Capítulo 5

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18 de marzo.

Estoy cansadísima, y eso que ni llevamos dos semanas de clases, aunque igual me esfuerzo muchísimo. Con mis clases de inglés, gimnasia artística y cosas del colegio ocupo casi todo mi tiempo, así que no pienso mucho en eso. En cambio las cosas con Esteban van mucho más que bien, pareciera que nos conociéramos de toda la vida y me hace sentir como la chica más especial de todas, es tan hermoso y parece tan irreal. Él quiere que el fin de semana vaya a su casa y almorcemos con sus papás, yo no tengo problemas pero ¿no será pronto? No quisiera incomodarlo si pasa algo y no nos vemos más.

Mis amigos están muy felices por mí, dicen que se me nota que estoy mejor y que si pueden ver la notable diferencia entre Luca y Esteban. Yo ya ni pienso en Luca, parece que ese tema quedara completamente atrás, pero no quiero pensarlo mucho, siento que es llamar a la mala suerte.

Por otro lado hablé con Alejo, le di a entender muy claro que su jueguito ya no iba más y que se lo haga otra, porque conmigo ya no. Era bastante obvio que no le iba a agradar, pero lo importante era yo y mi felicidad ante todo. Si hablamos y nos saludamos, pero como amigos, nada más que eso.

22 de marzo.

Mi mamá se fue este fin de semana con sus "amigas" (realmente no me meto en su vida), por lo cual, me quedaba con la casa sola. Casi siempre les digo a mis amigos que vengan a hacerme compañía, no me gusta mucho quedarme sola y de paso podemos hacer lo que queramos. Pero este finde decidí que iba a tomarme tiempo para mí y prepararme para ir a lo de Esteban.

Compré helado, no estaba muy segura de que sabores le gustaban así que llevé los más generales y rogué que les gustaran. La verdad es que estaba demasiado nerviosa, nunca había hecho algo así, ni con Luca, y menos con tanta presión. Realmente quiero que salga bien porque quiero estar con Esteban y caerles bien a sus papás.

Recuerdo que cuando estaba con Luca no sabía nada de él, vivía sólo, no tenía fotos a la vista con su familia y cuando preguntaba, desviaba el tema. Lo único que sabía era que tenía 23 y era de sagitario, y sin embargo me tenía rendida a sus pies.

23 de marzo.

Me levanté temprano, desayuné, me di un buen baño, pensé cual era la ropa más "adecuada" (no podía llevar un vestido muy demostrativo), me arreglé y le avisé a Esteban que ya salía para allá. Estaba tan nerviosa que sentía que se me iba a salir el corazón, me preguntaba cómo serían ellos, aunque me parecía tonto pensarlo si ya iba a verlos.

Justo cuando iba a tocar el timbre sale Esteban.

- Hagas lo que hagas, no discutas de política, es lo más aburrido y tonto que puedas hacer. Hablan por horas y horas. – Me dice.

- Hola, yo estoy bien, ¿y vos? Un lindo día, ¿verdad? Algo así podrías haber dicho supongo. – Le contesto.

- Uy, si, disculpa. Hola. – Me responde y me da un beso.

- ¿Es Leah la que escucho? – Escucho que pregunta una mujer.

- Si mamá, es ella. – Le responde Esteban.

- Hola querida, ¿que haces afuera todavía? Parece que no le enseñé a Esteban muy bien como tratar a las visitas. – Me dice agarrándome de la mano y haciéndome pasar a su casa.

- Yo soy Pedro, el padre de Esteban. Él nos habló tanto de vos que es como si ya te conociéramos. – Me dice haciéndome sentir halagada.

- Ay si, que tonta, mi nombre es Pía. Siéntense que ya en poco vamos a comer.

- Hablando de comida, yo traje algo de helado, no sabía cual les gustaba todavía, así que traje los que les gusta a la gran mayoría, espero que estén bien. – Le digo dándole la bolsa que había traído.

- No te hubieras molestado, hicimos un postre... Aunque va ir muy bien con helado ahora que lo pienso. – Por un momento me asusté pero parece que no hice una mala elección después de todo.

Terminando de comer estábamos hablando muy a gusto, hasta que un comentario de Pía puso todo bastante tenso.

- Hace un rato llamó Allison, no quería decir nada para no matar el clima, pero acá no hay secretos y este sería uno. – Dice Pía.

- ¿Quién es Allison? – Le pregunto a Esteban muy intrigada y confundida.

- Es una chica, una amiga. – Me responde bastante tenso.

- Decile la verdad, porque lo que dijo no le va a agradar. – Le dice Pía a Esteban.

- Allison es como mi ex novia, la verdad no fue nada, ya que cuando su papá se enteró la llevó al otro lado del continente y le prohibió hablarme. Al parecer alguien de clase media no puede estar con su nena y todos sus caprichos. Pero se volvió loca y escapó, o consiguió manipular a su papá para que la dejara hacer lo que quisiera, como siempre. – Me cuenta.

-La verdad me la pasé muy bien y cocinan súper rico, enserio. Gracias por recibirme, pero este es mi momento de retirarme. - Terminé de decir eso y me levanté de la mesa, agarré mis cosas y me fui.

Esteban quiso explicarme algo pero ciertamente no lo escuché, comencé a correr hacia una plaza que no estaba muy lejos hasta que me di cuenta que ya no me seguía. Quería entender como me sentía en esos momentos, pero no podía, había puesto todo para que nuestra relación no fallara, pero parece que las cosas no siempre son como una quiere. Pedí un uber, llegué a mi casa y sólo me salió llorar. Lloré tanto que me quedé dormida; desperté cuando escuché a mi mamá. Bajé a saludarla, intentó hablar conmigo pero no tenía ganas, así que preparé mis cosas para el colegio y seguí durmiendo.

BonhomíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora