Bello, Bello, Bello.

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En los últimos días Narancia habia estado acompañándote desde tu casa a la escuela y viceversa bajo la excusa de que algo malo podría pasarte si ibas sola, era genial ya que amabas su compañía.

Eran las 12pm por lo que te encontrabas saliendo de tu universidad, era grande y tenía un apartado de preparatoria junto con una pequeña plaza y dormitorios, pero tu eras una estudiante externa por lo que regresabas siempre a casa, pero ese específico día ibas a ir al dormitorio de una compañera para poder terminar un pequeño proyecto de diseño y teoría del color.

La duda de si deberías avisarle a Narancia o no que irías con tu compañera se hacía más grande a medida de que continuabas caminando, solamente sintiendo un pequeño dolor en tu estómago de culpa, no era como si fuese 100% seguro que te acompañaría, el no te había dicho nada, aun así seguiste tu camino intentaría tardar lo menos posible, pero chocaste de lleno con algo callendo directamente sobre tu trasero golpeandote fuertemente sobre la cera.

--aghh..

Te quejaste aún sentada intentando incorporarte, caíste algo mal te dolía todo pero lo más importante, tus trabajos.

Volteaste asustada hacia los lados para recoger tantos papeles podias, siempre se te terminaban por romper las hojas del bloc así que solo las guardaba scomo hojas como si fuera una carpeta, era un día bastante ventoso así que viste como varios papeles estaban sobre el suelo y otros varios volaban alrededor, tomaste los del suelo tan rápido como podías.

Una mano se extendió hacia a tí para ayudarte a incorporarte, la tomaste aún viendo hacia todos lados buscando tus dibujos y planos.

--Perdón, no te ví pasar, estaba distraído, ¿Estás bien?-- alzas te tu mirada al ver al joven el cual parecía un ángel frente a tí, su cabello rubio y rizado como el oro, sus ojos azules con largas pestañas, sus labios finos y rosados con una cara delgada, lo veías como idiota, el sol pegaba justo por detrás de él lo cual te dejaba encandila da si no lo veías directo al rostro, tus ojos dolían por el brillo del sol obligandote a cerrarlos pero no querías dejar de ver a a ese ángel.

--Señorita, ¿Está bien?

Volvió a preguntar pero tu no te movias ni un centímetro, era incluso mágico, hasta viste como varios pétalos de flores volaban cerca de él era tan magnífico, no pudiste evitar acercar tus manos a sus mejillas y acariciarlas, por lo que el muchacho se movió hacia atrás asustado, ahí fue cuando volviste en tí.

--¡S-si!, Lo siento ahh, perdón por haber topado contigo.

El chico te miró un poco extrañado y después te regaló una sonrisa, ahhh tan hermoso, gritabas dentro de todo tu ser para tí misma.

--No, fue mi culpa, debí verte, en realidad estaba muy distraído-- Parecía como si de la nada las hojas que antes volaban por el aire habrían caído mágicamente en sus manos, el las estaba viendo, tomándose la libertad de hojearlas e inspeccionarlas, no lo detendrías, no te molestaba que vieran tus proyectos, al contrario te motivaba, ¿Qué mejor opinión que la de un completo extraño?. -- Eres bastante buena... Ah.. Wow, ¿Eres de la área de la universidad?, ¿Cuantos años tienes? Te ves tan pequeña. --

El chico se rió un poco entregándote amablemente tus dibujos, eran pequeños bocetos de puentes, casas, restaurantes, edificios, plazas, cuartos e incluso algunos de personas haciendo cosas, entre ellas Narancia y su amigo el raro con agujeros en el traje que habías visto dos o 3 veces, eras una persona que apreciaba la belleza y el también era bello.

--Eso ya no es de tu incumbencia, ni si quiera te conozco.-- El chico te miró fingiendo dramáticamente estar ofendido, tu te cruzaste de brazos aun molesta.

Intersección. {Narancia X Reader} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora