Capítulo 8 - A bordo

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Ahora si me siento como una niña

Me mira, dejándome ver mejor sus pestañas largas y negras, acaricia mi cara mientras que juega con mis crespos, luego de un rato deja pequeños besos en mi hombro, cuello y mejilla.

No entiendo, pero me dejo consentir

Así estamos un buen raro.

Hasta que reacciono —¿Qué hora es? —pregunto

—La 1 a.m. —responde y beso

—Debo irme

El asiente y me baja de su regazo. Me visto al mismo tiempo que él lo hace y ambos salimos de la habitación, cuando llegamos a la recepción, pide un taxi y cuando llega el taxi, me besa como despedida. Abro la puerta para entrar en el taxi, lo veo que se acerca y cancela la carrera, luego se acerca a mí para besarme nuevamente.

—Gracias —digo en un susurro—, la pasé bien —Y le sonrío.

Se queda un rato sorprendido por lo que le dije, y luego de un instante al pestañar, sonríe para posteriormente, cerrar la puerta del taxi.

Le doy la dirección al taxista mientras continuo con una sonrisa de satisfacción pensando en lo rico que lo pasé.

Mi celular suena por un mensaje y me extraño ya que nadie me escribe a esta hora. Alejandro veo su nombre en mi notificación y sonrío.

Alejandro: Gracias a ti por aceptar mi invitación

Alejandro: Por favor, avísame cuando llegues

Alejandro: Estaré esperando

Cinco minutos después llego a casa y cuando estoy en mi habitación le escribo.

Yo: Estoy en casa, sana y salva

Me desvisto envolviéndome en la toalla para darme un baño; cuando salgo del baño puedo notar que toda la casa está tranquila. Sé que Alexa debe estar en el hospital, pero ¿Y mi papá?

Al revisar veo que estoy totalmente sola.

¿Dónde estará mi papá?

No le doy mucha importancia ya que no somos de los que avisan cuando salimos, así que me visto para acostarme a dormir.

Me levanto como a las 7:30 a.m. cuando escucho la emoción de mi hermana al llegar a la casa, pero siento dolores en la parte baja, me levanto para ir al baño y me encuentro con la sorpresa que me llegó el periodo.

—¡Genial! —digo con sarcasmo

Me ducho rápido y me acomodo con mi cachetero especial para estos días.

Cuando llego a la cocina mi papá me mira con una cara rara.

—¿Qué te pasa? —pregunta

Sin ánimos de nada, respondo —Periodo a bordo.

Él sonríe, tomo un vaso con agua para tomarme la pastilla con el propósito de que no me vaya a dar esos horribles cólicos que me hacen sufrir y vuelvo a mi habitación para seguir durmiendo.

Cuando vuelvo a despertar ya son las 11 a.m. me sorprendo al no tener cólicos ya que siempre me dejan de muerte, decido arreglar mi cabello ya que el lunes debo trabajar y estudiar así que me meto al baño para lavar mi cabello.

Saliendo de la habitación encuentro a Alexa despierta comiendo con mi papá que al parecer hizo el almuerzo. Mi papá cada vez que me llega el periodo me prepara mi comida favorita porque sabe que mis dolores no son los mejores. Como y vuelvo a la habitación para arreglarme el cabello, cuando estoy arreglando mi cabello un mensaje llega a mi celular, lo reviso y me doy cuenta de que es Elisa.

Fantasías en la perla I [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora