Al filo del alma ~ Taekook

XXIII-Conejito

Taehyung

Hoseok aparece a mi lado poco después de haberle pedido a uno de los valet parkings que contrató Yoongi que fuera por el vehículo que nos trajo hasta aquí. Lo veo alejarse mientras acomodo a un Jungkook bastante ebrio sobre mi hombro.

ㅡ¿Por qué dejaste que bebiera tanto?ㅡpregunta mi beta lanzándome una mirada acusatoria. ㅡEl pobre acaba de hacer el ridículo frente a todos.

Evado su pregunta señalando la llegada de la limusina negra que nos llevará a casa. Sé que no debí dejar que tomara alcohol, sobre todo teniendo en cuanta los calmantes que Yoongi le había dado de tomar, pero estaba demasiado embobado pensando en los besos que nos habíamos dado que no tomé en cuenta nada más. Esos labios que me llevaron al cielo estaban demasiado presentes en mi mente como para prestarle atención a una simple bebida.

Sus dulces y sabrosos labios, su delicioso aroma, él debajo de mí permitiéndome tomar su boca a mi voluntad...

ㅡ¡Taehyung!

Me sobresalto al escuchar nuevamente al castaño a mi lado. Las puertas de la limusina ya estaban abiertas ante mí y yo no me había dado cuenta. A regañadientes, acomodo a Jungkook en los asientos y yo tomo lugar a su lado. Hoseok también sube y cierran la puerta.

Pongo la cabeza de mi compañero sobre mi hombro izquierdo e inhalo su aroma cerrando los ojos. Me va a volver loco.

ㅡ¿Me puedes decir que te pasa?

Miro hacia Hoseok, quien me mira con los brazos cruzados esperando una respuesta.

ㅡNo seas metiche, Hobiㅡdigo sonriendo ante la indignación que muestra. ㅡBien, está bien, te lo diré. Nos besamos en la biblioteca de Yoongi, ¿contento?

ㅡ¿Me estás diciendo que te estás comportando más tonto de lo normal solo por un beso?ㅡy riendo agregaㅡ No es como si fuera tu primer beso, ni de lejos.

ㅡTú no lo entiendesㅡme defiendoㅡ, es diferente. Cuando encuentres a tu destinado lo verás.

Decidido a no volver a prestarle atención a Hoseok, me inclino hacia Jungkook dejando un pequeño beso en su cabeza. Todo lo que resta del camino me dedico a pasar mis dedos por entre sus finos y suaves cabellos, escuchando los pequeños ruidos de satisfacción que suelta ante mi tacto.

Haciendo todo lo posible por no despertarlo, lo cargo en brazos y entro con él a la casa lo más silenciosamente que puedo. Sin embargo, aquello parece en vano cuando, una vez llegados frente a la puerta de mi habitación, bajo la vista hacia él y lo descubro mirándome.

ㅡTaehyung... ㅡbalbucea despacio mi nombre y luego se echa a llorar.

¿¡Ay, qué hago!?

Entro al cuarto y cierro la puerta empujándola con un pie. Jungkook sigue sollozando bajito mientras frota su rostro contra mi pecho, más especificamente en el saco Gucci, carísimo por cierto, dejando un rastro de lagrimas y mocos. Ash, mi lindo Kookie se está comportando como un bebé.

Lo deposito suavemente sobre la cama para luego atraerlo en un cálido abrazo.

ㅡNo llores, Jungkookie. ¿Que pasa? Estoy aquí, puedes decirme.

ㅡNo me vas a querer cuando lo sepas, por eso no quiero quererte... aunque ya es tarde porque creo que ya te quiero.

Sus sollozos se vuelven más fuertes al igual que su abrazo en mí. No entiendo lo que quizo decir, es probable que el alcohol y los medicamentos lo estén haciendo decir cosas sin sentido. Pese a no comprender intento tranquilizarlo llevando una de mis manos a su espalda trazando círculos imaginarios en ella.