Becoming {Larry Stylinson (Traducción)}

Capítulo Uno: Antipasto

AHORA

Bajo la luz de una luna de verano, una elegante Ducati Diavel 1260 negra cruza las calles laterales parisinas. Los faros de los automóviles y las farolas se reflejan en la visera negra del casco, y la luz arqueada sobre la Torre Eiffel astilla las nubes bajas que descienden sobre la ciudad.

Vestido de cuero negro de pies a cabeza, el piloto esquiva hábilmente los autos en los Campos Elíseos, siguiendo, de memoria, el intrincado camino hacia el Ritz. Ahí, esta noche, han programado su llegada para llegar tarde y a la moda.

Al verdadero estilo europeo.

Harry Styles se detiene en la acera y apaga el motor de su motocicleta. Se quita el casco, saboreando la brisa fresca en su rostro. Es junio, y está abrigado con su equipo de equitación. Afortunadamente, el vestíbulo interior tiene aire acondicionado, y Harry desabrocha su chaqueta de cuero, permitiendo que su delgada camiseta negra respire.

Lleva seis meses en París; cuatro meses más de lo planeado. Desafortunadamente, con el FBI en la persiguiendole los talones, requiere una identidad encubierta, y las elecciones han sido escasas en el terreno.

Hasta ahora.

Los Alfas y sus respectivos Omegas se reúnen en pequeños grupos, charlando sobre canapés y con copas del mejor champán. También hay una serie de Betas, así como Omegas no acompañados, un asunto escandaloso en la América conservadora, común en los países más liberales.

Harry entra al hotel y toma un vaso de un camarero que pasa, sorbiendo a Moët mientras sus ojos verdes buscan inquietamente a su presa. Un vista de la habitación confirma que no está adentro, por lo que se dirige a la terraza.

Dos porteros abren las puertas de vidrio, inclinando la cabeza cuando Harry baja los escalones a la terraza.

Aquí están.

Más allá de los peinados pulidos y los aretes brillantes de la élite parisina, Harry ve a un Alfa de mediana edad, vestido con un esmoquin caro y un reloj Rolex, que parpadea cada vez que se lleva la copa de champán a la boca.

Dr. Roman Fell. Recientemente ha presentado una solicitud para trabajar en el Palazzo Capponi en Florencia, aunque su documento aún no se ha presentado. Su segunda Omega, Gabrielle, está a su lado, sonriendo ante algo que Roman acaba de decir, adulando de él como la amante enamorada que es.

>>Qué anticuado<< piensa Harry, deslizándose entre la multitud como un tiburón cazador >>Tener un harén de Omegas, como los romanos homónimos<<

Se detiene a cierta distancia, observando cómo Roman gesticula con su mano libre, y la repulsión se arrastra por su espalda ante la adoración prodigada por un hombre tan ignorante y petulante.

Después de un par de minutos, se da cuenta de que alguien lo está mirando, incluso mientras mira al otro Alfa. La energía de su admirador es juguetona; coqueto, y, cuando Harry separa los aromas que asaltan su nariz, es capaz de distinguir el dulce almizcle de un macho Omegan no unido.

Casi tan dulce como Louis.

Harry mira por el rabillo del ojo, observando a un joven guiñarle un ojo y agarra una copa de champán. Es atractivo; cabello castaño plumoso, más claro que el de Louis pero de textura similar. Brillantes ojos azules, rodeados de oro... Hoyuelos en sus mejillas y la misma barba y bigote suaves de su antiguo Omega.

>>Comparando un nuevo interés sexual con un compañero anterior... Una reacción típica al dolor<< piensa Harry, aplastando brutalmente su deseo inicial de despedir al hombre que se acercaba. ¿Por qué no debería divertirse un poco, después de todo?