mamadas - (yeonbin)

nueve papuh

Antes de que Yeonjun pudiera posar sus manos en aquella perfecta cintura Soobin se levantó de su regazo.

Yeonjun suspiró frustrado, mirando con súplica al pálido chico que volvía a ponerse su bata.

— Ahora que ya estas duro, podemos proceder ¿verdad? — Soobin lo miró serio, Yeonjun reprochaba que aquella bata volviera a cubrir el escultural cuerpo.

— Pero... — el castaño se quedó sin habla, no esperaba que el pálido no terminará —¿Cómo lo hiciste?.

Soobin lo observó.

— Te analice hace rato, eres fácil de leer, te gustan las personas atrevidas y coquetas como tu, no te gusta encargarte tu solo del asunto, pero tampoco te gusta que tu amante sea completamente dominante — Yeonjun se quedó con la boca abierta, Soobin acababa de mencionar cada una de las facetas que le gustaban de alguien ¿cómo era posible?.

— Es imposible que lo supieras solamente por hablar conmigo — el pálido se encogió de hombros.

— Es como un talento, solo por hablar con alguien por unas horas ya se cuál es tu tipo de persona para el sexo — se acercó a Yeonjun arrodilladose enfrente del apretado pantalón — es simple.

El castaño dejó de escuchar por un momento, la vista que tenía era impresionante.

La cara angelical de Soobin daba un aura de inocencia, pero la forma en que sus manos apretaban sus muslos sólo hacían querer penetrarle la boca y dejar las enseñanzas para luego.

Se restrego la cara con sus manos repetidas veces.

— Pensé que esto sería sencillo, pero eres demasiado caliente — lo observó seriamente — no creo poder solo enseñarte sin pasarme aunque sea un poco de la raya, Soobin.

El pálido rió tranquilo, apoyando su cara en el muslo del castaño, lo miró con una sonrisa inocente mientras su dedo índice derecho toqueteaba el miembro de Yeonjun por encima del pantalón.

— Me gustaría ver cuanto puedes mantenerte cuerdo.