Capítulo 10

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5 de diciembre 11:34 pm y contando

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5 de diciembre
11:34 pm y contando

-Es hora de que entren a la casa- mi madre salió al patio a buscarnos. Ambos seguíamos con la mirada fija en el otro, en silencio después de las últimas palabras del menor.

-Los padres de Darell le dejaron quedarse esta noche por que no estarán en su casa. Fueron a cenar hace unas horas y no planean llegar temprano.- volvió a hablar mi madre mirándonos, con una sonrisa en el rostro al vernos de aquella manera.

Se había regresado a la casa tan rápido como terminó de hablarnos. Y tal vez estuvimos cinco minutos o posiblemente una media hora tumbados todavía en el suelo mirándonos sin decir nada más.

Lentamente Darell fue cerrando sus ojos, el cansancio le iba ganando al igual que a mi, pero me mantuve despierta de igual manera.

La noche es larga y junto a ella se iba adentrando la madrugada, para luego en una hora de manera definitiva entrar al hogar.

Con la luna llena en el tope del cielo mirándonos a ambos, resplandeciendo como mejor lo podía hacer. Reflejando las pecas de Darell como si fueran esas estrellas de la fría madrugada.

Y en algún momento hablé entre susurros para el.
Esperando que realmente estuviera dormido y no me escuchará.

-El deseo de mi cuerpo hacia el tuyo es algo increíble. Increíble el no poder descifrar cuán grande es el mundo. Pero si me permitieran explicarte de una manera casi inexplicable podría descifrar los más grandes secretos de universo entero.- pause pero rápidamente retome lo que estaba diciendo.

-El deseo de mi mente tenerte me tiene presa con tan sólo verte. Deseo que me robes la vida, al igual que las noches en las que tu cuerpo inconscientemente me posee aún sin tocarme y sólo con verme.-

-Noches enteras como la de hoy en las que me desveló contemplando tu cuerpo y rostro como si fuera un tesoro a punto de llevarse el cielo.
El amor de mi cuerpo al tuyo en las noches robadas llenas de estrellas que retumba en nuestro insaciable cielo.-

-Noches robadas que deseo por el momento.
Noches robadas que tenemos por momentos.
Eres el deseo de algo inevitable.
El deseo que tengo al no poder dormir.
Como las noches que se desvelan y solo por ti.- recite sin que me escuchase.

Un susurro para mi misma, pero que era completamente para el. Era una de las mejores cosas que tal vez podría decirle.

El jamás espero algo de mi parte, no de esa manera, pero es lo mejor que alguna vez yo le podré brindar.

Y a pesar de todo el estaba muy feliz de haberla escuchado aunque ella pensará que no. Por que para el las palabras de ella eran las más hermosas que podría escuchar de aquí a tres billones de vida a distancia en este universo inmenso.

Y en el momento que ella se las dijo se sintió más especial que en ningún otro día.

Por que le deseaba y le añoraba como tal vez no lo haría con nadie en la vida.

Lluvia de asteroidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora