𝐺𝑜𝑜𝑑 𝐿𝑖𝑓𝑒 •[𝙉𝙖𝙮𝙠𝙤𝙤𝙠]•

Capítulo 18: Es Como Un regalo

Nayeon

El sacerdote tomó a Akemi y Momo quitó su diadema con cuidado. Él la acercó a la fuente bautismal y derramó agua tres veces sobre la cabeza de la bebé con las palabras —Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

—Queridos padrinos, Momo y Hoseok, gracias por aceptar algo tan especial que para mí es muy significativo, en serio les agradezco por formar parte de esta hermosa etapa de mi bebé —me sentía muy emocionada a pesar de que solo estábamos Momo, Mina, Hobi y Jungkook, no necesitábamos de la presencia de nadie más en ese momento —. Agradezco que aceptaran ser parte del camino y bendición que en el bautizo de nuestra pequeña, nuestra Akemi ha recibido.

Ellos sonrieron y todos posamos para la foto. En un principio estaba yo en el centro con Akemi entretenida con su pulsera y mis dos amigos a los lados, luego una con Mina sosteniendo a la bebé pero quise hacer algo con la última foto sin embargo el fotógrafo que no sé de dónde lo sacó Mina se adelantó a hablar.

—¿Y el padre no va a salir? —todos miramos a Jungkook pues es el único que está apartado con sus manos cruzadas mirándonos de forma seria pero con algo diferente en los ojos —. Ahora una foto con los padres de la bebé

Miré el suelo arrastrando la mirada hasta llevarla a los ojos de Jungkook, él no decía nada, pero pese al momento incómodo ladee la cabeza y le extendí mi mano para que se acercara hacia nosotras.

Estuvo serio por unos segundos que hasta llegué a pensar que no aceptaría pero finalmente guió su cuerpo hacia mí y le sonrió a la bebé. Se posicionó detrás de mí llevando una de sus manos hacia mí cintura para pegarme a él y con su brazo libre lo colocó en mi antebrazo desde donde sostenía a Akemi.

Evidentemente sentía la tensión pero supuse que él solo hacía lo que él fotógrafo pedía así que traté de restarle importancia.

La bebé se distrajo mirando la cara de Jungkook justo cuando la cámara tomó instantáneamente la foto, por ende Jungkook le hacía muecas super raras pero lindas y le chasqueaba los dedos hacia adelante para que guiara su atención hacia la cámara y no hacía él.

Ellos dos tenían una extraña conexión.

Quizá impresión mía.

Pusimos nuestra mejor sonrisa y la foto fue tomada —Perfecto