De Ramona, el músico y otras excentricidades.

(Cundo)

        Los grillos, las fotos, su cara, los grillos, su cara, las fotos, los grillos, la noche. La noche, las estrellas, la luna, los treiles, la luna, la luna y las estrellas, las manchas, ¿las manchas?. ¡Tita! deja de pensar tanto en quien sabe qué, en plena conversación te quedas pegada en el infinito y ya no sé más de ti hasta que despiertas, ¿qué tanto es lo que sueñas con los ojos abiertos?. Tita... no le gusta que le diga Tita, por eso lo hago, a veces la criticamos porque le gusta estudiar escuchando a Pearl Jam (muy fuerte), ella dice que estudiar no le gusta y que Pearl Jam sí y si los combina puede que estudiar le guste (un poco), pero nosotros no podemos estudiar escuchando a Pearl Jam. Cuando Zitro saca su guitarra Catita lo mira con los ojitos brillosos y le dice sin decirle que le cante alguna de sus canciones, hay una que es su favorita pero no se sabe el nombre, yo sé que es esa la que quiere oír (casi siempre), aunque Zitro comienza cantando otra y sus ojitos siguen brillando, sólo cuando canta la que ella secretamente desea sus ojos sonríen y lo mira como perdida, no sé si realmente lo mira.  Yo sé que ella cree que soy un troglodita, un "grinch con ternura guardada en el fondo, muy en el fondo", cito. Pero también sé que no sabe que yo sé que siempre dice que es bueno que las piezas tengan ventanas, que le gusta mirar las estrellas y perderse en la inmensidad del firmamento, en el negror del cielo, o encontrarle formas a las manchas de la luna, que no le gusta que la traten a garabatos, que odia la discriminación y que lucha por la igualdad de oportunidades pero está en contra de la igualdad de género ("los movimientos actuales quieren haceles perder a ustedes la caballerosidad y a nosotras la femeneidad, no podemos perder nuestro encanto propio de ser mujer u hombre", dice), que nunca come verduras y que el choclo le da repulsión, que le gusta el arte, que le gusta la literatura, que le gusta...