Capítulo 4 - ¿Te gusta lo que ves? +18

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Lo miro y no sé qué contestar, vuelvo a mirar a Alexa quien sigue bañándose plácidamente y sin estar pendiente al panorama entre Alejandro y yo. Así que decido aceptar la proposición de él.

Este se coloca de pie y me da la mano para ayudarme a levantar; ahora que está así puedo verlo más alto y me siento una enana a su lado. Mientras caminamos por las escaleras para llegar al segundo piso, siento mi respiración agitada; en la mitad de las escaleras Alejandro se detiene para revisar sus bolsillos.

—Dame un momento —Me dice y lo veo sin entender que está pasando—, resulta que se me ha olvidado buscar mis llaves en la recepción —dice y así se va casi corriendo.

Cálmate Isabel

Ni que fuese tu primera vez para que estés nerviosa

Pero ¿Qué me pasa con este hombre?

No sé si es su altura, su cuerpo, su sonrisa, su mirada, su cabello o todo de él que me hace estar nerviosa con la expectativa y deseo de querer más.

Alejandro llega sacándome de mis pensamientos oscuros, se acerca a mí y sin anticipación me toma por el cuello atrayéndome a él y ahí me besa apasionadamente, sintiéndolo más caliente que el de antes.

Se despega de mi boca lo que ayuda a respirar tras su ataque imprevisto —Ven —ordena.

Yo atontada no sé si por él, por el deseo o por las cervezas, pero no me rehúso así que lo sigo.

Abre la puerta para entrar en su habitación.

Sin soltarme cierra la puerta, vuelve atraerme a él por la cintura mientras que con la otra mano me sujeta el cabello y me besa con tal intensidad que quedo sin aliento, sintiéndome totalmente excitada.

Deseo más

Se aparta y lo miro, viendo en sus ojos la intención de arrancarme el vestido.

—¿Puedo? —pregunta

—Si —contesto para confirmar su intención que se ha vuelto mi deseo.

Alejandro poco a poco va subiendo mi vestido dejándome sentir sus manos deslizándose por mis piernas, mis muslos, mi cadera, mi abdomen, mi espalda y sin que pida permiso levanto mis brazos para que siga su camino excitante; así sin más logra sacarme el vestido.

Cuando el vestido cae al piso me sonríe, pasando sus ojos de arriba hacia abajo, como examinándome toda.

Sin vergüenza me quedo quieta para que me observe y así pueda despojarme de mis tacones, uno por uno; logrando que se lama los labios.

Lo deseo

Me vuelve a besar esta vez siento sus manos recorriéndome el cuerpo, sus caricias me hace estremecer y sus feroces besos que me hacen excitar más, pasando el calor por todo mi cuerpo.

Alejandro me alza y enrollo mis piernas en su cadera, cuando llegamos a su cama me suelta para quitarse la camisa.

Muerdo el labio inferior por las ganas de comerme al tipo que tengo enfrente de mí.

Se ve exquisito

El me mira y sonríe como si hubiese escuchado mi pensamiento; hasta ahora percato que yo también estoy en ropa interior negra tirada en su cama, lo que es un brillo para sus ojos al escanearme toda; sonrío porque, así como me tiene boba, yo lo tengo a él.

—¿Te gusta lo que ves? —Le pregunto de manera picara

—Me encanta —responde

Se acerca a mí, dejándome ver sus hombros tensionados contra la cama; mirando mis labios, se acerca más. Me deja a la espera, puedo sentir como los segundos pasan como si fuesen minutos y hasta horas.

Fantasías en la perla I [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora