Recopilación;; One shot - SpainRP GTAV

Violeta y Gris

[¿Cómo sería la conversación de Paola y Volkov si el server no se hubiera caído después de que ella se declarase?]

—Paola, es imposible. No tengo sentimientos.

Tajante y frío. Así fué la contestación de Volkov ante Paola, que se abrazaba a sí misma para no derrumbarse ante el rechazo.

—Todos tenemos sentimientos… —Acertó a decir la agente.

—Por supuesto. —El comisario dio una calada a su cigarro—. No se lo miento. Pero esos sentimientos que usted siente, no los tengo. —Exhaló todo el humo después de hablar.

—Vas… vas a dejar de hablarme después de esta bobada que hice? —Preguntó casi con miedo.

—¿Por qué iba a hacer eso? —Dió una última calada a su cigarro y lo lanzó a sus pies—. Paola, es usted agente y eso la convierte en mi compañera. —Pisó el cigarro para apagarlo mientras hablaba—. Que usted me hable de esto es irrelevante en el ámbito profesional.

—Irrelevante. —Repitió Paola con tristeza–. Ni siquiera has sido capaz de hablarme a la cara. Te escondés tras el trabajo. —Comenzó a enfadarse–. Si no se hablá de atracos o hierros, es irrelevante. ¿Verdad?

Se tensó un silencio entre ambos. Volkov se cruzó de brazos y miró a Paola. Ella respiraba con fuerza entre dientes, haber sido rechazada tan fríamente había tornado la tristeza en despecho.
Cuando ambas miradas se cruzaron, Paola volvió a sentir aquella punzada en el corazón. Todo su cuerpo gritaba el nombre de Volkov aún a pesar del rechazo y volvió a la tristeza.
Ella apartó la mirada y volvió a abrazarse para mantenerse lo más serena posible.

Volkov observó la tristeza de su compañera. Se sentía mal por ella pero no podía darle sentimientos que él no tenía. Porque el poco cariño que había en él, se esfumó con el último aliento de Ivanov.

—No esté con esa tristeza, Paola. En realidad sale ganando. —Volkov se descruza de brazos—. No se le puede pedir cariño a una piedra. Es mejor así, créame.

El comisario registró en su chaqueta en busca de las llaves de su coche mientras le daba la espalda a Paola, viendo a Greco y Jacob volver.

Paola no dijo nada más. Insistir era como luchar contracorriente quedándote sin fuerzas.
A su mente le llegaron todos los recuerdos de las oposiciones y los primeros días de instrucción con el comisario.
Las pocas veces que le había visto sonreír y escuchado reír. Cada vez que la miraba a los ojos…

Y aquella punzada se convirtió en una bala, que atravesaba su cuerpo directa por su corazón. Sintió el frío en los brazos de la soledad, en aquella noche oscura que ahora, prometía ser triste y eterna