La Manada de las Sombras

No desafíes al mundo sobrenatural

Raven suspiro y sacudió la cabeza antes de levantarse.

- ¡Hey, hey! ¿Adonde te crees que vas, amor? - Dijo John antes de que Raven pudiera dar un paso.

- He de hablar con el Consejo, he de movilizar a mis buscadores y avisar a mi gente de que puede ser peligroso salir de nuestro territorio... - Dijo Raven, enumerando cada cosa con sus manos - ¡Y reforzar las protecciones en los limites de la manada! No puedo dejar que se debiliten y...

- Esta bien, esta bien – Dijo Lucifer levantándose y colocando las manos en los hombros de Raven y empujándola suavemente para hacerla sentarse una vez más.

Raven lo miro durante unos segundos antes de apoyar sus codos en sus piernas y respirar hondo.

- Entiendo tu preocupación, pero tienen razón – Intervino Damian, colocándole una mano en la espalda.

- Esta a sido una noche larga, los miembros del Consejo deben estar durmiendo ya – Dijo John – Después de la sacudida del Nexo deben haber tratado de descansar antes de que todo se venga abajo.

- Gracias por los ánimos – Gruñó Raven.

- Son más de las 2 de la mañana, descansa y mañana te dejaremos en las fronteras de la manada ¿Te parece? - John la miró con una ligera sonrisa.

- Si – Raven volvió a respirar hondo – Tenéis razón, me pondré en contacto con Lucius, él seguro que está despierto, le diré que avise a los demás para tener una reunión del consejo mañana por la mañana.

- ¡Si, esa es una grandiosa idea! - Asintió Lucifer.

- Podéis quedaros aquí esta noche, mañana por la mañana te dejaremos en la manada y cuando la reunión acabe os podréis reunir con la liga, o Batman o con quien quieras – Comentó John – Por cierto, cuando sepas cual es el castigo del mundo sobrenatural sobre Zatanna avisame...eso podría ser un problema irritante.

- Por supuesto – Aceptó Raven – Entonces nos quedamos a dormir, por la mañana después de desayunar voy a reunirme con el Conejo y al acabar informamos a Batman, mientras estoy con la manada podéis quedaros en la casa...esto... ¿Os parece bien? - Raven preguntó a los Titanes, se sentía un poco mal, por un momento, al estar tan preocupada por mantener a la manada a salvo, se había olvidado de sus amigos y prácticamente había estado decidiendo por ellos.

- Vaya...Raven, nunca te hubiera tomado por alguien que dirige y da ordenes – Dick la miró sorprendido.

- Si...estamos acostumbrados a que seas más pasiva – Comentó Garfield.

- Lo siento...no tengo derecho a mandar sobre vosotros...me he dejado llevar – Raven se frotó el brazo tímidamente – Estaba pensando como Reina y no como Titan.

- No has de disculparte, querida – Dijo Kory – Es un buen plan, haremos precisamente eso, pero tus amigos tienen razón, ya es muy tarde. Vamos a dormir ¿Bien?

- Muy bien, pues el desayuno es a las 9 de la mañana – Dijo John levantándose del sillón.

- ¿En serio? - Preguntó Lucifer - ¿Desde cuando?

- Bueno, normalmente no me levanto hasta después de las 11 de la mañana, es verdad – John sonrió encogiéndose los hombros – Pero la Reina aquí ha de ir a hacer su trabajo temprano, así que no creo que me muera por despertarme un poco mas temprano.

- Y sin resaca – Dijo Black Orchid apareciendo con una botellita de cristal con un extraño liquido de color azul.

- Ah, claro. Gracias, flor – John tomo la poción de un sorbo antes de estirarse – ¿Vosotros que haréis, os quedáis o volvéis a casa? - Se giró para ver a Lucifer y Amenadiel que también se estaban estirando.