Al filo del alma ~ Taekook

XLII-Frío

Advertencia: es posible que el siguiente capítulo contenga ciertas escenas sensibles para algunas personas. Se recomienda discreción.

Abro los ojos alarmado al sentir como un frío intenso me recorre el cuerpo. Respiro con dificultad tratando de recuperar el aire y trato de adaptar mis ojos al lugar que me rodea.

Por unos segundos estoy demasiado confundido como para darme cuenta del peligro en el que me encuentro.

Mi cuerpo está empapado y el frío se me cuela hasta los huesos. Mi cabeza martillea debido al dolor e intento con todas mis fuerzas descubrir en dónde estoy.

El lugar está oscuro y debido a que mis ojos se sienten demasiado pesados aún no soy capaz de enfocar casi nada y todo parece borroso.

Intento recordar lo último que hice pero el dolor de cabeza apenas me lo permite. Todo lo que sé es que estaba en camino de comprar el helado que tomaría con Taehyung. Pero... ¿dónde está mi helado? ¿Dónde estoy yo?

Poco a poco mi visión se empieza a aclarar y soy capaz de distinguir el pequeño y oscuro cuarto en el que me encuentro. Hay una figura ante mí, no puedo distinguir su rostro pero sí que sostiene un pequeño balde. Tal vez sea el mismo que acaba de derramarme agua para que despierte.

Intento moverme mas no puedo ya que unas cadenas que cuelgan del techo rodean mis muñecas y me mantienen casi colgando, llegando a tocar el suelo solo con las puntas de mis pies. Mis brazos me duelen y trato de soltarme pero solo se vuelve más doloroso. Para intentar disminuir el dolor trato de apoyarme mejor con las puntas de mis pies y entonces noto que mis tobillos también están encadenados.

ㅡVaya, al fin despiertas. Es la tercera cubeta de agua que te tiro encima y no despertabas. Tal vez la dosis que te inyecté fue demasiado, llegué a pensar que terminarías muriéndote  antes de que yo pudiera desquitarme.

La voz conocida resuena dentro del lugar y yo levanto la vista hacia la persona que acababa de hablar mirándolo con sorpresa y temor.

ㅡ¿Qué estás haciendo? Suéltameㅡexclamo al reconocerlo.

SunDong suelta una risa y se acerca tirando el balde que llevaba en la mano hacia una esquina.

Intento retroceder mas no puedo. Él se queda a menos de un metro de distancia de mí y yo ni siquiera soy capaz de abrir la boca para hablar. Estoy aterrado. No quiero estar aquí.

ㅡYa no eres tan confiado como cuando te escondías detrás de ese perro, ¿no? Ahora que solo somos tú y yo sigues siendo tan cobarde como siempre.

ㅡDéjame ir, SunDong, por favor. No sé qué más quieres de mí, ya me has arruinado lo suficiente, pero prometo que si me dejas ir ahora no diré nadaㅡdigo en voz casi de súplica.

ㅡ¿Yo te he arruinado a ti? No seas exagerado, Jungkook. Aquí el único que ha arruinado a alguien eres tú al pedirle a tu estúpido novio que me encerrara. No tienes idea de todas las cosas que me hicieron allí, pero me encargaré de que pases lo mismo que pasé yo.

ㅡYo no le pedí nada, él no se enteró por mí. Y aunque así fuera te lo merecías. Sí me lastimaste mucho, SunDong, y yo no te había hecho nada, era solo un maldito niño cuando empezaste a hacerlo. Incluso pedí que te soltaran para que te fueras lejos y así ya no nos veríamos y evitar tu muerte. Por favor, para con todo esto, no es justo.

ㅡTe diré lo que es justo, Jungkookie. Justo es hacerte pasar por cada una de las cosas que me hicieron. Cada día te haré pasar por un tormento, empezaré del más leve al más doloroso. Cada día será peor, y si sobrevives después de cada una de las torturas, entonces al final te mataré de la manera más lenta posible. ¿Eso es lo suficientemente justo para ti, hermanito?