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#GustaBowlWeek – Día 3 <Intenabo>
¿Cómo sería la convivencia si Gustabo viviese en la misma casa que Conway?
Apenas llevaba unas semanas conviviendo con Conway, que Gustabo ya comenzaba a comprender ciertos aspectos que muchos no entendían sobre el superintendente. Estaba lejos de ganarse la suficiente confianza para saber cosas personales, pero no hacía falta más que oírle a la noche. Y aunque Gustabo no empatizara, su característica curiosidad se sacia a cada pieza encajada.
Conway detrás de su muro está devastado.
Durante el día es un hombre que cuida de su aspecto, atiende con seriedad y rigurosidad su trabajo. Es imparable e ingobernable.
En casa es ese hombre vapuleado por la vida. Que se autodestruye entre tabaco y alcohol. Algunas noches grita el nombre de su familia en sueños y otras que parece que se haya muerto encontrando paz al fin.
Whisky. Para acabar con las pesadillas y el dolor.
Y eso mermaba a Gustabo. A pesar de sus cincuenta años, de su capacidad fría, convivir de esta forma con Conway lo rompía. Revivía aquel pasado del que siempre ha negado y huído.
Cada vez que Jack gritaba borracho y rompía cosas. Cada aullido desgarrado por su familia.
Trago a trago de whisky, ambos perdían la cordura de su propio ser. Y lo sabían, sabían qué indirectamente, ambos se apoyaban para quebrar al otro. Que no eran tan distintos a fin de cuentas.
Una convivencia insana, que les quitaba la vida a la par que alimentaba su locura.
Whisky para celebrar muertes y llorar caídos. Planes para reventarles la cabeza a esos imbéciles. Risas de cómo fusilar a un despojo de la sociedad.
