Capítulo 3

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-¿y esa sonrisa?, jamás te había visto con una sonrisa al regresar de "clases"- hablo añadiendo comillas cuando me terminó de hablar

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-¿y esa sonrisa?, jamás te había visto con una sonrisa al regresar de "clases"- hablo añadiendo comillas cuando me terminó de hablar.

- ¿No me vas a decir nada? - pregunto con curiosidad sabiendo que a la hora en punto no entramos a las demás clases llamarían a casa.

- ¿se supone que te castigue por saltarte las demás clases? Era obvio que lo hiciste por que estabas molesta aparte es la primera vez que lo haces. Ahora no lo vuelvas a hacer porque no te la voy a perdonar Arilys. -

Me habló con una sonrisa, sin signos de molestia. O al menos no mostraba el estar molesta conmigo por lo recientemente hecho.

Sabiendo que había terminado me giré para dirigirme hacia mi habitación. Pero en ese mismo instante volvió y habló.

-Tu sonrisa, estas sonriendo y sé que es por alguien. Cuando el encargado llamó diciendo que no habías entrado a las demás clases dijo que un compañero fue a buscarte pero que tampoco regresó. Así que supongo estuvo contigo el resto del día. ¿quién es? - con curiosidad me pregunto.

Mientras seguía sonriendo y desbordando estrellas de su sonrisa. Haciéndome sonreír mientras recordaba lo bonita que era la suya.

-fue Darell, él me estuvo acompañado todo el día. -

Abrió los ojos bastante y no quitó su mirada de la mía. Se encontraba sorprendida al haber escuchado de el de nuevo, pero esta vez fue más al saber que quien me acompañó el día enteró había sido este.

-¿Darell en chico que siempre buscaba hablarte, te acompañó?-

Seguía sin creerme las palabras y el hecho de que dejase que algún compañero me hiciera compañía para mi madre era un avance en toda mi vida social. La cual no tengo y tal vez nunca tenga.

-si mamá, Darell me acompañó todo el día luego de que aquel quisiera humillarme como siempre lo suele hacer y yo me defendiera. -

Sonrió haciéndome saber que todo estaba bien pero que igual tendríamos una conversación pendiente hasta que mi padre llegará del trabajo.

-en dos horas llegará tu padre. Cuando llegué sales a comer y hablaremos sobre lo que paso hoy. Hablé con el maestro y me contó todo lo que pasó y hasta lo que dijiste. Supongo que en las clases que no entraste pudiste leer el libro que te compramos ¿cierto? -

Comentó haciéndome recordar el momento en el que intentaba leer el libro y no había podido leer lo por su voz, pero más por su maldita sonrisa.

Inconscientemente sonreí para mí misma. Y con una sonrisa traviesa mi madre me miro respondiéndose ella misma su propia pregunta.

-Bueno, supongo que tal vez no pudiste leerlo. Ahora ve a tu habitación y báñate, en la noche te espero con una cobija en el patio. Hablaremos de lo que quieras. -

Volvió a sonreír y se adentró a la cocina. Dejándome sola para dirigirme al cuarto. Me dirijo en silencio a este y adentrándome pongo la mochila en el suelo doblándome a su vez para abrirla y sacar el libro de astronomía que se supondría leería en el día de hoy.

Lluvia de asteroidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora