Capítulo 3: Chica linda, alma rota.

53 19 2
                                    


-Es más fácil terminar que seguir.


Ver a tu ex luego de un tiempo... Es como ver tu ropa favorita cuando eras pre adolescente, simplemente ya no te gusta.

Lo lamento, no tengo buenos ejemplos. No es qué tenga mucha experiencia que digamos. Sabrina Ramos. Dieciocho años. Dulce y tímida. Bella y pequeña. Ella es guapísima, lo es para mí. Es amable y ama a los animales. Ayuda en el refugio donde soy voluntario y esa es la razón por la que muy probablemente la vuelva a ver algún día. Recuerdo que mirarla antes dolía. Para la sorpresa a mi sentir la vi otra vez de reojo y ya no dolía, no había nada como cuando eramos unos completos desconocidos y yo solo admiraba su belleza de lejos... Y no es su culpa de que mis sentimientos hayan cambiado. Aquí el único culpable soy yo, y mi segundo nombre: Cobarde. Tenía tanto miedo antes que simplemente arruine todo lo que hubiésemos podido ser. Fueron tres meses, me gustó esa peruana locamente. Cómo nadie, pero tenía que arruinarlo tarde o temprano. Nunca entendí que me vio. ¿Por qué se fijó en alguien tan desagradable como yo? Qué malos gustos tuvo.

Pero agradezco a la vida que siquiera me dio algo de suerte aquellos tiempos, realmente ya la necesitaba después de tanto.

Terminamos por el miedo que abundaba en mi ser... El miedo a ser reemplazado o que todo esto haya sido una broma o una mentira porque soy incapaz de creer que alguien podría fijarse en mí sin sentir asco, y es así. Me odio, no puedo amar a nadie. Ella merecía algo mucho mejor que yo, solo tome un paso adelante en algo que ella tarde o temprano terminaría haciendo. La termine por mensaje de texto, sé que es lo peor que pueden hacerle a una mujer. Pero sinceramente no estaba enamorado de ella, ella solo era un sueño.

Admito que soy adulador de la belleza. Solo observo. Ella era una más de las chicas que observaba... La recuerdo. Patio de comidas. Stars... Si Stars...Me vuelve a dar patatús de solo recordar mi ex infierno.
Ese colegio era una mierda. Y uso muy pocas veces ese tipo de expresión porque realmente lo es. Es una mierda envuelta y seguía siendo más mierda.

Jamás pensé que se fijaría en mí. Eras más que invisible y el eterno segundo puesto. Además, que ya tenía cierta fama de... Supongo que ella ya lo sabía, pero no le importo o capaz tuvo pena.

Una tarde, me llegó una notificación de solicitud de amistad y acepté la solicitud de mi ¿Crush? Estaba en mi cuarto, recuerdo que quedé paralizado y tire el celular a mi cama. Me daba vergüenza incluso ver el celular. Me quedé paranoico y sentía nervios incluso de pensar que yo estuve por sus pensamientos o si quiera sabía que existo no sé de qué forma, pero ligeramente me emocioné. Hasta que recordé... Que probablemente me haga una broma o todo sea con el fin de que sea la burla o sus amigos los patanes que le hayan dicho que juegue conmigo para divertirse. Recordar la realidad hizo que toda emoción de felicidad se fuera total y regresara yo y mi miseria. Hasta que ... Me llega un mensaje.

Sabrina Ramos

Hola! ¡Eres el chico de la veterinaria!

¡Muchas gracias por las donaciones, estoy muy feliz que mi

proyecto está progresando!

¡Alto!, ¡¿Qué?! Recuerdo que mi cara quedó como poker face al leer el mensaje, aquel entonces porque no sabía de qué impresionarme del hecho de que ella sí sabía de mi existencia y no de mala forma o de que ella tenía que ver con la veterinaria que ayudaba. Y más que el proyecto era de ella. Es Que no...¡Que tierna, muero de amor! Bueno, moría o eso creo. Es que es una chica muy linda en todos los aspectos y repito, un sueño. Eso hizo que mi chispa de crush hacía ella se activara y recuerdo responder con la pizca de seguridad que tenía para atreverme a siquiera contestarle.

ILUSION PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora