontraba saliendo no le dio buena espina y tenía razón, así que comenzaría con otra investigación aún más profunda para poder incriminar al chico con los asesinatos que se habían estado suscitando durante un tiempo.

Veía pisadas de sangre por el suelo, que iban en dirección a la casa de Jordan, se alcanzaban a distinguir los relieves de la suela de los zapatos, no era tan listo ni cuidadoso para cometer asesinatos, o al menos eso fue lo que pensó.

Lo que no sabía, es que cuando Jason era el que asesinaba, era más listo que John, más cuidadoso y se encargaba de borrar todo rastro de evidencia, en cambio John, no pensó que las huellas de sus zapatos se quedarían marcados en el suelo de la calle, la noche le impedía ver con claridad así que no se dio cuenta de las huellas que dejaba a sus espaldas, y lo peor es que no se molestó en limpiar los zapatos que había usado, eran color oscuro, pero él no notó la sangre que se encontraba debajo.

En vez de eso, sólo limpio la navaja favorita de Jason para que no se molestara y lavó bien la ropa que había ensuciado.

Así que solo era cuestión de tiempo para que el cuerpo de Jordan fuese condenado siendo él inocente.

***

El oficial de policía no sólo dio aviso a las autoridades para que comenzaran una investigación más detallada en el caso y comenzaran a indagar más respecto al sospechoso principal ahora que tenían un indicio y sabían por dónde comenzar a investigar, así que sin más, empezaron a entrevistar a compañeros de la escuela para saber más sobre la personalidad del chico, y una de las personas entrevistadas fue precisamente Nadia.

—Hola, buenas tardes señorita ¿me recuerda? Ayer los interrogué a usted y a su novio —habló el oficial dirigiéndose a Nadia que se encontraba parada en la entrada de su casa, después de que el policía tocara a su puerta.

—Claro, sí, lo recuerdo, ¿pasó algo? —preguntó Nadia preocupada.

—Venía a comentarle que el joven que se encontraba con ustedes ayer fue asesinado cuando iba de camino a casa, quería preguntarle si usted sabe de alguien que pudiese tener riñas con él, tal vez su novio sepa algo —después de la acusación del policía hacia Jordan, Nadia sintió un escalofrío por toda la espalda.

—¿Dónovan está muerto? —respondió la chica sorprendida, sin poder creerlo aún.

—Así es, y quiero preguntarle en dónde estaba usted a las 9:30 horas —la interrogante del hombre hizo molestar a Nadia pero ella no se inmutó.

—Estaba aquí en casa cuidando a mi hermana, le preguntaría usted mismo pero ya se fue a la escuela.

—¿Ha hablado con el joven Jordan Mondragón en ese lapso de tiempo?

—No he hablado con él, si gusta puede revisar mi registro de llamadas en este instante —refutó Nadia extendiéndole su teléfono para que pudiese revisarlo.

—No puedo revisar ese tipo de cosas a menos que tenga una orden, así que no se preocupe, sólo estaba investigando los hechos.

—Ni yo ni Jordan tenemos nada que ver con que Dónovan esté muerto.

—¿De verdad? Porque hasta donde yo sé la primera que tuvo problemas con el señor Dónovan era usted, me parece que la acosaba.

—Sí, me acosaba pero después me pidió disculpas y lo perdoné, de hecho ayer almorzamos los tres juntos, puede preguntarle a los chicos de la escuela si no me cree.

El oficial de policía se quedó callado por unos instantes, ahora dudaba de que en verdad fuera Jordan quien asesinó a todas esas personas, tal vez la chica pudo haber estado involucrada también, aunque no directamente.

—Bien, estaré haciendo más interrogatorios pero los próximos serán más estructurados. Que tenga buen día, nos estaremos viendo señorita Bonneri.

Escuchar su apellido hizo que Nadia tensara la mandíbula, le hacía saber que ese simple oficial de policía los había investigado y que sabía mucho más de lo que debía saber.

Que eso ponía en peligro no sólo a Jordan, si no que ahora ella también estaría involucrada en todo este caos, el chico que amaba siendo inocente y ella sin poder hacer ni decir nada.

—Que tenga buen día —respondió cerrando la puerta fuertemente, y después dejó escapar un largo suspiro.

Ella sabía que Jordan había matado a Dónovan porque ella lo vio con sus propios ojos cuando salió a comprar la cena para su hermana, pero no dijo nada porque creyó que era cosa de Jason.

Por eso le llamo en la noche para poder hablar con él y que le dijera cuál era su maldito problema, que dejara esto de asesinar sin razón por que lo estaba arruinando todo.

Ella tenía miedo de él, pero era la única esperanza de parar todo esto, y tenían que idear un plan, para que no se supiera nunca que fueron otras personas las que habían cometido todas esas atrocidades.

Estaban contra la pared, y no podían darse el lujo de perder más tiempo.

***

—Iré a tu casa en una hora, tenemos que hablar urgentemente —decía Nadia por medio de su celular.

—Claro, mi madre acaba de salir a trabajar así que podremos platicar más tranquilos —contestó John preocupado.

—De acuerdo, te veo en un rato —Nadia cortó la llamada y siguió arreglando sus cosas para poder salir.

Mientras tanto John, se sentó en la orilla de su cama totalmente inexpresivo, sabía que ésta era la última vez que hablaría con Nadia, sabía que todo esto terminaría demasiado pronto, y que no podía hacer absolutamente nada para arreglarlo.


NO SOY YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora